Benjamín

Ella tuvo la reacción prevista, sonrojándose a más no poder.

Esas son algunas cosas que amo de ella.

—Son... son muy lindas Benjamín, gracias —me las recibió y se acercó para besarme, pero de inmediato se alejó.

—¿Qué pasa? —le pregunté con el ceño fruncido.

—Pasa que... —mordió sus uñas mientras pensaba—. ¡Perdóname Benjamín! Pasa que no te merezco.

—¿Por qué dices eso? Si eres la novia más linda y graciosa que puedo tener.

—Gra ¿graciosa?

—Sí, eso —sonreí inocente.

Pero sin saberlo ya había metido la pata.

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