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La amorosa madre de Mew y Yibo falleció en el año 1200. A ella se adhirieron enfermedades interminables que jamás la dejaban descansar, hasta que perdió la vida. Dejó este mundo solo para ser suplantada por la puta de Ghraib. Una mujer más mujer que madre. ¿A ZiMo? A ZiMo no le agradaba ni un poco. En cada pasillo se miraban mal. Con ella vinieron muchísimos más hijos y milagrosamente conservó su escuálida figura. Los chicos fueron Xuan-yu, First, y Cacao -una chica - todos con genes hermosos. En lugar de humanos parecían seres celestiales bendecidos por el Señor. Cada uno con defectos interiores: First es narcisista, Xuan-yu es torpe, y Cacao disfruta más de su lado masculino que su lado femenino. Incluso Mew tenía un defecto: comer mucho, mientras que el de ZiMo era ser desobediente.
Fue latigado en las piernas con un bambú, pero jamás se corrigió. Ni siquiera ahora que era adulto.
En un día tan común como cualquier otro First se encontraba en el jardín, observando su reflejo en un espejo compacto -cuyo decoro es un fondo azul con un sol en el centro - vuela un beso al reflejo entonces sonríe. -¿Cómo no amarte?, ¿quién no podría amarme? Soy todo un galán. Padre dice que no debería mirarme en el espejo todo el tiempo, pero, ¿cómo no hacerlo? - Apoya el mentón sobre una mano que simula un triángulo incompleto. Viéndose como todo un niño bonito. -Aish, está bien. Debería hacerlo. - Cierra el espejo para arrojarlo al costado de su cuerpo. Los brazos cruza berrinchudo.
-Haré caso y observaré, - Busca desesperadamente algo en el panorama que lo intrigue. -¡el río! Sí. Haré como ZiMo. - Agranda los ojos durante un segundo para centrarlos en el río que fluye con naturalidad. El sol centellea el agua como fuegos artificiales albos. Este jardín parecía bendecido por Dios pues aunque no recibiese el cuidado apropiado, brillaba cada día más.
First no ve a ZiMo acercándose de puntillas junto a Mew. Ambos acechando al hermano como liebres a la tortuga. Manos encorvadas como garras, pies en puntillas y sonrisas traviesas.
Con un salto gritaron: "GRAAAAAAAAAH" a los costados del menor, obteniendo un grito y bofetadas en las rodillas.
Cuando empezaron a reír, First cayó en cuenta de que no golpeaba osos, golpeaba las rodillas de estos bobos como si tratara de romper tablas de madera. Detuvo las manos en el aire y suspiró. -¿Ustedes otra vez? Cuándo me dejarán en paz. ¿Por qué no molestan a los demás?
-Los demás no son tan divertidos como tu. - ZiMo dice. Ambos hermanos mayores cruzan los brazos emitiendo sonrisas dignas de bravucones.
-Ustedes son los mayores, ¿no se supone que sean ejemplos a seguir?
ZiMo y Mew comparten una mirada. «¿Tu crees?» Finge consultar a Mew, mientras el mismo también finge: «¿En serio? », pero luego proceden a "Nah's" y "No's".
First aborrece el rostro. Pero no tienen tiempo de objetar cuando ven al hermano menor abandonar el dormitorio de Ghraib. Feliz como siempre. Sonriendo a las fantasías de su mundo inocente con las manos cerradas a los costados. Baja los escalones hacia el jardín sin escuchar el comentario de ZiMo. «Ahí viene el favorito de papá. » Los celos son notables. Pero es que era el más obediente de todos. Quizás por eso Ghraib lo mima demasiado.
Ante el comentario los demás ruedan los ojos.
-¡Mew! ¡Mew! - Los alcanza súper animado. -Papá quiere verte.
-No hace falta que me llames por mi nombre dos veces, Xue-yun, me van a estallar los tímpanos. - Mew gira su dedo meñique dentro de su oreja. Deja escapar un largo suspiro y se disculpa para ver a su padre. Su hermano mayor asiente, First no se inmuta y Xue-yun lo sigue con la mirada.
Dentro de la oficina de Ghraib, Mew posa frente a las puertas. Las manos juntas y los ojos entrecerrados. Mew tiene un hermoso cabello largo que le cubre la espalda. Negro como la noche. Sus cejas siempre enfadadas y su boca mandona. Guapo como el infierno, pero aburrido como un burro. -Querías verme, padre.
-Eso es obvio considerando que nunca vienes de visita sin una razón. Aparentemente, mis hijos no me recuerdan a menos que estén heridos. - Mew pone los ojos en blanco ante eso. -Pero no te preocupes, nadie está contando las faltas de respeto. - Ghraib se aclara la garganta mientras esconde un cuaderno debajo del escritorio. Aparentemente uno que sí cuenta las faltas de respeto. Mew levanta una ceja pero no se molesta en preguntar.
-Mi querido Mew, ¿recuerdas el deber que te he dicho?
-El matrimonio.
-Sí. El rey y la reina del clan Song aprobaron el matrimonio y nos visitarán mañana para que tu y el emperador Gulf Song de la Nación del Norte puedan reunirse.
-¿Mañana? ¿Ya? Pero padre, sé que me has enseñado a no preocuparme si era un hombre o una mujer, pero no sé nada sobre cómo dos hombres intiman.
-¡Oh! - Ghraib ríe un poco. -Oh. - Ahora se preocupa por la noche de bodas de su hijo. Los padres parecen un libro lleno de conocimientos pero no saben todo del mundo y aprenden junto a sus hijos. Ghraib no sabe nada sobre el sexo homosexual. Arregló matrimonios homosexuales para sus hijos solo porque sabía que los hombres -lamentablemente- tenían más poder que las mujeres. Viéndose nervioso, sugiere: -Ve a la biblioteca, hijo. A la sección de adultos. Allí encontrarás las respuestas que buscas.
•••
Fue a la sección de adultos de la biblioteca. Aunque no solo. ZiMo lo acompañó y ambos se sentaron uno al lado del otro -con los hombros a la altura- y miraron fijamente la página de una ilustración erótica. Los dibujos eran de estilo oriental básico: dos cuerpos pálidos con las mejillas sonrojadas en un dormitorio tradicional. El contenido expuso a un hombre medio tirado en el suelo si no fuera porque mantuvo las manos en el suelo como apoyo y las rodillas en el aire.
Su compañero tenía la polla enterrada en su interior y a juzgar por la posición de cohete en la que tenía el cuerpo, ya se la estaba metiendo. Nalgas en un rosa cálido.
-No creo que pueda manejar esto. - Mew levanta la cara, traumatizado.
-Y no puedo creer que tus ojos fueran tan vírgenes como tú. ¿Cómo no pudiste abrir una sola ilustración erótica a lo largo de los años?
-Siempre me dijiste que no lo hiciera.
-¡Pero ya tienes veinticinco!
-Yo solo... Me reserve para la persona con la que me casaría.
-Eres demasiado puro para este mundo, Mew. Y además muy obediente. Mi padre sabe que no puede casarme con un hombre. Le advertí que no compartiría la cama con un hombre y él moriría insatisfecho. Pero no soy virgen para quien sea mi esposa.
-Ojalá pudiera ser tan libre como tú, ZiMo. - Mew sonríe y ZiMo ríe comentando, "todo el mundo desea eso. "
-Ya se te subieron los humos a la cabeza. - La última respuesta de Mew hace que ambos se echen a reír.
•••
Al día siguiente por la mañana, se colocan tres sillas de manos fuera del palacio cerca de la entrada. Las sillas de manos rojas tienen cuatro sirvientes: dos adelante, dos atrás. Los emperadores separaron con sus manos las cortinas de cuencas que los escondían. Echaron un vistazo al palacio y pronto salieron.
-Dios, qué viaje tan largo. - Exhala dramáticamente la mujer y madre de Song, quien limpia el ligero rastro de sudor en su mejilla. Ignorando a los sirvientes realmente sudados que los cargaban. Esos no pueden evitar levantar una ceja ante su arrogancia. Se secó la mejilla con una bufanda verde.
Mientras tanto, su hijo, el emperador Gulf Song, usa un sombrero guan, un vestido aceituna y zapatillas negras. Mira los alrededores sin expresión. -Bienvenidos, - Saluda Ghraib en la entrada y los nobles le hacen caso. -mi hijo todavía está en preparación. Pero el viaje ha sido largo. ¿Les gustaría algo de té?
-Sí, por favor--
Mientras la mujer decía eso, los sirvientes de Ghraib vinieron por detrás con tazas de té caliente y, pensando que una era para ella, extendió su mano hacia una taza, pero los doce sirvientes se separaron para compartir el té con los sirvientes de las sillas. Los sirvientes sonrieron en agradecimiento y los de Ghraib desaparecieron. Ghraib observó con gran satisfacción cómo aquella mujer mandona se aclaraba la garganta. -Señor, ¿por qué los atiende primero si nosotros somos los importantes aquí?
-Porque les van a servir adentro. Adelante. - Ghraib se vuelve y todos lo siguen.
•••
Veinte minutos más tarde, mientras todos se sientan en la mesa y los adultos hablan, Gulf mira a todos lados menos a ellos. Hasta que una silueta le llama la atención. La silueta lleva capucha y se cuela por las puertas. Inadvertido. Sintiendo que podría ser su futuro esposo, se excusa para ir al baño. Sigue a ese hombre afuera.
Mew es la silueta y llega a un caballo en los establos. A punto de subirse en él, aparece Gulf Song. Solo. -¿A esto se refiere la gente cuando las novias se escapan? - Suena decepcionado. Mew se congela y baja las manos para darse la vuelta.
-No soy una novia.
-Novio, entonces. - Gulf sonríe. -¿Por qué huyes? ¿Tan horrenda es mi apariencia?
-No, no lo es, señor. Me atrevo a decir que es guapo. Solo tengo miedo, señor.
-Pues yo no muerdo. A menos que quieras que lo haga.
Mew ríe y Gulf esconde sus manos detrás de su espalda. -Si quieres huir, adelante, no te detendré. Mis padres quieren que me case con alguien para que la Nación del Norte tenga dos reyes y tu padre quiere un aliado para sus guerras, que seré yo. Quizás muera en una de las guerras de tu padre y tengas toda la Nación para ti, así como todo el dinero y los placeres de la vida.
-Dios, lo único que quería era escapar, no tu muerte. - Mew menciona con una sonrisa. Ambos ríen.
-Volvamos.
-Vámonos, entonces.
•••
En la cena, Gulf come confiado, vigilándolo. Mew también lo mira de reojo. Ambos sonríen por su cuenta. Ghraib lo nota y sonríe.
Nada podría salir mal con este casamiento, ¿verdad?
Pero la vida sería muy fácil si las cosas fueran tan sencillas.
*N/A: ¿Habrá algo malo con este matrimonio? *Pega gritito* Espero les guste este capítulo, ya vimos a First el engreído y tuvimos un poco más de Mew quién sí es muy puro jajaja 💖*
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