Capítulo 15 - ¿Estás dormida?
Eran alrededor de las 4:00 a.m cuando el avión estaba aterrizando en el aeropuerto de Miami. Faltaban algunas horas para que salga el sol, pero la actividad en la ciudad, como siempre parecía de lo más normal.
Pese a que había podido descansar un poco, era obvio que en un avión es imposible dormir plácidamente... al menos para mí, mucho menos cuando hay alguna turbulencia y precisamente en mi caso, estás muriéndote del miedo.
<<Me he dado cuenta, por las lindas ojeras que adornan tu rostro>>
Estoy más que segura que es cierto.
— Señorita, Dane. Buenos días —menciona un hombre fornido y con cara de pocos amigos llamando mi atención mientras caminaba hacia la salida. Vestía todo de negro y parecía ser un guardaespaldas.—El Sr. Ricky la está esperando en el auto—dice serio y me hace una señal con la mano para que lo acompañe. Asiento y aunque un poco intimidada comienzo a caminar con él detrás de mí.
Llegamos a un auto negro de lujo con vidrios oscuros, donde fuera de él se encontraba de pie otro guardaespaldas, me saluda con un asentimiento y procede a abrir la puerta trasera del auto para que pueda entrar. Dentro se encontraba Ricky y me dedica una sonrisa apenas me ve.
— ¡Hola, linda! Siento mucho el haber pedido que vengas tan tarde—dice en saludo y me da un abrazo cálido.
El auto tenía la calefacción encendida porque estaba haciendo un poco de frío por la hora de la mañana, lo que para mí era un gran alivio ya que estaba comenzando a temblar un poco allí afuera.
—No te preocupes, no ha sido mucho... solo no dormir muy bien y estar un poco asustada, pero nada más—digo divertida y ambos reímos. El auto es encendido y nos empezamos a mover por la ciudad. —No te hubieses molestado en venir a recogerme, podría haber ido a mi casa sin ningún problema y esperar a que amanezca para ir a la tuya—explico y el niega.
—Esto es importante, no hay mucho tiempo que perder... y no vamos a tu casa ni a la mía, por ello vine a recogerte—menciona un poco serio y no digo absolutamente nada por un largo tiempo, hasta reconocer hacía donde nos dirigíamos.
— ¿Vamos a casa de los chicos?—pregunto casi susurrando para mi misma pero soy escuchada por Ricky. Asiente y enarco una ceja sin entender.
<< ¿Alguien me puede explicar lo que sucede? >>
Cuando llegamos todas las luces de la casa están apagadas a excepción de la habitación de Christopher. Quizás se quedó dormido con la luz encendida sin percatarse.
Bajamos del auto y Ricky marca un número. Espera varios segundos y al parecer la persona atiende.
—Joel, lo siento mucho por molestarte a estas horas—dice, hace una pausa y luego continua.— ¿Puedes bajar y abrir la puerta, por favor?—inquiere y asiente. — ¡Listo!—menciona y cuelga.
Se acerca a tomar mi equipaje que había sido bajado del auto por uno de los "hombres de negro" y toma mi muñeca para acercarnos a la puerta. Cuando lo hacemos, Joel al mismo tiempo abre la puerta y Ricky le dedica una sonrisa. Mientras tanto yo, estoy con cara de poker porque no entiendo absolutamente nada de lo que sucede.
— ¿Dane?—pregunta confundido Joel y me encojo de hombros. Dirige la mirada hacía Ricky y éste no dice nada.—Buenos días... pasen—dice haciéndose a un lado y Ricky entra primero jalandome tanto a mí como a mi equipaje.
—Mil disculpas de nuevo por la hora, pero sabía que eras el único que escucharía el celular y se levantaría... todos los demás duermen como piedra —dice divertido y me pide que me siente.— ¿Estás demasiado cansada?—pregunta hacia mí y niego. Al parecer me había convertido en una muda desde que llegamos aquí.—De acuerdo, voy por Christopher—dice y mi corazón se detiene por milésimas de segundos.—Joel, por favor, ¿puedes preparar algo de café?—pide y Joel asiente. Me mira confundido por segunda vez y camina hacia la cocina para preparar el café.
¿Dijo Christopher?
¿Será que se enteró de todo?
Me pongo de pie realmente nerviosa y camino de un lado al otro. Decido ir a la cocina por un poco de agua.
—Hola de nuevo, Joel—digo nerviosa y me sirvo el vaso más grande de agua que hay en la alacena. —Moría de sed—digo respirando con dificultad y Joel simplemente me mira extrañado.
—No entiendo absolutamente nada—dice negando confundido. Lo observo y le revuelvo el cabello.
—Ya somos dos, Joelito—digo con una sonrisa forzada y vuelvo a servir un poco de agua.
—Dane, ven por favor—dice Ricky detrás de mí y aprieto tanto el vaso que parece que voy a romperlo.
— ¡Claro! —digo con demasiado énfasis haciendo que mi nerviosismo sea más notorio. Dejo el vaso, tomo aire, me doy vuelta y camino hacia donde está él.
Cuando llegamos al salón no hay nadie más que nosotros. Lo miro extrañada y él me señala las escaleras.
—Vamos, quiero que sea una sorpresa para él, al parecer no ha podido dormir muy bien—dice tranquilo y asiento.
Aquello me confirma que no sabe absolutamente nada.
Y realmente no quiero verlo... no quiero verlo porque sé que moriré por abrazarlo y quizás no me contenga.
Ambos subimos hasta llegar al siguiente piso. Caminamos por el pasillo y el primero en entrar a la habitación es Ricky mientras yo me quedo parada a pocos centímetros de la puerta. Escucho como le habla a Christopher y luego escucho a Zabdiel hablar, seguido de Erick y Richard.
¿Acaso todos están allí?
Minutos después llega Joel quien me mira aún confundido y entra a la habitación con varias tazas de café y unos panesillos. Escucho como los chicos se alegran por el servicio inesperado a la habitación por parte de Joel y escucho unos pasos acercarse a la puerta.
— ¿De qué sorpresa hablas?—es la voz de Christopher y doy un paso atrás como acto de reflejo.
¡No quiero verlo!
—Solo asómate en la puerta—dice Ricky en tono contento y al parecer Christopher hace caso omiso de ello. Da varios pasos hacia la puerta y yo hago lo mismo caminando en sentido contrario.
¡No puedo verlo!
Y aunque trato de girarme para salir huyendo, justo es ese momento lo tengo frente a mí.
Nuestras miradas se cruzan en el momento menos esperado y de inmediato en su rostro se dibuja un gesto de sorpresa. No decimos nada y decido desviar la mirada. Tomo todo el aire que puedo y me giro decidida hasta seguir caminando por el pasillo directo a las escaleras.
Me detengo al sentir la calidez de su mano envolver mi muñeca y apretarla suavemente pidiéndome que no me vaya. Respiro con dificultad y me giro, sus ojos están cristalizados y puedo notar que está pálido y con unas ojeras mucho más notorias que las mías.
—N-no entiendo—dice pestañeando varias veces y se acerca a mí. Lo miro sin desviar ni un momento la mirada de la suya y luego cierro los ojos para tratar de tranquilizarme.
¿En qué momento Christopher se convirtió en alguien indispensable para mi vida?
¿Por qué me hace sentir tan débil?
—Ri-Ricky me pidió que viniera—explico.
Sentía como apretaba tanto los ojos que empezaban a lagrimear sin querer. La mano de Christopher ya no estaba apretando mi muñeca por lo que decido abrir los ojos.
Aún está frente a mí y ni siquiera pestañea.
—¿Estás bien?—pregunta y asiento automáticamente.
Se escuchan pasos venir desde la habitación de Christopher. Cuando ambos observamos, eran Ricky y todos los chicos. El único que tenía una sonrisa dibujada en su rostro era Zabdiel y no entendía el porqué.
— ¿Ahora si podemos hablar?—inquiere Ricky y ambos asentimos sin decir nada más.
Los chicos bajan dejándonos a los tres solos y tanto Christopher como yo entramos en la habitación donde ya estaba Ricky sentado en la cama.
—Bien, necesito que me cuenten absolutamente todo acerca de lo que sucede entre ustedes—pide mirándonos serio. Se cruza de brazos y el silencio llena la habitación. — ¿Y bien?—pregunta y tomo aire para hablar. Pero Christopher se adelanta.
—La verdad es que...
—Todo está muy bien, solo fue una discusión—digo interrumpiéndolo y éste me mira perplejo. Sonrío con mucho esfuerzo hacía Ricky pero consigo que se ponga en posición más relajada. Da un gran suspiro y luego nos sonríe a ambos.
—Realmente estaba preocupado de que ocurriera algo más serio... saben que todos son importantes para mi, algo así como mi otra familia y deseo lo mejor para ustedes.—menciona y nos toma de la mano a ambos—Espero que ahora que se tienen uno en frente de otro puedan aprovechar estás horas para pasarla bien—dice alegre y se pone de pie. Camina hasta la puerta y se gira hacia nosotros de nuevo.—Por cierto, Dane, necesito que no te vayas a Ecuador hasta mañana.
¿Qué?
—Pero, pensé que hablaríamos y luego podría irme—digo confundida.
Christopher está sentado a mi lado y simplemente mira intermitentemente entre Ricky y yo sin querer decir nada. Al parecer está más que sorprendido de mi decisión de no contarle a Ricky que ya no estamos juntos.
—Lo sé, Dane, pero tienen compromisos para más tarde—dice con picardia y sonríe al notar que no entendemos.—Tienen una entrevista como pareja... nada de CNCO o la fabulosa Dane Vera... hoy serán simplemente la pareja del momento, Christopher y Dane. Los fans están locos por esa entrevista y no podía negarme... además, se divertirán mucho... mientras tanto, descansen, ambos tienen unas ojeras que asustan —explica finalmente y sale de la habitación dejándome con la boca abierta.
<<Creo que lo mejor hubiese sido contarle todo>>
—Si no quieres, podem...
—No, está bien—respondo y me pongo de pie.—Ya es un compromiso, tú más que nadie sabes que soy responsable con mi trabajo—explico y me sobo las sienes.
¿Toda una tarde con Christopher?
¿Es que acaso es una conspiración en mi contra?
—Lo sé, pero no entiendo porqué no dijiste la verdad—dice frunciendo el ceño. Lo miro consternada y no sé que responder.—Si hubieses dicho que no estamos juntos no tendrías que ahora sentirte miserable por pasar toda una tarde conmigo—explica enojado.
—Yo no...
—Tu mirada me dice mucho más que tus palabras, Dane... déjame hablar con Ricky y nos olvidamos de esta estupidez—dice exasperado y comienza a caminar hacia la puerta.
— ¡No! No puedes hacer eso, Christopher... quiero estar tranquila ¿de acuerdo?... no quiero que de ahora en adelante los periodistas estén detrás de nosotros, no quiero darle explicaciones a nadie, ni quiero que haya malentendidos. Sólo... sólo no quiero más dramas en mi vida—digo decaída y con ganas de llorar.
—Entonces, ¿qué propones, Dane?... ¿hacer como si nada? ¿sonreír y hablar sobre "nuestra relación" frente a una cámara mintiéndole al mundo entero?—menciona y comienza a caminar de un lado a otro.—No, Dane... no quiero eso. Prefiero mil veces tener que soportar a miles de reporteros o quizás los escándalos que se formarán, pero no puedo hacer como si estamos de lo más felices juntos cuando no es así... Me dolerá como no tienes idea, te amo demasiado como para soportar que finjas algo que no sientes—dice con el semblante triste y se sienta en su cama.
Tiene razón.
No puedo hacerle esto, pero tampoco quiero que los programas de farándula le hagan daño si se llegasen a enterar de lo sucedido.
—Christopher—digo y me acerco. Me pongo de cuclillas para estar a su nivel y poder hablar con él.—Lo siento por pedirte que hagas esto, pero por favor, no lo hagas solo por mi sino por ti... entiende que somos figuras públicas y cualquier error que cometamos puede ser la excusa perfecta para que traten de hundirnos. Sólo quiero ser feliz y que tu también lo seas —menciono sintiendo un nudo en la garganta.
—Creo que deberías descansar, el maquillaje no puede esconder algo así—menciona cambiando el tema mientras acaricia sutilmente por encima de una de mis mejillas, justo donde se encuentra la marca de las enormes ojeras que debo tener.
—Está bien... iré a descansar si prometes que harás esto conmigo, solo por hoy—susurro sin dejar de verlo a los ojos. Él sigue acariciando ahora mi mejilla y asiente antes de decir algo.
—Solo si aceptas quedarte aquí conmigo—pide con mirada triste.—No he podido conciliar el sueño por más que he tratado, estoy cansado—dice y decido olvidarme de todo lo malo por ahora.
Asiento y le dedico una sonrisa reconfortante.
—Está bien, me quedaré a descansar contigo, pero antes necesito darme un baño—explico y él asiente. Nos miramos por varios segundos más y justo cuando estoy casi segura de que estoy por besarlo me pongo de pie sobresaltada. Salgo de la habitación y cierro la puerta.
Mi equipaje estaba en el pasillo, así que lo tomo y me dirijo a la habitación de huéspedes. Eran apenas un poco más de las 6 de la mañana por lo que aún teníamos algunas horas para dormir.
Me doy un baño rápido, me pongo un pijama de camisón y pantalón azul y me dirijo nuevamente a la habitación de Christopher. Toco la puerta y cuando él abre se nota realmente sorprendido de mi presencia.
<<Estoy segura que pensó que no volverías>>
Él ahora también luce recién salido de la ducha y se está secando el cabello a diferencia de mi que no me molesté en hacerlo. Cierra las cortinas para que los rastros de luz no entren por la ventana y ambos caminamos hasta la cama. Me acuesto en mi lado y Christopher al momento llena el espacio vacío que dejé. Apaga la lampara que se encuentra en la mesita de noche y la habitación queda en obscuridad total.
Comienzo a sentirme nerviosa a pesar de que ninguno de los dos ha hecho algún movimiento. Trato de relajarme pero me detengo al sentir el brazo de Christopher rodear mi cintura y atraerme hasta él.
Me quedo inmóvil por un largo rato y de inmediato siento como Christopher acaricia por debajo de mi camisón, dibujando pequeños círculos imaginarios con sus dedos en la parte baja de mi estómago. El inesperado gesto hace que me relaje por completo aunque no pueda dormir.
—¿Estás dormida?—inquiere en un susurro sin dejar de acariciarme.
—Pensé que estabas cansado—digo un poco burlona y escucho una pequeña risa salir de sus labios. Él corazón me da un brinco inesperado ante eso.
—Realmente sí, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de tenerte aquí conmigo—responde y deja de acariciarme. Se mueve un poco en su sitio y sé que su rostro ahora está a centímetros del mío porque siento su cálida respiración haciéndome cosquillas.—Lo siento, Dane—menciona y roza con sutileza sus labios contra los míos haciendo que sienta una pequeña descarga recorrer mi cuerpo.
Vuelve a realizar el mismo acto y sigo sin reaccionar de mala o buena manera. Estoy en cualquier otra parte lejos de mi conciencia.
Esta vez si me besa de verdad, pero es un beso delicado y suave. Me acaricia un poco más arriba del vientre y aquella electricidad vuelve a aparecer. Y es allí cuando ese pequeño evento me parece suficiente para dejarme llevar por mis sentimientos.
Lo tomo de una de sus mejillas y ahora soy yo quien busca sus labios para besarlo con más ansías de la que debería. Me corresponde haciendo el beso más intenso y aprieta con una de sus manos parte de mi cintura para acercarme más a su cuerpo.
Se vuelve a mover hasta quedar encima de mí apoyado por sus piernas y brazos teniendo cuidado de no aplastarme o invadir mi espacio personal. No deja de besarme ni yo a él hasta que sentimos que nos falta la respiración. Tomamos el aire suficiente y volvemos a besarnos con más ganas que hace unos segundos.
Sus caricias en mi vientre vuelven al acecho y estoy prácticamente con el camisón a centímetros de mi busto dejando todo mi abdomen y cintura desprotegidos para Christopher. Deja de besar mis labios y se dirige a mi cuello dejando pequeños besos húmedos desde mi mandíbula. Se detiene y comienza su nuevo rumbo hasta la abertura del escote donde comienzo a ponerme nerviosa por la situación pero sin embargo me gusta mucho.
—Te amo, Dane—susurra con voz ronca contra mi oído y vuelve a besarme intensamente sin dejarme responder. Una de sus manos mantiene una de mis mejillas para besarme mejor y la otra está haciendo su camino mucho más arriba de mi estómago, donde nunca ningún chico ha llegado en mis 20 años de vida. Acaricia con sutileza uno de mis pechos y de inmediato retira su mano para no incomodarme, dejándome la oportunidad de detenerlo.
Para de besarme también y apoya su frente contra la mía jadeando un poco por la falta de oxígeno. Aún mantiene su mano cerca del punto donde acaba de tocarme pero no la mueve. Puedo sentir de inmediato que su cuerpo está temblando, así que acaricio su rostro para que conserve la calma.
— ¿Te sientes bien?—pregunto un poco avergonzada. Definitivamente mis mejillas ahora deben parecer semáforos en rojo, por lo que agradezco estar en completa obscuridad con Christopher.
—S-sí... ¿estás bien tú?—inquiere y retira la mano de debajo de mi camisón para apretar mi mano que sostiene su mejilla.
—Estoy bien—menciono y tomo aire—pero... no creo que esté bien todo esto—digo y siento como mueve su rostro asintiendo.—Pe-pero tampoco... tampoco quiero detenerme—musito aún más avergonzada y vuelve a besarme con pasión.
Se mueve con destreza hasta dejarme encima de él, ahora invadiendo ambos el espacio del otro. Sin previo aviso toma por debajo de mi camisón y lo sube hasta dejarlo fuera de mi cuerpo, se libera de su camisa y vuelve a besarme tomándome por sorpresa. Todo pasa tan rápido que no soy consciente de ello hasta que siento sus manos tomando mis pechos.
—Chr-Christopher—menciono con dificultad y hace otro movimiento para dejarme bajo él otra vez. Se recuesta sobre mi y el sentir la piel de su pecho contra el mío me vuelve hacer olvidar que estaba a punto de pedirle que se detenga.
Trato de pensar en otras cosas que me ayuden a recapacitar.
¡Eso es!
Esto está mal... Christopher y yo no somos novios, y aunque lo fuéramos, apenas teníamos un poco más de 3 meses. No es el momento indicado para hacer cositas con él.
<<Sólo déjate llevar, Dane>>
¿Dejarme llevar?
¡Nunca he hecho algo así con nadie! ¿Y quieres que me deje llevar?
Creo que hace mucho ya pasó la línea que cualquier otro chico y más ahora cuando está a punto de deshacerse de mi ropa interior.
¿¡Mi ropa interior!?
—Christopher, para por favor—menciono lo más rápido que puedo y cierro los ojos asustada. Siento que se mueve por encima de mí y escucho algo hacer click.
Abro los ojos y las luz de la mesita de noche ahora está encendida.
Christopher está de lo más sexy con el cabello despeinado y los labios rojos e hinchados. Cuando me percato más en él, puedo ver que está apenas en boxer. Me quedo embobada varios segundos por tenerlo frente a mi de esa manera a la vez que siento mis mejillas arder.
Wao, en qué momento pasó todo esto.
Siento un leve frío recorrer mi cuerpo y recuerdo de inmediato que estoy totalmente desnuda de la cintura para arriba y que lo único que tapa mi parte baja es mi ropa interior negra de encaje.
— ¡Dios! ¡Apaga la luz!—chillo realmente avergonzada y tratando de taparme con mi manos. Christopher no reacciona porque al parecer quedo igual de impresionado que yo al verme semi-desnuda frente a él.
Tomo la sábana de la cama y me cubro lo que más que puedo para levantarme y salir corriendo a encerrarme en el baño.
¡Trágame tierra!
--------------------------
La cosa se puso candente >O<
Holiwis CNCOwners!!!
Antes que nada, no me maten. Tengo grandes justificaciones por desaparecerme todo este tiempo. Resumiendo, he estado enferma (con una gripe y tos del demonio que me tumbó en la cama varios días), además de tener que ir a la universidad varias veces por unos trámites y también por la matrícula.... Y chan chan chan chan... Hoy empecé clases del nuevo semestre :/ *llora en un rincón*
Juro que no tuve tiempo ni cabeza para tantas cosas!!
Pero no quería hacerlas esperar demasiado tiempo, por lo que decidí tomar de mis horas de sueño xD para actualizarles. Para que vean que las JAMO DE VERDAD.
Y dejando esto claro como agua turbia... ¿qué tal el capítulo? Jajaja como que hacía mucha calor aquí... Siendo sincera, no sé como le hice con el capítulo de hoy porque borraba una y otra vez lo que escribía, soy un desastre narrando escenas candentes :v *le tiran un zapato* ...Aún así, espero que les haya gustado. Ha sido el cap más largo hasta ahora de todos los capítulos que he escrito.... ¿Qué dicen? ¿Creen que Dane afloje? xD :v OK, NO.
Me despido con un enorme beso de mi parte. No se olviden de dejar su estrellita si el capítulo les ha gustado y escriban cualquier comentario aquí abajito.
LOS LEO TODOS (^O^)/
Elena :P
Fin de la transmisión: *Hora de dormir*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top