Día 31 después de la Masacre
Hemos tenido que parar un momento. Hay que planear bien nuestros movimientos. Y por otro lado, Dís todavía está recuperándose del parto.
Fili está completamente obsesionado con su nuevo hermano. Se queda mirándolo todo el día, y llega antes que su madre cuando el pequeño empieza a llorar. Y con ese alma de hermano mayor, sabe qué hacer para sosegarlo.
Hay que aceptarlo. Kili heredó el carácter tozudo del linaje de Durin. No cede hasta que no tiene su comida, o hasta que le mecen la canasta en la que está durmiendo.
Hoy se me acercaron dos hermanos a conversar conmigo y con mí padre. Dwalin y Balin se llamaban. Éste último tenía la barba gris; tenía la edad de mi progenitor aproximadamente.
A propósito de Thrór. Con su segundo nieto, está radiante de felicidad. Sin embargo, oculta sus emociones al pueblo. Aunque vi lágrimas salir de sus ojos, para ser retenidas rápidamente, cuando le dije que se llamaría Kili Frerin...la memoria de mí hermano flotó un momento en el lugar.
Como rey, debe estar preparado para todo, y afrontar las situaciones de la manera más fría y lógica posible. Es por eso que, cuando Kili nació, lo llevó en andas e instó a las enanas a seguir el ejemplo de Dís. Alegó que la línea debía seguir. No nos podíamos permitir que nuestra raza decreciera.
Básicamente, les pidió a las mujeres que se embarazaran.
No tuvo en cuenta el frío que se acercaba. Ni el peligro que consistía tanta población débil.
Ahora me tomé un tiempo para escribir, con Kili en brazos, y Fili arriba de mí.
"¡Arre poney, arre!" Grita desaforadamente.
Y Kili descansa pacíficamente, con el dedo en la boca, y una pulsera tallada en madera con su nombre escrito en runas.
Hablando sensiblemente; Kili ha sido el rayo de luz en tanta oscuridad. Su llegada nos trajo un destello de lo que era antes de que todo sucediera.
Nos dio esperanzas. Cuándo él vino al mundo, nuestra prácticamente destruida familia volvió a experimentar su forma de ser. Volvió un momento a ser lo que era: una familia. No una familia real, ni un grupo de enanos. Una familia, aunque me cueste aceptarlo.
Y estoy agradecido por ello.
Khazad Dûm se acerca. Y nuestras emociones aumentan.
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