Capítulo 3

Algunos secretos...

Los pasos apresurados de la mujer se escuchaban por todos los pasillos, mientras su exmarido le seguía el paso.

Para Irasue esto era realmente inadmisible lo que estaba sucediendo ahora.
Su gran círculo social del qué tanto se jactaba estaban cuchicheando a sus espaldas .

-Toga, tienes que encargarte de esto cuanto antes.----hablo la mujer molesta, mientras tomaba su teléfono.--llama a tus contactos y que esta información no salga.

-Irasue, cálmate.
-Acaso crees que es el momento, para esto. Cuando medio mundo está hablando sobre nosotros.
-¿a quién llamas? - - cuestionó toga al verla tan alterada.
-voy a programar una cita urgente, para hacer una prueba de ADN.
-y si ellas resultan ser realmente nuestras nietas.
-No digas tonterías, sabes como es Sesshomaru.
-pero...

****

Inuyasha era reacio a retirarse de aquella habitación, precisamente por el historial qué tenían este par.

Por esa misma razón no se había movido de lugar, aunque su hermano le dijo que se retirara.

-Inuyasha - - - la cálida voz de su esposa se escuchó en su espalda.
-Kagome, puedes llevarte a estas pequeñas - - - pidió a su esposa para poderse quedarse ahí y presenciar lo que iba a suceder.
-entiendo - - - ella aceptó y miro de reojo a los presentes. Rápidamente, se acercó a las niñas qué estaban inmóviles mirando la escena.
-pequeñas... -llamo suavemente, a las dos niñas, que voltearon instantáneamente hacia ellas.

"Realmente se parecían demasiado a su cuñado" pensó mientras las miraba y las tomaba delicadamente de sus manos.

- esto es una cosa que los grandes deben solucionar.----dijo cálidamente, tratando de darles la suficiente confianza.

Setsuna se mostró algo reacia al principio que termino rechazando la idea de la pelinegra en una primera instancia. Pero Towa qué la conocía, tomo su mano y le indico que estaría con ella y que no se preocupara.

-No se preocupen mis pequeñas ratoncitas, estaré bien---dijo de último al verlas salir, mientras ellas asentían.

-ahora, mismo me vas a decir que pretendes Kagura?.
-Acaso no lo ves - - respondió con sorna la mujer mientras lo miraba fijamente.

Aunque aquel hombre era algo intimidante, no iba a caer en su juego.

-No digas idioteces, esas niñas no pueden ser mías.
-¿por qué no?, acaso no se parecen a ti. ----Manifestó segura de su respuesta, mientras se liberaba de su agarre.

-tonterías.

-Pero esto es solo la verdad.
Una hasta heredó el color de tu pelo y tus ojos, y la otra tiene tu personalidad es una versión pequeña de ti.
-Tú y yo nunca tuvimos nada - - habló molesto, algo que de alguna manera hirió el corazón de aquella mujer.
Pero sabía perfectamente a lo que se refería el hombre que estaba delante de ella.

-Para que digas que ellas son mis hijas y tu la madre.

-cierto, pero eso no quita que ellas sean tus hijas.
-¡Sandeces! - - hablo sumamente molesto.
Sus ojos carmín determinados no dejaron de verlo, con la seguridad que la caracterizaba.
- Taisho, crees que me atrevería a mentirte con esto.
-No sería la primera vez.

-Te refieres a lo de hace 5 años.

Al escuchar aquello palabras de esa mujer que se atrevió a engañarlo, le fastidio demasiado, qué la observó amenazante pidiendo ahora si la verdad.

Sesshomaru, iba a preguntarle por lo de hace 5 años, cuando ella habló.
-Rin... es la madre... - - - soltó sin precaución, ya aburrida de toda esta situación.
Ocasionando qué el peliblanco mayor se sorprendiera por aquellas palabras y que el menor abriera la boca de la impresión al escuchar aquel nombre.

"Acaso esas niñas eran hijas de Rin".

-De Rin--- contesto muy sorprendido Inuyasha, mientras su hermano se quedaba ahí callado.

Rin había sido su querida amiga por varios años, en la secundaria y la cómplice de su amor con Kagome.

En aquel entonces se preguntó como es que termino flechada por el idiota de su hermano, cuando este parecía siempre ignorarla.

-crees que te voy a creer que ella es la madre.---es lo único que pudo decir, algo exaltado.

-Cree lo que quieras Taisho, pero debes hacerte cargo antes de que la lleven a un orfanato.

-Orfanato!!!---repitió inuyasha aún intentando entender, lo que había oído.

-como es que quieres que te crea cada tontería que sale de tu boca. Aún no me explicas como es que según tú tienes a las supuestas hijas de Rin---dijo con sarcasmo, tratando de desenmascararla---crees que voy a creer algo de tu parte, cuando ya me mentiste hace 5 años.

-Mita Kido. - - pronunció como su  As bajo la manga.

"Mita kido, quien era esa persona" se preguntaba Inuyasha mientras miraba a su hermano que precia no inmutarse.

-Mita Kido era mi madrastra, y acaso no recuerdas de quien era madre.

Sesshomaru se quedó en silencio, recordaba haber escuchado ese nombre un innumerables veces de su castaña y haberlo leído en esa lápida, una vez cuando la acompaño.

-por eso hace 5 años tenía en mis manos las escrituras de la casa de Rin---soltó rápidamente ---eso es lo que tanto querías saber, la razón de porque tenía en mis manos esa casa.

-Era porque su dueña me lo entrego.

Sesshomaru no concebía aquella idea y el dónde estaba ahora ella.

-¿Dónde demonios está ella ahora mismo?---cuestiono algo molesto y  chocheado por toda la información que acababa de recibir.
Necesitaba que ella se lo dijera y no una intermediaria que no había pedido.

"Quería verla a ella y que le explicara todo"

-ella?---Kagura divago por un momento en lo que respondería.

-...

-¡cuñado!, ¡cuñado!--La estruendosa voz de la mujer de su hermano, lo distrajo por un momento.

"Quería que se largara y se callara"

-tu madre se llevó a las niñas.

-como permitiste esto.....---respondió su esposo algo alterado, mientras se acercaba a su esposa.

Sesshomaru sólo la miraba con una mirada asesina, pidiéndole explicaciones de lo que sucedia.

-Yo me fui por un momento y dejé a las pequeñas con Moroha y mi madre, mientras iba a traer unas bebidas---explicó algo alterada, recordando los detalles de lo sucedido. --- cuando regresé me encontré con que ellas no estaban. Mi madre me dijo que vino una señora con cabellos peli platas y se las llevó a la fuerza. --Soltó por último en un llanto, por no haber cumplido con aquel pedido y haberlas protegido---lo siento cuñado.

Sesshomaru algo furioso, salió de la habitación sin antes decir.

-Esta conversación no ha terminado--advirtiendo que regresaría, cuando solucionara esta situación.

Inuyasha que tenía la mano de su esposa y trataba de consolarla, lo siguió.

Para Kagura que ya había cumplido con su función de entregarlas, ya no había nada más que la atase a ese lugar.

-¿Ellas realmente son sus hijas?.--cuestiono Kagome , mientras Kaguran salía de la habitación.

Ella asintió ligeramente mientras salía---ve a recoger las pequeñas cosas de las ratoncitas a lobby---dijo por último, antes de retirarse de aquella habitación.

Ya había cumplido con su cometido y ahora debía alejarse lo más posible de aquellas ratoncitas.

"Mientras menos involucrados estuviera, estarían a salvo" pensó mientras cruzaba el gran umbral, por el que momento antes había ingresado.

Salió de aquel gran hotel, sin decir nada y sin que la vieran, subió al auto que la esperaba.

-te encargaste de lo que te pedí---hablo ni bien subió al automóvil, este solo asintió.
-Es hora de volver - ordenó a su chófer para que este empezará a manejar.

Abrió una de las ventanas del vehículo y miro al cielo y suspiro fuertemente.

Saco de su bolso un cigarrillo y lo empezó a fumar.

-Pequeña Mini, es lo único que puedo hacer por ellas. - - -Susurro mientras sentía la brisa del automóvil en su piel.

"Solo espero que él no defraude tu confianza una vez más"

Continuara...

Como vieron Kagura por el momento no dirá nada sobre lo que sucede, aun solo ha sacado algunas cosas a relucir que son importantes.

Solo diré que aún falta muchas cosas por saber, para ir desenredado toda la verdad. No todas las cosas son lo que parecen.

Espero que les gustara fue un poco difícil de escribir esta parte por los detalles que me olvide y lo que tuve que volver a escribir.

Nos vemos la siguiente semana. Esta estaré muy ocupada en un proyecto muy importante para mí.

Deséenme suerte y que tengan una linda semana.