Mente Desordenada
[Lunes]
[Esquina del queso]
[2:00 PM]
La gran fila frente al él ya era habitual para Gray, y como siempre eran habituales las mismas estupideces de los clientes.
Gray: Señor, ya le he dicho que aquí no vendemos ropa interior. La tienda de ropa está en la siguiente cuadra. *Dijo masajeandose la frente*
Sprunki anciano: ¿Que venden ropa en cierta talla? Por eso vine, seguramente me quede *Dijo un Sprunki color gris fuerte usando un bastón y un monóculo*
Gray: *suspiro* no me pagan lo suficiente para eso.
Por suerte, el turno del felino estaba cerca de terminar, su sufrimiento estaba por terminar por ese día... O eso pensaba él
En las bocinas del restaurante comenzó a sonar una voz, quien parecía ser la del jefe por su tono grave y ronco.
"Trabajador Gray, venga directo a mi oficina, Trabajador Gray, venga directo a mi oficina"
Al escuchar eso, el felino se sorprendió por justas razones, no esperaba que justo en ese momento su jefe lo necesitaría para algo, lo que lo frustró aún más ya que no podrá irse tan temprano.
"Uhhhhhhh..."
Los sonidos burlones de sus compañeros de trabajo se hicieron presentes, puesto que cuando el jefe te llama no es para algo bueno.
El felino simplemente ignoró aquellos sonidos y pasó por la oficina no sin antes poner un cartel de "Caja cerrada" en el cajero.
Pasó por la cocina hasta llegar a una pequeña parte en un pasillo medio escondido en esa parte, ahí se encontraban varias puertas, una era el cuarto en dónde se guardaban las cosas para limpiar el restaurante, cosas como una fregona, trapos, un balde con agua, entre otros. Pero la puerta importante era una puerta para pintada de rojo que hacía juego con los colores del restaurante que se encontraba al final de aquel pasillo.
Tímida y nerviosamente abrió lentamente la puerta, ahí se encontraba un conejo azul algo anciano sentado atrás de un escritorio hecho de cristal.
En ese escritorio había un pequeño botón rojo junto a un micrófono que conectaba con los altavoces y bocinas del establecimiento.
Jefe: Siéntate por favor *Dijo en un tono incomodamente serio*
Gray: ¿Para que me ha llamado? *Dijo tomando asiento frente a él*
Jefe:... Mira, ayer recibí una llamada de la policía, me dijo que te llevaron a la comisaría por asuntos clasificados... ¿Me puedes decir que fue lo que hiciste? *Dijo el jefe alzando una ceja*
Gray: H-Heh... N-No, no es lo que usted cree...
Jefe: ¿Sabes lo que pensarían los clientes si se llegan a enterar que el cajero lo han llevado a la comisaría por algo?
Gray: Señor, solamente me llamaron para preguntarme algunas cosas. No hice nada malo.
Jefe: Igualmente, tuve que cerrar el restaurante temprano para luego volver a abrirlo ya que te tomaste el día libre.
Gray:... Claro, porque soy el único cajero a parte de Simon. ¿Porque no abre otra caja y contrata a otro cajero?
Jefe: No, eso es mucho dinero mal gastado. Pero si quieres... Puedes quedarte hasta tarde para limpiarlo todo antes de cerrar, o te bajo el sueldo, tu decides.
Gray:.... *Suspiro* Bien, lo haré *Dijo algo fastidiado*
Jefe: Menos mal, no quiero que la reputación de este restaurante se arruine. Cuando termine tu turno estarás trabajando en la misma caja con Simon y cuando su turno termine te quedas a limpiar.
Gray: Si, si. Ya entendí *Dijo a regaña dientes*
Jefe: Perfecto, ahora ya puedes irte *Dijo señalando hacia la puerta*
Sin más, el felino se fue refunfuñando en voz baja, algunas veces llegaba a odiar a su jefe. Volvió a la caja y quitó el cartel para entrar a su infierno personal... La chamba.
[Esquina del queso]
[4:00 PM]
En la sala solo se podía escuchar los pedidos de la gente junto con el tick tack del reloj, en estos momentos Gray debería irse a casa, pero para que su sueldo no salga afectado tendrá que quedarse hasta la media noche.
La puerta de la cocina se abrió dando paso al Sprunki amarillo ya conocido por Gray.
Simon: ¿Cómo está mi muchacho? *Dijo en un tono alegre y optimista acercándose a la caja*
Gray: Hola Simon... *Dijo amargado y cruzado de brazos*
Simon: ¿Hey, porque la cara larga? Ya te vas a ir, que es lo que siempre te encanta del trabajo, sentir como te largas.
Gray: *Suspiro* Me mandaron a quedarme hasta la hora de cerrar para limpiar el restaurante, si no lo hago me bajará el sueldo.
Simon: ¡¿H-Heh?! Que bien, así podré pasar más tiempo contigo *Sus antenas se pusieron totalmente tiesas, como si las orejas de un perro se tratase*
Gray le incomodaba el hecho de pasar más tiempo con su compañero de trabajo de color amarillo, para él este era algo irritante.
Simon: Uy, uy. Se me está ocurriendo un nombre para nuestro dúo, ya sé, dúo cajero, ¿te gusta? *Dijo alzando la mano para que el felino la estreche*
Gray simplemente lo miró fijamente aún con los brazos cruzados, moviendo levemente la cabeza de un lado a otro indicando un no.
Simon: Bueno, cómo tú quieras. Ya me imagino las aventuras que tendremos en este corto momento juntos, aquí y solo aquí, nuestra relación como Bros va a...
Anciana: ¡TENGO HAMBRE! *Exclamó la primera en la fila*
Simon: UN MOMEN... D-Digo, disculpe señora. ¿Que desea? *Dijo tampandose la boca para evitar gritarle a su clienta*
Gray simplemente dió un suspiro pesado, este día va a ser uno muy largo para él. Pero más que todo en su cabeza había una gran preocupación la cual era Wenda en el apartamento, ¿Que pensará ella al ver que no llegó en la hora de siempre? ¿Se asustará?
Esas son preguntas que son difíciles de responder, pero igualmente se preocupaba por ella. Aunque aun así seguía pensando en los gritos y actuaciones raras que ella ha tenido últimamente, sumado con las acusaciones hacia ella sobre el asesinato de sus padres.
Su mente estaba desordenada en ese momento, no sabía que pensar. Podría ser solo sospechas sin sentido o a lo mejor habrá algo más detrás de todo este caso.
Las horas pasaban y esto aún le parecía infinito para el gato negro, pero para el de las antenas le parecía divertido el hecho de entregar y anotar las ordenes junto a su dúo.
Pero al final de muchas horas, de sufrimiento para Gray, de diversión para Simon. Ya ni quedaban clientes en el restaurante y el reloj estaba cerca de marcar las doce.
El último cliente botó su envase de plástico a la basura más cercana y salió del local, ahí fue cuándo Simon fue a la puerta y giró el cartel de la puerta para que ahora diga "cerrado"
Simon: Uff, bueno. Ya viste un poco de mi jornada nocturna, ¿te divertiste? *Dijo animado*
Mientras tanto Gray estaba recostado sobre el cajero tapándose los ojos con los brazos y soltaron leves ronroneos
Simon: Gray, hey bro, despierta *Dijo moviendolo levemente*
Gray:... Mmmmmmmm.. ¿Que? *Dijo levantandose dando un leve bostezo y con unas ojeras*
En eso, una puerta resonó por el local junto a unos pasos que se dirigian hacia la cocina.
Jefe: Muy bien, muchachos. Muy buena jornada la de hoy, mañana es el día de pago, recuerden. Ahora todos pueden irse a sus casas... Menos tú, Gray
El jefe se encontraba en la cocina hablando con todos los empleados hasta señalar a Gray a través de la ventana hacia el cajero.
Este último únicamente estuvo obligado a entrar a la cocina y dirigirse hacia aquel pasillo, está vez era para abrir aquel pequeño armaría para sacar la fregona, un trapo y un balde de agua.
Mientras lo hacía, podía ver cómo todos sus compañeros se iban sin siquiera dirigirle la mirada. Esto le trajo algunos recuerdos de su niñez, donde todos hacían lo mismo. "al final algunas cosas no cambian, la gente siempre es igual..." Decía el gato en sus pensamientos.
Bajo la mirada penetrante de su jefe comenzaba a limpiar el desorden que los cocineros habían hecho en su espacio de trabajo, con algunos restos de comida en el lavamanos y lavando los platos.
Jefe: Será mejor que te apures, ya quiero irme a casa *Dijo sosteniendo las llaves del restaurante*
Simplemente soltaba algunos pequeños murmullos mientras seguía fregando los platos y recordaba sus experiencias pasadas, viendo que a veces las cosas son iguales...
Mientras estaba sumergido en sus pensamientos, una mano se posó en su hombro.
"¿Te ayudo?"
Dijo la voz masculina atrás de él, una voz que podía reconocer fácilmente. Volteó la mirada para poder ver a un chico amarillo con antenas dándole una dulce sonrisa.
Gray:... ¿Simon? ¿Aún no te has ido? *Dijo ladeando la cabeza*
Simon: Heh... Nah, te ví demasiado cansado y me dió mucha pena dejarte solo aquí. Así que decidí quedarme a ayudar, jeje *Dijo rascándose la nuca con un poco de sonrojo por la vergüenza*
Gray: Heh... Jeje, gracias. Lo agradezco mucho *Dijo dando una sincera sonrisa*
Simon: Nah, no hay de que. Después de todos somos el dúo cajero...
Gray:.... No vuelvas a decir eso, por favor *Dijo entrecerrando los ojos*
Simon: Jeje, perdón
Jefe: Hey, ustedes. Terminen rápido que mi esposa me espera.
Simon: S-Si, lo siento jefe. Vamos, rápido
En eso, Simon se puso al lado de Gray para así comenzar a lavar los platos y algún que otro traste juntos. Limpiaban las mesas llenas de migajas y salsas juntos, e incluso limpiaron los baños tapados juntos.
Gray nunca había sentido tanta compañía desde Wenda, le daba cierta ternura como su compañero genuinamente se preocupaba por él.
Tiempo después, ambos ya habían dejado el restaurante impecable, como si estuviera recién comprado.
Es importante decir que ambos ya estaban cansados, puesto que estuvieron cerca de una hora para limpiarlo todo. Ambos estaban sentados en una de las mesas, respirando agitadamente.
Gray: Dios... Que horrible olía ese baño, ¿porque la gente hace mierdas tan grandes?
Simon: Gray... Estamos en un restaurante en dónde literalmente la mayoría del menú es grasa y calorías, ¿Que esperabas?
Gray:.... Bueno, en eso tienes razón. Jeje, pero realmente muchas gracias por todo.
Simon: No es nada, siempre estoy para un amigo.
Jefe: Debo felicitarlos, quedó impecable. Ni siquiera yo lo puedo dejar así de limpio. Gray, ya puedes irte. Tu también, Simon, no hace falta que me ayudes a cerrar el local.
Ambos se dedicaron una sonrisa, para así levantarse de aquella silla y dirigirse a la salida trasera al mismo tiempo que chocaron sus puños.
Agarraron sus cosas en la repisa junto a la puerta trasera y posteriormente salieron a la calle, respirando y sintiendo aquel frío aire de la noche.
Gray comenzó a caminar hacia su departamento, pero se daría cuenta que Simon igualmente andaría a su lado.
Gray: Hey... ¿Me estás siguiendo? *Dijo alzando una ceja*
Simon: ¿Heh? No, para nada. Solamente estoy yendo a mi casita, pero al parecer vivimos por los mismos lados.
Gray: Hmmmm...
Simon: Bueno, conozco una ruta alterna para mí casa. Si te incomodo puedo irme por esa ruta y así te dejo sol-
Gray: No, No... No importa, puedes caminar conmigo. *Dijo interrumpiendolo*
Normalmente, A gray no le gusta la compañía del chico amarillo, puesto que le resultaba irritante. Pero hoy ha sentido su presencia algo más confortante, por lo que es raro de el aceptar su compañía. Ni Gray mismo se lo cree.
Simon daría una pequeña sonrisa para caminar al lado de su "bro".
Caminaban tranquilamente por un pequeño parque con un lago que se habían cruzado, a lo lejos se podía ver el resto de la ciudad junto con las luces de los edificios haciendo una escena muy linda para la vista. Gray no le dió mucha importancia pero Simon si giró su cabeza un momento para apreciar el paisaje.
Gray aún recordaría las palabras que el chico de antenas le había dicho en el restaurante de Kebabs, el aún no sabía cómo es que su "bro" podía ser a veces muy sabio. Así que no dudaría en hacerle más preguntas.
Gray: Hey... ¿Que le dirías a una persona que últimamente ha... Actuando extraño?
Simon: Hmmmm... ¿A qué te refieres? *Dijo ladeando la cabeza*
Gray: Me refiero a que... Esa persona ha tenido unos comportamientos extraños y... Cuando le pregunto que le pasa simplemente no quiere decirme.
Simon:.... Entiendo... Tal vez esa persona le esté pasando algo muy personal y tal vez no sienta la suficiente confianza para decírtelo... Simplemente espera un momento y seguramente te lo diga tarde o temprano.
Gray:.... Je, ¿de dónde te sacas esos consejos?
El ambiente se quedó en silencio exceptuando por los pasos del felino. Gray se volteó para poder ver al amarillo quedando totalmente estático mirando al suelo
Gray:.... ¿Simon? *Preguntó algo preocupado*
Simon:.... N-No... No quiero hablar de eso por ahora *Dijo en un tono alto depresivo*
Gray:.... Oh, ya veo... Perdón por eso *Dijo bajando las orejas en señal de tristeza*
Simon: No te preocupes por eso, ya te lo diré tarde o temprano. *Dijo retomando el paso*
Gray: Bueno... Supongo *Dijo haciendo lo mismo*
Ambos caminaron hasta una intersección de calles, una a la izquierda y otra a la derecha.
Simon: Bueno... Tengo que irme por la izquierda.
Gray: *Suspiro* Sí... Y yo por la derecha... Supongo que luego nos veremos en el trabajo.
Simon: Seh... Bueno, cuidate *Dijo en seco*
Sin decir nada más, fríamente comenzó a caminar hacia la calle de la izquierda...
Gray: ¡Simon, espera! *Dijo alzando el tono de voz*
Simon:.... ¿Si? *Dijo volteandose*
Gray:... Gracias... Por todo lo de hoy.
Simon:... Je, no hay de que *Dijo dando una sonrisa tierna*
Ambos se separaron, cada quien por su lado, recordando la noche de hoy. Gray ya comenzaba a ver a Simon como alguien más agradable gracias a sus acciones y consejos, ahora el caminaba hacia su departamento mostrando una leve sonrisa, totalmente lo contrario a su actitud de siempre...
[Departamento de Gray]
[1:30 AM]
[Martes]
El felino se encontraba sacando las llaves de su apartamento que se encontraban en su pequeño bolso, pero antes de abrir la puerta, a la distancia pudo ver como una nube negra y con unos cuantos rayos se acercaba a la ciudad.
Gray: Mierda... Parece que hoy será una noche lluviosa. *Dijo sin darle mucha importancia*
Finalmente, abrió la puerta dándose cuenta que toda el apartamento estaba totalmente a oscuras de no ser por la luz de la luna que entraba por la ventana que iluminaba parte de la sala.
Gracias a eso pudo ver a su amiga Wenda durmiendo plácidamente en el sofá de la cama, cosa que le causó cierta ternura. Asi que decidió no encender las luces por miedo a despertarla.
Pero algo que notó es que la puerta del baño estaba semi abierta, ahí fue cuándo recordó la vez en la que escuchó a Wenda gritar desesperadamente.
Por curiosidad, se adentro en la oscuridad del apartamento y entrar en aquel baño con el mayor sigilo posible. Adentro todo parecía normal, la ducha el espejo y las repisas de abajo de este.
Lastimosamente en ese baño no había ninguna ventana, complicandole más el trabajo para lograr ver. Así que se vió obligado a sacar su teléfono móvil y encender la linterna de este último.
Vió por todos los rincones del baño para encontrar algo sospechoso, pero parecía no haber nada. La ducha estaba como siempre tiene que estar, limpia, mismo caso que el lavamanos.
El felino de color gris se arrodilló para poder abrir la repisa de abajo del lavamanos y al parecer todo estaba bien, estaba lo de siempre, papel de baño, cloro, desinfectante, entre otros artículos de limpieza.
Estaba a punto de cerrar la repisa e irse a dormir pero antes de hacerlo logro ver qué la luz de su linterna reflejaba en algo atras de todos los artículos.
Al notar eso rápidamente sacó el papel de baño y todo los artículos de limpieza para así ver algo que lo dejó helado...
Atrás de todo eso se encontraba un cuchillo totalmente cubierto de sangre seca de hace muchos años, una pistola calibre 9mm y un frasco de pastillas.
El felino temblando agarró el frasco de pastillas para alumbrarlo con la linterna de su celular.
"Fluoxetina"
Era la principal etiqueta del frasco, eran pastillas antidepresivas. El felino juraba que eso no estaba ahí antes, alguien debió traerlo...
Gray: Q-Que mier- *Dijo el felino aterrado*
Antes de terminar su frase, una persona atrás suyo enrolló su brazo en todo su pecho, immovilizandole los brazos. El gris quería gritar por ayuda pero rápidamente una segunda mano le tapó la boca usando un pañuelo mojado.
"MMMMMMM???. MMMMMMMHHHH!!! MHHHHHHHHHHHMMM!"
El felino intentaba gritar con todas sus fuerzas, pero los gritos eran fácilmente ahogados por el pañuelo en su boca.
Gray intentó safarze del agarre de la persona misteriosa pero era más débil que él, intentó patalear para safarze pero igualmente no servía de nada.
La desesperación y el miedo dominaban al felino, más cuando se dió cuenta que por el olor del pañuelo se dió cuenta que este estaba mojado con cloroformo.
Los intentos de escape del felino eran cada vez más inútiles, el cloroformo en el pañuelo comenzaba a hacerle efecto haciendo que sus fuerzas lentamente vayan decayendo.
El felino ya no podía resistirse al agarre de la persona atrás suyo, lentamente se sentía cada vez más somnoliento, cerrando lentamente los ojos.
Intento mantenerlos abiertos como pudo, pero las cosas ya estaban decididas, su vista comenzó a nublarse y comenzaba a cerrar los ojos hasta que en un momento estaba totalmente débil... Cayendo en un profundo sueño...
Wow... Casi un mes sin actualizar nada... Soy increíble... La verdad, perdóneme por todo, las clases están demasiado rudas como para poder dedicarme a esto, y sumado a que no solo tengo clases escolares si no que también tengo otras clases después de mis clases normales y los fin de semana también tengo scouts.
Joder, ya ni los fines puedo descansar. Pero bueno, al menos si actualizo. No como polzole que parece que está muerto.
Sin más, nos vemos en un mes (Espero que sea menos tiempo)
XD?
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