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Xue-yun ha pasado horas en la tina y no ha salido desde el amanecer. Sentado bajo el agua mirando y acariciando una figura que talló. La figura era su propio palacio —el palacio de sus hermanos y de su padre en el Sur—. Sus uñas limpias y redondas acarician las líneas profundas y su vista está borrosa por el agua que escuda sus ojos. Moretones adornan la longitud de sus brazos hasta su garganta y continúan hasta su ojo hinchado. Su largo cabello flota en el agua en ondas curvas que casi lo abrazan. Siempre le fascinó crear figuras. Primero comenzó con figuras de animales, luego personas, y eventualmente, lugares.
Su noche de bodas fue despiada y salvaje; como tener a un tigre suelto en un zoológico.
No sabe cuántas horas ha desperdiciado en esta tina, pero se siente seguro aquí.
—Señorito.— Alguien abre tras tocar. Xue-yun pega un brinco alterado. Abrazando la figura con todas sus fuerzas. —Lleva horas ahí dentro. Le traje una toalla.
—Pase.
El sirviente es el mismo que limpió su boca. Tal pasa y no puede evitar helarse. Ve al chico con un ojo hinchado y la piel irritada cerca de los labios. Tan sólo llevaba un día. Un solo día. Xue-yun baja el rostro para no ser visto. El sirviente razona y coloca la toalla sobre una gaveta. Atrás de la tina. —Estará aquí, señorito. Cualquier cosa que necesite estaré afuera.
—G--Gracias.
Cerca de partir, echó un vistazo a la figurilla del joven y no pudo evitar preguntar: —¿Es su casa? — Recibiendo un pequeño y temeroso «¿Qué? » antes de que el huésped entrará en razón.
—Oh, sí. Es mi hogar. Lo tallé yo mismo.
—Vaya, ¡eres genial! ¿Haces más?
—¿En serio te gusta? Pensé que mis hermanos solo me lo decían porque me querían. Excepto ZiMo, él me decía que eran feos. Luego se retractaba diciendo que eran lindos y que solo estaba celoso. — Ambos ríen. Aunque sea un poco. —Como sea, gracias. Ya he agradecido dos veces, perdóname.
—No, no pasa nada. Me parece tierno. ¿Tallas otras cosas?
—Sí. Yo siempre he querido hacer juguetes para niños. Pero, mi deber es ser el esposo de alguien.
—Aún puedes ser más que solo el esposo de alguien.
—¿De verdad lo crees?
—Con todo este dinero, deberías aprovechar. ¿Podrías tallar un juguete para mí hermano pequeño? Le gustan mucho los caballos.
—¡Amaría hacerlo! Espero tener tiempo para ello.
—Cuando estés cómodo, Xue-yun, no debe ser ahora--
—¿Hablas en lugar de trabajar? — Tor aparece en la puerta del baño. Mirando fijo al sirviente. El sirviente se cabizbaja con ambas manos frente su regazo. «Disculpe, majestad. Ya me iba. Le dejé una toalla al señorito. », suena genuinamente apologético.
—No te vayas, — Obliga Tor metiéndose a la bañera. Exhalando profundo. Entró sin ropa. El sirviente lo observa. —quiero que te quedes aquí y veas lo que el señorito hace. A ver si lo seguirás llamando igual. — Acto seguido gruñe un: «Ven acá» hacia Xue-yun. Lo sienta en su regazo tras darle la vuelta y Xue-yun se sostiene al margen de la tina, aterrado.
—Tor, por favor. — Susurra el chico antes de ser abrazado de la cintura y sujeto de un hombro para comenzar las embestidas. Robándole inevitables y avergonzados gemidos. El sirviente intenta no mirar aunque le es imposible no oír. El agua chapucea sin parar y las manos del chico emiten sonidos al resbalar. Se aferra fuertemente a la figura del palacio.
•••
Para cuando Nanon (el sirviente) es ordenado salir de allí, está hiperventilando. Traumado y furioso. Ver algo tan injusto sucederle a una buena persona lo descarrilaba por completo. Respiró varias veces, en orden de calmarse. Solo pudo suspirar. Dejó el aire correr por sus pulmones hasta recuperar la postura. No era asunto suyo lo que sucediera con el señorito. Pero mientras más pudiese distraerlo, mejor. Ese día decidió que distraer al nuevo huésped sería su prioridad.
Marchó a la cocina para dejarles saber a los cocineros que quería cenar el rey hoy.
°°°
Xue-yun sigue en esa tina, limpiando la espalda de su esposo con una esponja mientras Tor revisa la figura. —¿Esto lo tallaste tú?
—Sí. Lo tallé yo.
—Se te da bien.
—Gracias, majestad.
El esposo tira la figura fuera de la tina. —No quiero que lo mires más. Pensarás en tu hogar. Puedes hacer lo que quieras en este castillo, mis deberes no me permiten estar aquí todo el tiempo. Si quieres estar con ese sirviente, adelante.
—Yo no quiero--
—No me interrumpas.
—Perdone. Es que no quiero que me malinterpreté. Ni siquiera lo conozco.
—Da igual. — Tor se encoge de hombros por un breve momento. —Tienes prohibido abandonar el palacio y mientras yo esté, no quiero verte hablando con nadie. Ni con tu propio reflejo. ¿Me entendiste?
Xue-yun siente el aire en su pecho comprimirse. Cierra los ojos eludiendo el urge de llorar. Afloja las cornisas de la boca, pero resiste. «¿Me oíste? » Tor entona el segundo llamado y él asiente repetidas veces. Limpiando con lentitud su espalda.
«Debo encontrar una manera de salir de aquí. » Piensa.
•••
Mew baja uno de los pasillos del palacio súper emocionado con un abanico cerrado en mano. A centímetros encuentra una pandilla de sirvientas hablando. Contando chismes. —¿Han oído al rey Gulf gemir? Lleva toda una semana así.
«Es muy sexy.» Aporta una cubriéndose la boca tras dos manos. Actuando tímida. Las demás aullan emocionadas, pero prosiguen: «¿Qué creen que haga el nuevo rey para hacerlo gritar así? ». Orgulloso, Mew abre el abanico y se dirige a ellas cubriendo mitad de su rostro.
—Señoritas, — Con solo presentarse todas ellas voltean escandalizadas y se inclinan ante él alabando: «¡Majestad!». Pero él simplemente ríe. —no tienen por qué inclinarse, tranquilas. Es solo que no pude evitar escuchar su -interesante- conversación.
«Cuánto lo lamentamos. »
—No tienen que disculparse, chismosas. — Reprende Mew a través del abanico, mirándolas serio. Todas alzan los rostros sorprendidas. Hasta que él cierra el abanico con una sonrisa maquiavélica. —Si yo soy como ustedes.
Todas intercambian miradas emocionantes. —¿Quieren saber cómo hago al rey gritar? — Intentan controlar sus chillidos mientras que la tranquila sirvienta que Mew ayudó sale de la cocina y posa en la puerta al verlo hablar con las demás. Sonríe al ver cómo este rey sí interactúa con los sirvientes. Es una persona única en todo su esplendor; no le tiene miedo a lo que los demás piensen. Ni siquiera de lo que piensen los progenitores Song.
Aunque eso sí: es un chismoso.
°°°
Cuando Mew termina, sale a explorar la ciudad con Gulf quién camina a su lado acostumbrado a todo. Pareciendo un águila incapaz de inmutarse con un feliz Golden Retriever a su lado. Mew gritaba ante cada cosa o lo jalaba de un brazo a una tienda. «¡Mira eso! ¡Es hermoso! »
«¿Lo quieres? »
«¡Nop! »
Y así, irían de tienda en tienda hasta finalmente recorrer todas las calles de la Nación Song. Llegaron a un balcón con vista al océano y sus botes. —¡La Nación del Norte es increíble, Gulf! — Respira el agradable aire del exterior y lo exhala aún más enamorado.
—Me alegra que te guste la Nación del Norte, Mew. Aunque no puedo entender algo.
—¿Qué?
Mew voltea y Gulf lo acorrala. Posando ambas manos en la baranda detrás del mismo y acercando sus rostros. —Pude haberte comprado muchas cosas. ¿Por qué no quisiste?
—Eso es porque no quiero aprovecharme de ti, Gulf. Eres alguien muy bueno. No quiero parecer... Parecer.... — Baja la mirada. —un cazafortunas.
Gulf ríe. —¿Un cazafortunas? ¿Tú? Jamás pensaría eso de ti. Somos esposos. Puedes pedirme lo que sea.
Mew sonríe antes de intercambiar posiciones. Acorralando a Gulf. Se miran feroces como leones hambrientos. Mew toma una de sus manos para besar el jade de su anillo. Gulf se le queda viendo en todo momento. Encantado por su belleza. Mew no usó ningún hechizo, ni tampoco jugó sució, tan solo fue él mismo y eso lo enamoró.
Asoman rostros para un beso, pero la mano de Mew tumba la bolsa de comida de pájaros fuera de la baranda y esta golpea alguien. Gulf mira atrás espantado.
«¡Lo siento! » Grita Mew.
«NO DEJEN QUE LOS ATRAPE, MALDITOS CRÍOS. » Un campesino amenaza desde abajo por lo que los esposos huyen. Y para mejor. Porque el hombre que sube al balcón traía una hoz. Los busca de lado a lado sin éxito mientras aquellos bandidos ríen.
Al llegar a las puertas del palacio Mew voltea. —¡Hemos corrido demasiado! — Respira.
Pero Gulf no se ve cómodo a medida que observa los cielos. Luce aterrado. «¿Gulf? Gulf, ya está bien. Se fue. » Calma Mew, pensando que es por el hombre.
—Oscurece. Será mejor que descansemos adentro. Mañana recuperaremos la comida para pájaros. — Se vuelve, hiperventilando.
—¡Sí! — Mew asiente.
°°°
Tarde en la noche, Mew gira en la cama. Corre una mano por las sábanas esperando sentir el cuerpo de Gulf, pero no siente nada. El espacio está vacío y frío. Abre los ojos con el ceño fruncido. Soñoliento aún. Inhala conforme sienta el cuerpo. «¿Gulf? » Pregunta al vacío del dormitorio.
Para esparcir chismes es vital ser curioso.
Arrastra los pies fuera de la cama. Al ponerse en pie desplaza una chaqueta seda sobre sus hombros, enciende una vela y sale al pasillo. —¿Gulf? — susurra.
La oscuridad es cada vez más aterradora y el pasillo interminable, pero quiere seguir.
La sirvienta de la semana pasada vuelve a salir de uno de los dormitorios, extrañamente cerrando el mismo con una llave.
—Mingxia, — Llama Mew. Haciéndola brincar. —¿has visto a Gulf?
—¿Qué? Uh, no, no lo he visto. — Miente. Mew puede percibirlo.
—¿Qué haces aquí a estas horas? Ya deberías estar durmiendo. Incluso traes tus túnicas.
«¿Quién está ahí? » La voz tras la puerta pertenece a Gulf, pero suena como la de un niño pequeño. Mew abre los ojos en grande. Llama el nombre de su amor antes de acariciar la puerta. «¿Vienes a jugar conmigo? »
—¿Por qué lo has encerrado? Abre la puerta en este instante.
—Majestad, usted no lo entendería. — Mingxia súplica.
—Es una orden, Mingxia.
—Son órdenes del rey Gulf y sus padres Song.
—¿Me estás desobedeciendo? He dicho que abras. Por favor.
Incluso molesto es caballeroso. Sus ojos son escudados por agua, y ha tensado el mentón.
Mingxia abre la puerta entonces. Rezando a Dios que no se asusté por lo que verá. Cuando retrocede junto a la puerta, Mew es capaz de ver....
*N/A: ¡¿Qué verá Mew?! AHHHHHHHH, espero les haya gustado el capítulo. Sobre todo ese cliffhanger tan suspensivo jajaja💖 ¿Planeará Xue-yun huir? 😭 (Es un bebé). Bueno ya pronto lo sabremos. *
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