Hojas al viento que recorren el alba,
fulgor de la tarde que apacigua,
ocaso que cae envolviendo en tranquilidad,

y en esas hojas viajan los recuerdos, su trayectoria nadie lo sabe , el destino incierto confabulado con el tiempo,
corazón silente  y sosegado aún ante lo que parece remoto.

Hojas que son como tumultos de emociones y sensaciones, cayendo algunas recostadas en el rinconcito de mi alma,
la tranquilidad impera aún cuando lo inadmisible se asoma,

tardes dónde desde mi ventana, contemplo y soy testigo de tanta vida a mi alrededor, todos somos parte, y yo estoy ahí... Traslúcida buscando el valor a cada cosa, observando la lejanía, anhelando, agradeciendo, buscándome, acercándome, conociéndome un poco más.

Busco en cada ocaso mi sonrisa, mi alegría, mi paz interior, ya no tolero los  pensamientos errantes, y solté los vestigios de mi pasado, ya la tormenta no me asusta, los harapos  que avasalle en desesperos y tristezas los eché al fuego, y el humo lo resarci  con olvido.

En calma solo puedo darle un suspiro a la vida, y beber un sorbo de resiliencia y tranquilidad,
el corazón apaciguado, la razón alerta, pero las emociones  vivas para recrear, y dar vida a la vida, porque al final de cada día, ahí estoy... ¡¡VIVA!!

Luz Marina Santiesteban
20-01-2019