Ver correr el tiempo por estos días trae nostalgia,
el aire trae su olor propio a añoranzas y reconciliación,
la gente más amable que de costumbre,
los sentimientos a flor de piel en cada persona,
tiempo de reflexión, y también resiliencia...

Resiliencia por dejar ir el ayer, por soltar lo que nos lastima, por hacernos a un lado y dejar ir...
Tiempo para tomar aire y retomar nuevos rumbos...

Y es todo un dilema anhelar, hacer un ritual y despedirme de personas que ame con el alma, de esos amigos que hoy no están, de esos proyectos que a medias se quedaron por las razones que sea, de lo que perdí, de los que están y no están.

A veces cuesta dejar de pensar y extrañar, los recuerdos se vuelven anhelos del ayer, el corazón no deja de sentir, de extrañar.

Pero llegó el momento de decir adiós, de dar libertad, de dejar ser, de forjar un nuevo camino, sin forzar a nadie a estar,
atarme a deseos propios no me hace bien,
teniendo todo y a la ves nada me quedo sin lo que amo, una perdida más, la vida te da y te quita.

Pero es el momento de caminar, de continuar mi camino, de enfrentar miedos, de asumir perdidas, la vida es de batallas, las victorias vienen con el resultado... Espero hallarlo en el camino...

La soledad será mi compañera de viaje, de vida, no siempre es malo sentirla, ella juzga y justifica, nos hace reaccionar.

Es hora de empezar de nuevo, de soltar, de dejar que las lágrimas se cansen, y anhelar un nuevo comienzo.

Hoy el aire trae su olor propio a añoranzas y reconciliación,
hoy solo quiero respirar ese aire y empezar de nuevo.

Luz Marina Santiesteban
29-12-2018