Y bien, la vida se compone de grandes y pequeñas cosas,
me muevo entre cifras, balances, indicadores, gráficas, valoraciones, resultados positivos y otros impositivos.

Nada alejado de la realidad, somos un compendio de sentimientos enumerados paralelamente,
a veces las decisiones, nuestras elecciones, las encaminamos a encontrar nuestro punto de equilibrio, ése donde quieres encontrar la armonía entre amores, dichas y felicidad.

En el camino en ocasiones elegimos mal, y empieza esa inestabilidad donde nos aferramos a personas y cosas que sin querer convertimos en activos fijos, esos que nos atan y que creemos poseer o también nos convertimos en ello.

Registramos esos gastos, que se simplifican o multiplican, como son nuestras ansiedades , tristezas, apegos, costumbres, miedos e inseguridades, un desgaste de energia con o sin nombre, a veces producto de nuestra imaginación, relaciones tóxicas que nos quitan parte de nuestra esencia.

Evaluamos cada situación simultáneamente, analizando más de lo que debemos, permitiendo que la duda nos acompañe,
y pagamos intereses altos por ello, por aquellas actuaciones que no supimos darle manejo, por esos amores que no correspondimos, por esos pétalos que deshojamos, causándole dolor a otros queriendo o talves inconscientes de ello.

En el camino de esta travesía, descubrimos que depreciamos tantas cosas hermosas y sin darnos cuenta hoy ya no están, tarde nos dimos cuenta que lo seguro o lo que creiamos seguro ya no está, perdimos su valor en el camino.

Y así vamos por la vida, sumando dichas restastando desengaños, invirtiendo amores para lograr el resultado esperado,
algunos ejercicios nos arrojan buenos resultados, otros pérdida, pero al final siempre tendremos la oportunidad de rediseñarnos y hacerlo mejor, porque un NO siempre significara  Nueva Oportunidad.

Luz Marina Santiesteban
11-12-2018