Infancia

SprunTown, una ciudad caracterisada por su ambiente alegre y animado en dónde sus ciudadanos siempre tienen una personalidad amable.

Una ciudad bastante visitada por turistas y la mayoría de personas sueña con o ya de plano se mudan a esa ciudad tranquila y pacífica.

Está ciudad tenía de todo: Arcades, parques, empresas y colegios como cualquier otra ciudad.

Por esta ocasión nos vamos a centrar en la escuela primaria Sprunki, dónde se encontraban los niños recibiendo sus respectivas clases gracias a una profesora con rasgos de oso de color verde lago.

Lakie (Profesora): Niños, quien podría  decirme el resultado de siete entre cuatro *Dijo escribiendo la operación en la pizarra con un marcador color negro*

Cuando la profesora dijo eso, varios estudiantes alzaron los brazos queriendo responder la pregunta.

Lakie: Hmmm... Tu, Jevin *Dijo apuntando al chico azul con capucha*

Jevin: El resultado es 1,75 *Dijo en ese tono frío que lo caracterizaba*

Lakie: Muy bien, te has ganado un punto *Anota en su libreta la participación del joven*

La profesora quería seguir con sus clases pero la campana de la escuela indicando el receso haría imposible ese acto.

Lakie: Oh, bueno. Hora de receso, muchachos, recuerden hacer sus debe...

Antes de que la profesora termine de decir sus palabras, todos los alumnos rápidamente agarraron sus cosas y salieron corriendo del salón y dirigirse al patio de juegos.

Todos los alumnos eran bastantes energéticos como cualquier otro niño,  es algo que todos en su infancia hacen. El problema es que había un niño en específico que no era tan energético y no corría animado al patio de juegos quedándose atrás de toda la muchedumbre de alumnos.

Ese niño era un pequeño gato de color gris, quien caminaba con aburrimiento hacia el patio de juegos con su bolso colgando en su espalda.

Los estudiantes ahora se encontraban jugando entre sí, algunos jugaban en el sube y baja, otros jugaban juntos en los columpios y otros simplemente hablaban entre ellos. Pero el pequeño gato gris los veía sin expresión alguna.

El gato desde el comienzo fue un niño bastante callado, reservado y tímido hasta cierto punto. No hablaba con otros y siempre se la pasaba solo en los recesos.

El prefería sentarse a leer las novelas que traía a la escuela o jugar juegos en su teléfono, no tenía el valor y el interés de ir a hablar con sus demás compañeros de clase.

Esto podría parecer un día como cualquier otro para el pequeño gato quien se encontraba sentado debajo del árbol del patio de juegos. Hasta que una pata de color blanco toco su hombro.

???: Oye, niño. ¿Que lees? *Dijo una voz femenina mirando su libro*

El felino giró su cabeza para ver a la persona que le estaba hablando.

Era una gata igual que el solo que ella era de color blanco con un pelaje más esponjoso y mejor cuidado.

???: y bien, ¿Que estás leyendo? *Dijo aún curiosa*

El felino no estaba acostumbrado a hablar con otras personas o en otras palabras "socializar" por lo que no sabía que responderle a la chica, quedándose callado.

???:... ¿No hablas mucho? *Preguntó ladeando la cabeza al ver la silenciosa respuesta del contrario*

El felino de color gris comenzaba a notar que estaba dando vergüenza frente a la chica, por lo que aún son decir nada le mostró la portada de su libro a los ojos de la felina

???: ¿El principito? Oh, esa es muy buena historia. También me gusta mucho. *Le decica una sonrisa sincera al felino contrario*

El chico le devolvería la sonrisa a la felina de color blanco solo que con un semblante más tímido aunque aun sin hablar.

???: Siempre te veo aquí solito leyendo tus libros o jugando tu solo, me diste un poco de tristeza verte así por eso vine a hablarte un rato

El chico se ruborizó por las palabras de la contraria, normalmente ninguno de sus compañeros solía preocuparse por el, ellos siempre se preocupaban por ellos mismos y por sus propias vidas.

???: No hablas en clase y no recuerdo muy bien tu nombre, yo soy Wenda ¿Y tú? *Extiende su pata invitando al contrario a tomarla pero este no tendría reacción alguna* Oh, perdón. Creo que estoy yendo demasiado rápido *Dijo la felina llevándose la pata a su nuca y cerrando los ojos*

Gray:.... G-Gray. *Dijo tímidamente*

La felina detendría su acción y lo miraría con una cara de confusión por sus palabras.

Wenda: ¿Hmmm? ¿Que dijiste?

Gray:... Me llamo Gray *Dijo con un tono más normal y claro*

La chica de pelaje blanco sonreiria gracias a que el chico al fin le dirigió una palabra y ya no estaría callado.

Wenda: Gusto en conocerte, Gray *Dijo sonriendo sinceramente*

Lamentablemente para ambos felinos, la campana de el colegio finalizando así la hora de receso.

Wenda: Ayy, que mal. ¿Seguiremos hablando, Gray? *Dijo comenzando a levantarse del pasto*

Gray: Heh, si... Supongo *Dijo repitiendo la acción de la contraria*

[1:30 PM]

A estás horas los Sprunki niños estaban saliendo del tiempo de clases gracias a la campana de la escuela, cada quien iba con sus amigos a excepción del felino gris como siempre.

Al felino poco o nada le importaba estar siempre solo, tal vez en sus primeros días si le dolía estar solo todo su tiempo en la escuela pero una vez que se acostumbro lo vió como algo normal para él.

Y pareciera ser este otro día igual que otros de no ser que aquella felina que estuvo con el en la hora de receso lo detuvo en la salida de la escuela posando su para en el hombro del grisaceo.

Wenda: Hey. Hola de nuevo, Gray. *Dijo con una sonrisa mostrando sus dientes*

Gray: ¿Eh?... H-Hola... Heh... Wenda *Dijo en un tono de voz algo bajo, tuvo que pensar unos segundos para recordar el nombre de la hembra*

Wenda: ¿Entendiste toda la clase? Yo si, siento que este año pasaré con la nota máxima en todas las materias*Dijo alegre junto al macho*

Gray: Heh... Si... Que bien *Dijo en un tono reservado*

Al gato de tonos grises se le hacía raro la compañía de la hembra, no le desagrada, pero aún así siente un hueco en el estómago al estar junto a ella.

Desde que llegó a aquella escuela no ha hablado con nadie y de no ser que los nombran a todos al empezar no recordaría los nombres de nadie, había tan acostumbrado a estar solo y pasar la mayoría de su tiempo solo que ahora cuando está hablando con otra persona se siente... Raro e incluso algo incómodo.

El gato grisaceo está tan sumergido en sus pensamientos que cuando se dió cuenta ya estaba caminando junto a la felina por las calles de SprunTown.

Wenda: Siempre me pregunto por qué siempre estás solo, ¿eres bautista o que?... Hey... ¡Te estoy hablando! *Dijo poniendo su mano frente a los ojos del macho para llamar su atención*

Gray: H-Heh... Bueno... No lo sé, solo que siempre... Siempre fue así y no tengo el valor para cambiarlo. *Dijo con su tono de voz reservado*

Wenda: Oh... Ya veo... *Dijo para quedarse callada* pero deberías hablar más con los demás, apenas te conocí más hoy y por ahora me caiste super bien.

Gray: Heh... Gracias, supongo *Dijo con las manos en los bolsillos de su pantalón escolar*

El pequeño felino nunca pensó tener este contacto tan cercano con personas de su clase, todos les daba igual y solo se preocupaba por sus cosas personales pero esta chica realmente comenzaba a agradarle.

Viendo la ciudad tan bonita, el sol tan brillante que incluso parece que está sonriendo y los árboles que resplandecen con sus hojas, no se dieron cuenta de una intercepción de caminos.

Wenda:... Oye, ¿donde vives?

Gray:... ¿Que? *Arquea una ceja por la pregunta de la hembra de pelaje esponjoso*

Wenda: Oh... Ajajaja, debería explicarme un poco mejor jajaja *Dijo riéndose de su propia pregunta* Quiero decir, por dónde está tu hogar

Gray:.... Oh... Por allá *Dijo señalando la calle de la izquierda*

Wenda: Ash, que mal, yo vivo en la otra calle *Dijo algo triste al saber que tiene que dejar al felino* P-Pero, no te preocupes. Mañana nos podemos ver de vuelta en el colegio, ¿Verdad?

Gray: Heh... Supongo

Wenda: Yei, que bien. Nos vemos mañana, gricesito *Dijo despidiéndose moviendo la mano de un lado a otro y dirigiéndose hacia la calle de frente*

Al fin, la soledad que tanto solía estar acostumbrado Gray había finalmente vuelto, una soledad que normalmente le gusta pero está vez siente esa soledad, incómoda. Por alguna razón ya no jle comenzaba a gustar estar solo, puesto que aquella hembra de pelaje esponjoso ya no estaba cerca de el...

Todo esto era algo nuevo para el grisaceo quien no le tomó mucha importancia y adentrándose más a la ciudad buscando finalmente su hogar




















Primer capitulo hecho, lo que pasa es que fue a las 12 de la medianoche, ya tengo algo de sueño y quiero publicar esto así que no lo puse demasiado extenso.

Cómo vieron, estoy empezando a poner acortarores a mis historias para tener un mejor control y que quede bonito. Sin más que decir, nos vemos en otro día cuando no tenga tanto sueño

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