Recuerdo la primera vez que te vi, aquella vez que tu siendo una humana insignificante pudiste sacar la espada de mi padre, ese día intente matarte, aunque no lo logre, después de eso recuerdo la segunda vez que te vi, estabas llorando por ese híbrido, recuerdo que te abrace por lastima y de hay nuestros encuentros eran más seguidos, recuerdo cuando me declare y tu me aceptaste, ese día te lleve a mi castillo, mirabas todo con asombro, esa misma noche te entregaste en cuerpo y alma a mi, te marque como mía y jure certe fiel al igual que tu, eramos felices, hasta que Naraku nos ataco por sorpresa, ese día prometí protegerte con mis manos, las mismas manos que ahora sostienen tu cuerpo sin vida, te perdí por un descuidó, pero me hubiese gustado ver tu rostro de felicidad al saber que por fin pudimos acabar con Naraku y la perla de Shikon No Tama, Inuyasha, él monje y la exterminadora lloraron por tu muerte, pero yo sufrí mas que ellos, tu solo viste mi verdadero yo, tu encontraste mi lado bueno, ese lado que oculte por años.

Me duele despedirme de vos, pero no puedo hacer nada, cuando acerque mi espada a tu cuerpo, los caballeros de la muerte no aparecieron y la perla ya había sido destruida, no pude hacer nada, guarde mis lágrimas por años, pero ahora al ver como queman tu cuerpo no puedo evitar no llorar.

Te amo mi Miko, siempre lo haré.