Cuando no estás suelen correr los pensamientos de palabras que no dije antes de que te fuiste, pensamientos enmarañados por doquier.

Cuando te vas dejas esa calma absorta en mis manos y mi piel, que incontrolables buscan hallarte.

Suele correr la brisa, espesa, sobria, destilando un olor particular a olvido.

Asi reposa  la apoplejía en esos versos que sólo en el silencio gritan y  retumban,
La inspiración se torna indiferente, las musas acallan en el desierto, donde la sed no sólo aclama, sino que el corazón desfallece.

En ese silencio perpetuo, que cobija ese sentimiento donde la lejanía tiene tu rostro, alli proclive, atestada e inquieta, quedo inmersa, desértica con mis manos frías y el corazón cansado

Pero al final tu ausencia será mi olvido.

Luz Marina Santiesteban
11- 03-2019