CAPÍTULO 2: Lluvia de chocolate
Al día siguiente
Danna
«❤ Querido diario ❤:
No tengo cara para mirar a Benjamín a los ojos.
¡No tengo!
Hoy por la mañana él vino a recogerme para llevarme al colegio. No siempre lo hace, hoy me tomó de sorpresa.
Y ahí me encontraba yo, esperando a que pasara el Puma Katari (dado a que mi casa estaba a una cuadra de su parada) y comiendo mi matutina gran bolsa de chocolates almendrados de la mañana. Bueno, hoy eran dos, estaba inaugurando la segunda y justo cuando me llevaba un puñado a la boca lo vi.
Veía a Benjamín cruzando la calle y viniendo hacia mí. Más bien no me vio así, pues oculté mis chocolates rápidamente en el bolsillo de mi chompa azul y puse mi mejor sonrisa.
-Hola, sweetie -me saludó dándome un dulce y breve beso en los labios-. ¿Qué guardaste? -quiso saber.
Mierda, pensé.
-Este, eh... ¡nada! ¿Por qué no me avisaste que vendrías?
-Porque quería sorprenderte. Ya ándale, mostrame -jugueteó hurgando mis bolsillos, sonriendo travieso.
-Que no era nada, Benjo, dejá -intenté zafarme, empero, no lo conseguí.
-Oye, no seas así, porfas.
-Que no, no seas pesado.
-Sonrojada. Seguro es una sorpresa para mí, estamos solos, mostrame -insistía.
-Bueno, este, ¡sí! Pero es sorpr...
¡Y plaf! Mis chocolates salieron disparados como lluvia y yo en un movimiento torpe tropecé con ellos, cayendo de trasero, rebotando. Y ahí me quedé.
-Sweetie, lo siento, yo... No pensé que eran tus golosi... -Él intentaba dispensarse muy apenado, y yo levantarme; mas volví a caer, y esta vez de rodillas.
Las lágrimas inevitablemente humedecieron mis ojos.
-Te ayu... -Quiso ofrecerse Benjamín, no obstante, no tenía ni cara para mirarlo, así que lo dejé con la mano extendida y salí corriendo.
Claro, trastabillando en mi torpe andar. La frustración me ganó y como consecuencia me puse a llorar, corriendo en ese estado hacia el colegio. Sin pensar en que podía llegar tarde.
¡Agh! ¡Me odio, me odio, me odio!
Es que ahora Benjamín debe pensar que soy una glotona descontrolada y torpe, pues me caí dos veces casi al instante, como si fuera una niña de cinco años.
¿Y si se lo contó a sus amigos? Encima llegué tarde a clases.
Me-quiero-morir».
N/A:
¿Dramática nos resultó Danna, no? Es que justo esta historia está llena de eso: dramaqueen. Aunque en serio sufre la pobrecita.
¿Qué de verdad pensará Benjamín de lo ocurrido?
¡Besos!
ANEXOS:
1. Puma Katari: Servicio de bus perteneciente a la Alcaldía.
2. Mostrame: Muéstrame. Acá en La Paz es un término coloquial y muy común.
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