Déjame navegar en tu infinito océano de sentimientos, resguardados en tu corazón,

que naufraguemos en los delirios que produce la sinergia cuando dos almas se unen,

ven, toma mi mano, siente la brisa, y ese perfume que le da escencia a ese mar de tus regocijos en calma que guardas,

mírame, reflejate en mi mirada, leeme, escucha tanto de lo que te dice.
Sienteme ahí, a tu lado, contemplandonos  en ese lugar perfecto,

Recreemos este momento sutil, aquí y ahora, en esta sinuosa calma que trae aquella libertad, cuando nuestra mirada espectante y mezclada de sentires profesados se unen.

Contemplemos el horizonte, caminos atiborrados por doquier de esta fantasía que anhidamos, donde las quimeras sólo son ese toque incandescente que atrae nuestra dicha.

Solo acércate y ámame, como si el mañana ya no existiera,
con la sutilidad del viento, con el ímpetu del mar.
Acalla en mi cuerpo y bebé una vez más, sorbo a sorbo este navío de amor en libertad que reposa en mí para ti.

Luz Marina Santiesteban
09-04-2019