Enciendo la televisión y me quedo boquiabierta al ver una imagen mía liándome con Garnacho. ¡Me cago en todo!

Mi teléfono empieza a sonar y veo que es Garnacho. Con un suspiro, acepto la llamada.

—¿Qué hacemos? —me pregunta Garnacho, preocupado, desde el otro lado de la línea.

—¿También lo has visto, verdad? —pregunto, sintiendo la tensión en el aire.

—La pregunta es, ¿quién no? —responde él, con resignación.

—Tenemos que hacer algo, no podemos dejarlo así —digo, nerviosa por las posibles consecuencias.

—Bien, si quieres puedo llamar a un amigo de aquí y decirle que te entrevisté y que fue un malentendido —propone Garnacho, tratando de encontrar una solución.

—Hazlo, por favor. Cuanto antes mejor —le suplico, agradecida por su disposición a ayudar.

—Prepárate, en menos de una hora estará aquí el entrevistador —dice Garnacho, con determinación.

—Vale, pero, ¿qué se supone que debo decir? —pregunto, sintiendo un nudo en el estómago.

—Dile que fue un error —responde él, con cierta amargura en la voz.

—¿Para ti fue un error? —pregunto, queriendo saber su opinión.

—Joder, no lo sé. Creo que quizás hemos ido demasiado rápido —confiesa él, mostrando cierta duda.

—Bien, después hablamos. Tengo que prepararme para la entrevista —digo, con determinación.

—Vale, adiós —dice Garnacho, y cuelga la llamada.

Me cambio rápidamente, optando por un vestido negro holgado y alisándome el pelo. Cuando suena el timbre, corro a abrir, encontrándome con el entrevistador ya en la puerta.

—Empezamos —dice el entrevistador, ajustando la cámara.

—Bien —respondo, tratando de mantener la compostura.

—3, 2, 1, ¡acción! —anuncia el entrevistador.

—Buenos días a todos, aquí estamos con Laia Hernández, la famosa hija del entrenador y exjugador del FC Barcelona —comienza el entrevistador.

—Hola, chicos —saludo, forzando una sonrisa a pesar de los nervios.

—Seré directo, ¿qué hay entre tú y Garnacho? Vimos imágenes de vosotros besándoos —me pregunta el entrevistador, sin rodeos.

Laia sonríe, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

—A Garnacho le conocí hace poco y es genial, pero lo que pasó fue una equivocación —digo, intentando mantener la calma ante la cámara.

Pedri, Garnacho y Gavi observaban la entrevista desde su habitación, con expresiones de preocupación y curiosidad.

—Bien, pero, ¿por qué se besaron? —pregunta el entrevistador, sin evitar el tema incómodo.

—Simplemente él andaba triste y quería que se animase. Yo no siento nada por él, se podría decir que siento cosas por otra persona —explico, tratando de ser honesta sin revelar demasiado.

—¿No podría haber algo entre ustedes dos? —insiste el entrevistador.

—No, solo es mi amigo, chicos —respondo, forzando una risa nerviosa.

—Bien, ahora otra pregunta que no tiene que ver con el jugador del Manchester, sino con otro —anuncia el entrevistador, cambiando de tema.

—¿De quién habla? —pregunto, curiosa por saber de qué se trata.

—Pedro González, o Pedri, como le llames. Los últimos días se les ha visto muy unidos, e incluso llevabas la camiseta de Pedri en el partido de ayer —expone el entrevistador.

—Vaya, él es mi amigo. Nos conocimos hace poco y le considero como un amigo de toda la vida. Hemos conectado bien, pero por ahora no creo tener nada con él —respondo, tratando de ser diplomática.

—En todo caso, gracias por esta entrevista, Laia —dice el entrevistador, dando por concluida la conversación.

—A vosotros. Tengan buen día —despido con una sonrisa forzada, deseando que terminara cuanto antes.

Chicos yo no quiero nada entre Garnacho y Laia, es solo para poner celosos a nuestros protagonistas :)

¿Francia o argentina?

Laia mentirosa AJAJAJAJAJ

Cuando Gavi y Pedri vean a Laia le van a montar la del siglo AJAJAJAJAJ