Capítulo 5: Cuarto año

6 Octubre 20**

Futarou se encontraba llegando a su casa luego de un largo y pesado  día de trabajo, ya que ayer fue el cumpleaños de sus hijas no se contuvo con la bebida por lo que pasó todo el día con resaca lo que dificultó a un más su trabajo ya que tuvo que disimular para que los pacientes no se dieran cuenta, tuvo que aguantar el dolor de cabeza y la sed, así que esperaba llegar a su casa lo más pronto posible para descansar, lamentablemente con la suerte que tiene la escena que aprecio cuando atravesó la puerta de su hogar le causo ganas de salir y dormir en casa de su padre.

La escena que aprecio fueron las paredes y el suelo de su casa pintadas de varios colores, manitas y líneas de colores se encontraban a bajas alturas lo que significaba que las causantes de tal acto no fueron otras que sus hijas, no tardó mucho en ver como kyuumi corría frente a el mientras era perseguida por Yotsuba que tenia la cara manchada de pintura, detrás de ella la seguían las demás pequeñas que seguían a su mamá hasta que notaron la presencia de futarou y corrieron en su dirección, el pelinegro se levantó su pantalón negro para que sus hijas no lo mancharan teniendo que sacrificar su propia piel, al poco tiempo vio llegar a Yotsuba con kyuumi entre brazos mientras la pequeña pasaba sus manos con pintura sobre la ropa de su mamá.

-¿Que paso aquí?- Pregunto Futarou a yotsuba que se veía claramente cansada.

-bienvenido a casa Futarou san, creo que la casa está un poco sucia jejeje- Comento Yotsuba efectivamente cansada.

-Un poco, yo creo que mucho la verdad, ¿pero como paso esto?.

-Bueno, Vi en internet que era bueno desarrollar el lado creativo de tus hijos a temprana edad, por eso decidí darles pinturas para que jugaran, pero nunca imaginé que comenzarían a correr por toda la casa con las manos pintadas, cuando atrape a Ruroka ella me atacó y me manchó toda la cara, mientras tanto Sachi y Nana ya estaban pintando las paredes y kyuumi corría por toda la sala y la entrada.

-Ya veo, tengo que decir que si fueron creativas.

-Si, solo que también fueron algo destructivas, ahora toda la planta baja de la casa esta pintada.

-Si, deja que te ayude, así que mejor ve a bañarlas, ahorita me encargo de todo aquí abajo.

-¿Estas seguro? Acabas de regresar de trabajar y no quiero molestarte ya que de seguro estás cansado, que te parece si mejor tu bañas a las niñas y de paso tomas un baño.

-creo que aceptare tu oferta, solo que cuando termines igual toma un baño.

-Claro, ve ve, yo me encargo.

-Espera, tengo que quitarme el traje para que no lo manchen, dijo Futarou mientras se quitaba su saco y luego se desabrochó la camisa para que esta no fuera manchada, tomó a junko y está lo abrazo manchando su cuello.

-Hiciste bien al quitarte el traje- dijo Yotsuba con una sonrisa.

-Si, aunque sabes que, mejor vayamos a bañarnos todos juntos y ya mañana limpias.

-Pero...

-Sin peros, ahora toma a Ruroka y a Nana mientras yo llevo a Junko, a Sachi y a Kyumi.

-Esta bien- dijo Yotsuba tomando a las mencionadas y empezando a ir rumbo al baño.

Ya con toda la familia en el baño primero bañaron a las pequeñas mientras la pareja aprovechaba el momento para hablar entre ellos.

-Entonces como te decía, otra vez vino a buscarte.

-Enserio que es molesta, ya le dije que no tantas veces que ya perdí la cuenta.

-Si, sabes que no soy de enojarme mucho, pero cada vez que hablo con ella me molesta mucho.

-Solo ignórala es lo que yo hago siempre que me la encuentro cuando regreso a casa.

-Creo que es lo mejor, pero es que ella es quien me habla cada vez que nos vemos afuera.

Futarou solo pudo reír incómodamente mientras escuchaba quejarse a su esposa.

Ya con las niñas bañadas ambos procedieron a bañarse, se secaron, se cambiaron y se fueron directamente a la cama, ambos se acostaron en su cama mientras las niñas ya dormían en su cuna aunque algunas veces estas dormían junto a Yotsuba cuando Futarou no podía llegar debido a su trabajo que en ocasiones llegaba a exigirle mucho.

-que te perece si mejor le pagamos a alguien para que limpie la casa y tú sales junto a las niñas.

Yotsuba lo pensó un poco y ya que sería duro el limpiar por ella sola acepto luego de unos segundos.

-Esta bien, ¿pero a donde debería ir con las niñas?.

Futarou pensó y casi al instante respondió.

-Que tal si vas con Nino y miku, estoy seguro que no dirán nada si vas.

-Bueno, nunca me negarían la entrada, pero tampoco quiero aprovecharme de su amabilidad.

-No te preocupes, esas solteras no tiene mucho más que hacer además de su trabajo.

Aunque al decir eso sintió un pellizco en su mejilla.

-¡Auch! ¡¿Por qué fue eso?!.

-Sabes por que fue, no está bien que les digas así a mis hermanas... es verdad eso, pero no esta bien.

Futarou se sobo la mejilla y con el brazo que no usaba abrazo a Yotsuba.

-Como sabes no puedo hacer mucho por ellas ya que he decidido estar contigo el resto de mi vida, así que estar en una relación de poligamia está fuera de cuestión, puede que hace años la ley para contrarrestar la baja natalidad fue aprobada, pero sigue siendo un tema taboo y no quiero que mis hijas sean victimas de discriminación por culpa de una desicion equivocada.

Yotsuba se acurrucó en el pecho de Futarou.

-Es tu decisión al final de cuenta y yo te apoyaré en lo que decidas, pero ya es momento que lo hables con ellas, no esta bien que lo pospongas más tiempo.

-Lo haré pronto, solo tengo que encontrar las palabras adecuadas para no arruinar la relación que tenemos hasta el momento.

-No debería decirte, pero estoy segura que ellas saben lo que has decidido, así que seguramente ya están preparadas, así que no lo pienses más y hazlo- dijo Yotsuba antes de cerrar los ojos e irse a dormir.

Esa noche Futarou pensó mucho acerca de sus problemas que dejó pendientes años atrás.

Pero de algo estaba seguro, que su decisión ya era una y no la cambiaría.

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20 abril 20**

Podemos ver a las Niñas de la familia Uesugi corriendo por un jardín de flores de varios colores mientras eran vistas desde lejos por ambos padres.

-Esta bien dejarlas deambular tanto tiempo, no hace mucho aprendieron a correr y creo que es muy pronto para dejarlas acercarse a tanta naturaleza- comentó Futarou bastante preocupado por el bienestar de sus hijas.

-Vamos Futarou san, no seas tan sobreprotector, solo están jugando un poco, no es como si... pero en ese momento Sachi se tropezó lo que provocó llantos en la pequeña niña.

-Decías...- dijo Futarou antes de aproximarse donde su hija pero nunca llegó ya que fue retenido del brazo por Yotsuba que lo abrazaba. Futarou miro a su esposa para decirle que lo soltara pero esta hablo antes.

-No te apresures y mira- Yotsuba señaló en dirección de las niñas sólo para ver como Sachi era consolada por Ruroka que se acercó a ella junto a sus demás hermanas. -Ves como no hay de que preocuparse, las niñas ya están creciendo y se ayudan entre ellas.

-Se que tienes razón, pero no puedo evitarlo, son mis niñas adoradas y aunque crezcan siempre les daré todo, además se que cuando las niñas crecen empiezan a sentir a sus padres como molestias, por lo que déjame ayudarlas ahora que me quieren mucho.

Yotsuba tuvo que pensarlo pero al final tampoco podía obligar a su esposo a dejar de sobre protejer a sus hijas, más a un cuando sus hijas eran tan amadas y queridas por el, por lo que apesar de que ya estuvieran jugando de nuevo lo dejo ir junto a ellas, aunque también se acercó ya que estaban en un paseo familiar.

Cuando estuvo a la par de su familia Yotsuba se sentó junto a Futarou que al momento de llegar junto a sus hijas bajo a su altura.

-¿Entonces que hacemos?- Yotsuba sólo veia jugar a las niñas con las flores mientras Futarou sostenía cada flor que sus hijas le entregaban.

-No se, sólo me están dando cada flor que arrancan.

Yotsuba les estaba apunto de decir que no estaba bien arrancará las pobres flores pero en ves de eso se le ocurrió una idea ya aprovechando las flores que ya habían arrancado, dejó que le entregarán un poco más a Futarou antes de detenerlas y así ya con una pocas flores comenzó a jugar con ellas mientras mandaba a Futarou a correr junto a las pequeñas.

Pasaron un par de minutos para que un cansado Futarou se dejará caer junto a Yotsuba que estuvo todo el tiempo sentada viendo como su familia jugaba mientras ella trabajaba con las flores.

-¿Qu..Qué?...¿Tanto... haces?- decía aún agitado luego de correr unos minutos ya que desde hace años debido a su trabajo ya no pudo seguir entrenando su cuerpo, por lo cual su resistencia había disminuido considerablemente.

-Las niñas parece que le gustaron mucho las flores, por lo que pensé que podía hacer algo con aquellas que arrancaron y hacer algo más bonito. Sabes, en pocas ocasiones pudimos salir junto a nuestras madre todas juntas y menos fueron las ocasiones que salimos aún lugar como este, por lo que cada vez que salíamos era especial, recuerdo que siempre que llegábamos hacíamos coronas de flores y jugábamos con ellas puestas todo el día- dijo para luego mostrar aquello en lo que había trabajado en ese rato.

Las niñas que vieron la Corona se acercaron a su madre mientras veían interesadas lo que ella sostenía.

-¿Les gusta?- Yotsuba les pregunto aún sabiendo lo que sus hijas pensaban al verlas tan interesadas. Sin mas tiempo que perder comenzó a hacer más coronas ya que no quería que ninguna se enojara o comenzará a llorar por no tener una.

Pasaron un par de minutos en los que Futarou se dedicó a entretener a las niñas mientras Yotsuba trabajaba lo más rápido posible, ya que las niñas tenían mucha energía lo hicieron correr por todas partes al punto que el pelinegro no podia ponerse de pie, por suerte para el Yotsuba le hablo a las niñas que fueron corriendo junto a ella.

Yotsuba en sus manos tenia lo que eran 5 pequeñas coronas de flores
Que claramente ya estaban destinadas a cada una de las niñas. Con cuidado y con ayuda de Futarou coronaron a sus hijas que a lo largo de la tarde fueron cayendo dormidas por el agotamiento. Ambos padres las tomaron en sus brazos y las subieron en el auto que Futarou había comprado para su último viaje familiar.

-Fue un día divertido- Comento Yotsuba mientras abrochaba el cinturón de las sillas de bebé de cada una de las niñas.

-Si que lo fue, además que lo importante fue que las niñas se divirtieron.

Futarou revisaba que todo lo que habían traído para su día de campo ya se había subido al carro.

-Volvamos más veces junto a las niñas y hagamos montones de recuerdos juntos.

-Por supuesto que lo haremos.

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5 de mayo 20**

Hoy era un día especial ya que se trataba del cumpleaños de las quintillizas nakano y como había sido costumbre a lo largo de todos los años que llevan conociendo a Futarou estas lo pasaban junto a él y el resto de su familia.

Esta vez lo pasarían en el departamento de las nakano donde aún vivían 3 de ellas. Solo Ichika y Yotsuba eran las únicas que habían abandonado el lugar, la primera por trabajo y la segunda por obvias razones.

El día de Yotsuba inicio con un desayuno en la cama que fue llevado por Futarou aunque fue ayudado por sus hijas con algunas pequeñas cosas como fueron los utensilios y algunas cosas más.

Luego de aquel desayuno las niñas fueron llevadas por futarou a fuera de la habitación para luego volver con un regalo que le entregaron a su madre junto a un ramo de flores.

-feli cumple Mamá- dijeron las 5 logrando una gran sonrisa en su madre.

Futarou también le había preparado un regalo a su esposa por lo que le entregó una caja envuelta. Cuando Yotsuba abrió la caja miró que había un Marco de fotografía con tres espacios que ya estaban ocupados por una foto de yotsuba junto a sus hermanas, de la misma con sus hijas y por último una donde se encontraban futarou junto a ella el dia de su boda.

-Esto es hermoso.

-Me alegra que te guste, quería darte algo más sencillo pero lleno de mucho sentimiento, no quise darte algo tan material ya que lo que me pidas te lo comprare ya que trabajo para que tengas todo, pero eso no significa que las sorpresas no hayan acabado.

-Esperare con ansias lo que hoy haremos. Por cierto ¿no hablaste con mis hermanas?.

Futarou nego con la cabeza.

-Aun es temprano por lo que felicitarte es primero, ya mas al rato hablo con ellas, aunque estoy casi seguro que las veremos como han sido estos últimos años.

-Cierto, desde que nos mudamos hemos seguido pasando todos nuestros ultimos cumpleaños juntas.

-Si, por lo que en lo que te arreglas les mandare mensaje y prepararé a las niñas para salir.

-De acuerdo- Comento Yotsuba levantando un pulgar y parándose de la cama para comenzar a arreglarse.

-Bueno, ahora que ya estas parada me llevaré a las niñas por ahora.

Futarou abrió la puerta y salió de la habitación siendo seguido por sus hijas que caminaban en fila.

Un tiempo paso y en estos momentos los Uesugi caminaban por las calles de su ciudad mientras empujaban la gran carreola donde llevaban a sus hijas.

-Es agradable salir en familia- decía Yotsuba disfrutando del tiempo tan agradable que les regalaba la mañana.

-Lo sé, así que me alegra que tenga el dia libre, aunque claro...

-Mi papá te explotará como siempre.

Futarou la miró asintiendo. -Asi es.

Yotsuba se pegó al brazo de Futarou y de esa forma siguieron caminando hasta llegar a un parque cercano a su casa.

-Vengan niñas, vamos a jugar- Yotsuba con ayuda de su esposo bajaron a las pequeñas para que pudieran jugar y como esperaron todas comenzaron a correr mientras ambos padres las veían con una sonrisa.

-¿Quieres ir a jugar a los columpios?- pregunto Yotsuba.

-Nunca cambias verdad- aunque dijo eso se dirigió a los columpios que están convenientemente junto a donde sus hijas jugaban y se sentó en uno.

Yotsuba solo sonrió y salto sobre la espalda del pelinegro.

-¿Quieres que te empuje?.

Futarou no pudo evitar que un TIC apareciera en uno de sus ojos luego de las palabras de Yotsuba, ya que aunque ella lo decía de la forma más sincera y sin afán de ofenderlo por esa misma razón golpeaba su orgullo.

-No te preocupes, estoy seguro que puedo solo.

-¿Seguro?.

El que quisiera confirmarlo lo enojo mas, pero ya que no pensaba gritarle ya que era su cumpleaños, decidió hacer algo mas audaz, ya que la tomó de la cintura y la sento en sus piernas.

-¡Futarou san!- Eso sorprendió a Yotsuba tanto que no pudo evitar pegar un ligero grito, -¿Que haces?.

El solo la ignoró y por su parte tampoco Yotsuba dijo más ya que se encontraba cómoda mientras sentía el calor que su esposo le brindaba.

Pero no pudieron seguir en su mundo disfrutando de la presencia del otro ya que una persona que curiosamente paraba por la zona los reconoció y por lo mismo los interrumpió.

-¿Hermanito? ¿Yotsuba Nee?.

Cuando la pareja vio quien los llamaba se sorprendieron de ver a la hermana del pelinegro.

-¿Raiha?.

-¿Raiha chan, Que haces aquí?.

La joven levantó una bolsa de regalo.

-Pasaba por el parque para recortar camino a su casa, pero una serie ruidos y voces familiares me detuvieron, por lo que caminé para acá y los vi jugando.

Las niñas se acercaron donde la chica y esta se agacho para estar a su altura.

-Hola mis lindas niñas- las Uesugi comenzaron a reír mientras eran levantadas una por una.

Mientras Raiha estaba distraída con las niñas la pareja se puso de pie y caminaron junto a la niñas.

-¿Por que no avisaste que venías? Estuviste apunto de no encontrarnos en casa.

-Perdon, trataba de sorprenderlos aunque al final creo que la sorpresa fue para ambas partes.

-Si, fue una total sorpresa verte, pensé que estabas en la escuela.

-Bueno si, pero tome el tren bala y ya que tenia un proyecto de investigación en grupo mande a Sakura chan y a Akira chan a hacer mi parte de trabajo, ya me debían muchos favores así que tomé este y la mitad de mañana para descansar.

Futarou y Yotsuba ahora entendían el como la hermana de este había venido de visita en época de escuela, se sintieron mal por las chicas que les tocó hacer la parte de la pelinegra, pero si lo que decía Raiha era cierto, si ella les había hecho muchos favores también era justo que ellas le cumplieran con algo.

-Esta bien, ¿entonces acabas de llegar?.

-Si, quería ir a ver a papá pero recordé que estaba trabajando así que vine directo con ustedes.

-Sabes que desde que te fuiste trabaja más horas solo para no llegar a casa y ensuciarla, odia limpiar y ya no tiene quien haga la limpieza.

-Papá siempre fue así de extraño- Dijo Raiha como si nada.

Los tres adultos se quedaron hablando mientras veían a las niñas jugar y ya como se estaban divirtiendo decidieron dejarlas un rato más.

-¿Enserio esa mujer sigue molestando luego de tantos años?, pensé que luego de que nacieran las niñas le quedaría claro que mi hermano jamás la volteara a ver.

-Es inútil discutir con ella, sigue diciendo tonterías como que lo engañe para que se casara conmigo o que todo es un montaje y que solo vivimos para aparentar y que las niñas solo son mis hijas y no de el.

-En verdad que es muy desagradable su forma de pensar- comentó Raiha. -¿Que hiciste para que te acose así hermanito?.

-No lo sé, pero tampoco quiero hablar de eso, hoy debe de ser un día de alegría.

-Esta bien, pero me aterra pensar que compro la casa de enfrente solo para poder espiar a mi hermanito.

-Lo sé, pero yo sé que Futarou san no me engañaría jamás ¿Verdad?.

-Eso nunca lo dudes, eres el amor de mi vida y jamás haría algo para lastimarte, todo lo contrario, día a día hago lo posible para demostrarte lo mucho que te sigo amando.

-Futarou san...

Yotsuba beso a Futarou aunque solo fue en la mejilla ya que se encontraban en público.

-Demasiado exceso de azúcar, no soy tan fan de las cosas románticas así que deténganse por favor o me dará diabetes, ¿que les parece ir por algo de comer algo ligero?- Comento Raiha.

-Vamos, me entretuve tanto en la charla que no me di cuenta que me dio hambre- Comento Yotsuba.

Futarou nego con la cabeza ya que sabia que lo que dijo Yotsuba era cierto, ya que muchas veces cuando se concentra en algo deja olvidadas otras cosas.

Así la pareja junto a la pelinegra buscaron a las niñas para luego subirlas a la carreola y comenzar a ir con rumbo al centro para buscar algún puesto de comida para poder almorzar tranquilos.

Por lo que luego de haber llegado y de haber ubicado algún puesto fueron con rumbo a el. El local era un pequeño puesto de crepas que era atendido por una única chica probablemente un año menor que Raiha.

Las mujeres junto a las niñas se quedaron un poco lejos y dejaron que Futarou se acercara al puesto para que pidiera.

-Buenos días, me podría dar 6 crepas, serían 3 de fresa, una de plátano, una de mora azul y la última de puro chocolate.

La empleada apuntó la orden y rápidamente se puso a prepararlas. -Enseguida se las preparo.

-Muchas gracias, me avisa cuando las prepare, estaré parado ahí- Dijo señalando al grupo que había ubicado un lugar con sombra para descansar.

-Claro.

En lo que la chica preparaba la orden Futarou se dirigió donde su familia lo esperaba.

-Ya ordené para todos, en un rato las tienen ya listas.

-Muchas gracias hermanito, ¿Cuanto te debo de mi crepa?- Dijo Raiha mientras sacaba su monedero.

-No te preocupes que yo pago.

-¿Enserio?.

-Si, Ahora que puedo comprarte un postre déjame hacerlo.

-Hermanito... Pues entonces te lo agradezco mucho.

-No hay de qué.

No pasaron más de 15 minutos para cuando la empleada llamó a Futarou para entregarle su pedido. El pelinegro fue donde su familia y ya donde ellas procedió a entregar sus crepas correspondientes.

-Una de fresa es para Yotsuba, la de mora es tuya Raiha, las otras dos de fresa son para las niñas y el de plátano es mío.

Pero Raiha noto algo raro ya que quedaba una solitaria crepa de chocolate.

-¿De quien es la última?.

La chica vio a su hermano suspirar.

-Es de Junko- Dijo sonriendo nerviosamente.

Raiha quería decir algo en contra de la afirmación de su hermano, pero recordando que ciertamente la niña tenia una increíble capacidad para comer equiparable o incluso podría superar a Itsuki, por lo que no dijo nada y solo vio como la niña se puso feliz al ver su propia crepa.

Por su parte Yotsuba ayudó a las niñas a comer su crepa mientras Futarou se encargaba únicamente de Junko. Raiha termino rápido para poder ayudar a su cuñada y dejar que esta pudiera comer también su crepa.

Pero mientras eso le llegó un mensaje a Yotsuba y al ver de quien se trataba vio que era Ichika.

-Futarou San, dice ichika ¿que si nos reunimos?.

-¿Esa tonta ya esta en la ciudad? ... Dile que esta bien, ¿donde esta?.

-Deja le pregunto.

Al final terminaron su crepa y ya con la ubicación de Ichika fueron en esa dirección que por suerte  quedaba cerca.

-Ya estamos aquí, ¿Donde esta esa tonta?- El comentario provocó que una gota recorriera la cabeza de ambas mujeres.

Por suerte no constó mucho encontrár a Ichika ya que Yotsuba la vio a lo lejos. -Ahí esta- Señaló donde se encontraba caminando sin haberse percatado de su presencia, por suerte Yotsuba no grito su nombre ya que eso les hubiera causado problemas, ya que luego de años al fin Ichika estaba comenzando a tener papales importantes y debes en cuando era protagonista de algún proyecto, por lo que no querían causar algún caos.

Ichika pudo reconocer la voz que grito y al mirar en aquella dirección pudo ver a su hermana. La mujer camino hasta quedar frente a ellos.

-Hola ¿Como han estado?- Ichika sonaba animada.

-Hola Ichika, tanto tiempo, por lo que veo decidiste disfrazar de Nino- Comentó Yotsuba mientras señalaba la peluca que simulaba al cabello de su otra hermana, además de resaltar el estilo de ropa más parecido al de Nino.

-Si, por lo general me visto de Itsuki chan pero ya que tenía planeado reunirme con ella al rato luego de que termine de dar sus clases de regularización, pues no se  puede, pensé en vestirme como tu pero me cuesta mantener tu personalidad impredecible, y ya sabes la razón por la que ya no me disfrazó de Miku.

Eso último gano una risa incomoda de todos aquellos involucrados en ese incidente.

-Hubiera sido más gracioso que te hubieras vestido de Tamako chan- Comentó Futarou bastante serio.

Ese comentario provocó un sonrojo de vergüenza en Ichika que se lanzó sobre el pelinegro para intentar callarlo.

-Olvida eso por favor, ya han pasado muchos años de eso.

-¿Por que Tamako chan?.

-Solo olvidalo, ¡por que tuviste que estar trabajando en ese lugar!.

-Es por que Tamako chan es muy tonta.

Ichika buscaba ayuda en alguien y aunque buscó a su hermana esta simplemente la ignoro, por lo que terminó buscando ayuda en la hermana del pelinegro. Raiha que vio esto no le quedó de otra que intervenir en una pelea infantil entre dos adultos.

-Hermanito, podrías dejar de molestar a Ichika San.

-Yo no molesto a Ichika, estoy molestando a Tamako chan.

-Hermanito, comportate delante de tus hijas.

-Esta bien, ya no molestare a Tamako chan- Futarou se giro y de la carreola donde estaban sus hijas tomó a una de ellas. -Kyumi ha preguntado por ti.

-Tia Ithika- Kyumi se revolvió queriendo llegar a la mujer.

-Como siempre Kyumi chan es la única que nos busca- Comentó Ichika no sin antes tomarla en brazos.

Yotsuba que escucho eso camino junto a su hermana, -Las demás también las quieren, es solo que cuando esta Futarou San en casa ninguna se quiere despegar de él. Por otro lado Kyumi es más independiente aunque aún así busca a su papá luego de un rato.

-Me he dado cuenta, pero eso no evita que sea un amor de niña, pero lograré que todas me busquen.

-Suerte con eso, ese igual es mi objetivo y aunque juego con ellas cuando las visitó, si esta mi hermanito es imposible que se despegen de el- Comento Raiha.

-Pues abra que intentarlo, pero bueno, que les parece dar un paseo por el centro de la ciudad.

-hagamoslo entonces- Dijo Yotsuba para comenzar a empujar la carreola.

Futarou y las demás siguieron a Yotsuba pero Ichika abrazo el brazo del pelinegro.

-¿Que haces?- Preguntó sin dejar de ver al frente.

-Aún no me felicitas por mi cumpleaños, ya felicitaste a Yotsuba, pero no es la única que está de celebración.

-Feliz cumpleaños, ahora podrías soltarme.

Ichika nego con la cabeza. -Piensa en esto como mi regalo de cumpleaños.

-No esta bien, a Yotsuba no le va a gustar- Comento Futarou tratando de zafarse de Ichika.

Ichika sonrió ante lo dicho por el pelinegro,

-Yotsuba, esto no te molesta verdad.

Yotsuba que escucho a su hermana giró a verla y pudo verla abrazada del brazo de su esposo, esta solo suspiro cansada, -Solo cuida tus limites y no trates de hacer algo malo.

Futatou ya esperaba este resultado ya que luego de que comenzara su relación las hermanas de Yotsuba seguían tratando de seducirlo y solo disminuyó cuando se casaron, aún así lo abrazaban mucho y esto no parecía molestar a Yotsuba siempre y cuando no se sobrepasaran.

Caminaron por un buen rato, miraron tiendas y vieron las cosas que su ciudad les ofrecía mientras Futarou era tirado de un lado a otro por Ichika y Yotsuba que en ocasiones era quien dejaba a sus hijas con Raiha y tiraba de su esposo, hasta que Ichika recibió un mensaje que provocó que cambiara su rumbo.

El lugar a donde llegaron provocó nostalgia en todos incluida Raiha, ya que donde se encontraban era la preparatoria donde se reencontraron las nakano que conocieron a Futarou en el pasado y es la misma a la que años más tarde Raiha ingresó.

-¿Entonces, que hacemos aquí?- pregunto Futarou mientras veía con nostalgia el lugar donde su vida cambió una vez más.

-Habia dicho que me reuniría con Itsuki chan en la tarde, pero me pidió que pasara por ella luego de mencionar la cita que tengo con Futarou kun.

-No es una cita, estaba en una salida familiar y tú decidiste aparecer.

-Pero si yo también soy tu familia Futarou kun- Comento Ichika de forma coqueta.

-No puedo negar eso, pero por la forma en la que lo dices suena raro.

-¿Tu crees?.

-Olvida eso, pero ahora por tu culpa cuando Itsuki salga me causará problemas.

-Estas exagerando, dudo que Itsuki chan haga eso...

Pero Ichika sintió como fue alejada y ahora su lugar era ocupado por Itsuki.

-¿En que momento apareciste?- Pregunto Futarou completamente sorprendido ya que nunca escucho o vio llegar a la mujer que ahora lo abrazaba.

-Vamos por algún bocadillo Taro kun que muero de hambre luego de haber enseñado tanto.

-Espera, nosotros recién comimos algo así que deja preguntarle a las de...- Futarou trato de explicarle a Itsuki pero fue inútil ya que esta lo ignoro y simplemente lo arrastro con ella.

Yotsuba y Raiha que vieron eso simplemente siguieron al pelinegro que era arrastrado por Itsuki.

-Los problemas de mi hermanito siguen igual que siempre.

-Si, pero mientras Futarou san no haga algo que este mal no tendré que hacerme cargo de el- Yotsuba comentó de lo más casual mientras sonreía con los ojos cerrados, Raiha no dijo nada pero era la primera vez que su cuñada le daba miedo.

Una vez más en el día se desplazaron a otra ubicación y ahora terminaron cerca de una panadería que al parecer Itsuki frecuentaba.

-Buenas tardes Itsuki sensei, acabaron sus clases- hablo la trabajadora del lugar que al parecer era alumna de Itsuki.

-Que tal, si acabe hace poco con tus compañeros, por lo que vine por un bocadillo, así que ponme lo de siempre.

-Claro Itsuki sensei, por cierto... ¿Acaso ese es su novio?.

Futarou ya se imaginaba que ese malentendido se daría luego de entrar con Itsuki aún abrazada a él, pero sin más estaba apunto de negarlo pero Itsuki se le adelantó.

-¡No!- Itsuki rápidamente se apartó y alejó a Futarou, este al fin libre camino hasta donde se encontraba su familia.

-¿Te divertiste?- pregunto Yotsuba de forma poco habitual en ella.

-Tu eres la que ocasionó esto, así que no puedes estar de celosa.

-Pero tú no pareces estar encontra.

-Si yo soy el primero en decir que se alejen, pero te preguntan y tú las dejas.

Mientras la pareja discutía tranquilamente, por otro lado Itsuki trataba de solucionar su malentendido.

-Asi que ese hombre es esposo de su hermana, aún me sorprende el hecho de que sea una quintilliza Itsuki sensei.

-Si, ha sido especialmente difícil luego de que mi hermana mayor empezaba a conseguir mejores papeles en peliculas.

-Si, que sea hermana de Ichika es sorprendente.

-Yo solo la veo como mi hermana.

-Puedo imaginarlo, pero por cierto, entonces lo de ahorita con su cuñado es normal o se trata de un amor de su juventud que termino llendo con su hermana.

Itsuki se sonrojó pero de inmediato se recompuso.

-¿Acaso quieres tarea extra cuando se acabe la golden week?.

-¡Disculpeme!- La chica se agachó, -Elija cualquier pan que quiera y la casa lo invita.

Del otro lado Ichika y Raiha acababan de ver lo ocurrido.

-Itsuki san ¿acaba de amenazar a su alumna?.

-Al parecer si, me sorprende lo que acabo de ver y supongo que usaré eso para molestarla.

-Olvidaba que eres diabólica.

-¿Como?.

Pero antes de que pudiera preguntar a qué se quiso referir con eso Itsuki camino donde ellas.

-Ya pedí lo que quería, ¿Ustedes quieren algo?.

-Yo voy a pasar, tengo que mantener mi peso para un papel y no puedo comer mucho.

-Yo igual estoy bien- comento Raiha.

-Ichika, tu vida debe ser horrible si es que no puedes comer lo que quieras- Dijo Itsuki con un rostro horrorizado.

-No es tan malo, de cualquier forma nunca fui de comer mucho.

-Yo si voy a pedir para las niñas- Yotsuba dejo a Futarou cuidando de las niñas y se fue directo al mostrador.

-Tu Taro kun, ¿no quieres nada?- Itsuki se acercó a Futarou.

-No, alguien tendrá que comerse lo que dejen las niñas, Yotsuba les va a comprar algo pero no piensa que Sachi, Nana y Ruroka no se van a acabar su pan.

-No contaste a Kyumi chan.

-Junko le quitara lo que le sobre.

-No crees que se van a pelear- Comento Itsuki preocupada por qué sus sobrinas comenzaran una pelea.

-Aunque haya dicho quitar, la verdad es que Kyumi le va a regalar su pan luego de que vea que Junko se acabo el suyo.

-Es parecida a Yotsuba luego de entrar a 2do año preparatoria, aunque también era así de niña.

-No se como fue en secundaria, pero eso mismo te iba a decir, Yotsuba siempre fue así cuando la conocí, aunque siendo sinceros Kyumi será peor que ella, mis niñas agarraron lo peor de cada una de ustedes, que tan dominante es su maldita genética.

-No trates de culparnos, además quien sabe que malos hábitos agarrarán de ti.

-Los que quieran agarrar, mientras no sean idiotas como ustedes, sentiré que mis genes hicieron bien en ellas.

-¡Oye! Nos acabas de llamar idiotas.

-Si, y eso que todavía no mencionó que Junko comerá el doble que tú, y lo que tu comes ya es demasiado, me sorprende que no hayas engordado.

Itsuki se ofendió y dejó el lugar para no ver por el momento a Futarou, Ichika que vio toda la escena se acercó.

-Enserio que no entiendes a las mujeres Futarou kun.

-Fuiste muy grosero con Itsuki, Hermanito Idiota- Comento Raiha que igualmente se acercó.

-No negaré eso- Comento Futarou para ir a buscar a Itsuki.

Yotsuba que era ignorante de lo que acababa de ocurrir solo llegó con su bolsa de pan para sus hijas.

-¿Donde esta Futarou san?.

-Fue a disculparse por ser un idiota- Comento Ichika.

-Tipico de mi amado esposo.

Al final Futarou se disculpó xon Itsuki y ya con esta misma calmada decidieron ir donde sus otras hermanas las esperaban.

Aunque Futarou hubiera preferido que el camino hasta el local de Nino y Miku fuera tranquilo, las tonterías de Yotsuba y sus hermanas, las niñas queriendo atención y Raiha que decidió apartarse para no involucrarse, le causó un dolor de cabeza y que se cansara mentalmente.

Cuando al fin llegaron al lugar procedieron a entrar y al instante Futarou busco un lugar para poder descansar.

-Al fin podré descansar- el pelinegro dejo caer todo su cuerpo sobre la mesa.

-Cada día te ves más agotado, ¿Seguro que estás durmiendo bien?- comento Miku mientras dejaba un vaso de agua frente a Futarou.

-Es culpa de su padre y de ustedes.

-Es solo que Fuukun sigue sin darse cuenta de la suerte que tiene de tener unas cuñadas muy hermosas- Comento Nino que traía más bebidas para las demás.

-Mi única suerte es tener una hijas tan lindas y adorables.

-¿Que hay de tu esposa?- Pregunto Yotsuba.

-Mi esposa puede que sea hermosa y que la ame mucho, pero es la que más problemas ma causa de lejos.

Yotsuba comenzó a reclamarle y este para no pelear solo la dejó hablando.

Futarou se sentía agotado y eso que aún faltaba la celebración real ya que hasta ahora solo habían paseado por la ciuda y no habían dejado de comer.

●● ●● ●● ●● ●●

28 septiembre 20**

Yotsuba había salido junto a sus hijas con rumbo al departamento de lujo donde vivía su padre a unas cuadras del departamento donde viven sus hermanas.

Ya que se llevaría a las niñas se fue en taxi y cuando llegó la seguridad la detuvo en la entrada.

-Buenas tardes vengo al departamento del doctor Nakano.

El portero la miro y de inmediato abrió la puerta para que entrara junto a las niñas.

-Muchas gracias- Dijo Yotsuba dándole una sonrisa.

-No es problema, solo le pido que le diga al doctor Nakano que le abrí enseguida.

-Claro y perdón por aquella vez.

-No se preocupe, no sabia que el Doctor Nakano tuviera una hija por lo que lamento haberle negado la entrada aquella vez.

Al parecer hubo una ocasión que Yotsuba visitó a Marou de sorpresa por lo que el hombre no avisó que tendría visitas, así que al llegar a la entrada y tratar de entrar fue rechazada y tuvo que llamar a su padre para que le abrieran, pero a diferencia de lo que espero, su padre bajo completamente enojado y le grito al empleado que estaba aterrado de perder su empleo hasta que fue salvado por Yotsuba.

-Por cierto, no solo tiene una hija, tiene unas quintillizas- Dijo antes de tomar el ascensor y subir hasta el piso donde habitaba su padre.

Cuando estaba a punto de tocar la puerta está se abrió y dejó ver a su papá que usaba ropa más casuales a diferencia de sus típicos trajes que siempre usa.

-Veo que al fin llegan, adelante.

-Gracias- Yotsuba bajo a las niñas y estas camiaron donde Marou y abrazaron sus piernas.

-¡Abu!- Dijeron todas al mismo tiempo y eso provocó que Marou pusiera una sonrisa boba.

-Asi es mis niñas, soy su abu- Marou bajo a la altura de las niñas y comenzó a abrazar a cada una.

Yotsuba veía la escena muy feliz ya que le alegraba mucho que las niñas tuvieran un abuelo que las quisiera mucho además de que su papá se veía muy contento al estar con ellas, tanto así que siempre se relajaba cuando estaba con ellas aunque solo si Futarou no estaba.

-Lastima que Futarou san no pudo venir- comentó Yotsuba.

-Para que si lo veo diario, además de que tiene que empezar a tener más responsabilidades para cuando le deje mi puesto en el hospital.

-Es muy lindo de tu parte que le dejes tu puesto cuando te retires.

-De que hablas, lo hago para que tenga un buen puesto y pueda pagar todo lo que mis niñas lindas quieran.

-Pero tendrá mucho trabajo y le costará verlas.

-Para eso tienen abuelo- La seriedad con la que lo dijo provocó que una gota de sudor recorriera la frente de Yotsuba.

-Olvidemos eso y vayamos a divertirnos- Dijo Yotsuba levantando su puño y las niñas imitaron la acción comenzando a correr por el lugar.

-Oye, puedo preguntarte algo- Dijo Marou regresando a su tono serio habitual.

-¿Que es?.

-Es acerca de Mudou sensei, no a querido conocer a las niñas.

-No, alguna vez me pregunto por ellas pero desde ese entonces no e vuelto a hablar con el, además que importa que no las busque, ellas tienen un abuelo materno maravilloso como tú.

Marou miró a las niñas y luego a Yotsuba.

-Me alegro que ese calvo no haya buscado acercarse, me contuve de golpearlo aquella vez en el festival, pero si alguna vez se acerca a mis nietas- dijo para luego apretar los puños en enojo.

-Tranquilo, Futarou san tampoco quiere que lo conozcan, pero si alguna vez pasa por encima de nosotros y llega a hacer contacto con ellas, tendremos que decirles como esta la situación y que ellas mismas juzguen, aunque espero que si llega a pasar sea cuando ellas puedan tener un juicio propio.

Ambos adultos miraban a las niñas mientras estas jugaban.

-Ya veremos que pasa en el futuro, pero mientras tanto...

Marou dijo eso antes de comenzar a perseguir a las niñas mientras esas al verlo correr hacia ellas comenzaron a correr escapando de el.

Yotsuba vio esta escena y camino hacia un sillón para proceder a sentarse.

-Tengan cuidado con su abuelo.

Las niñas comenzaron a correr por todos lados mientras Marou cuando alcanzaba a una la cargaba y la dejaba en el sillón donde era un tipo cárcel, y solo podían salir cuando otra la tocaba.

Luego de un rato el juego estaba punto de acabar y el hombre solo tenía que atrapar a una más, pero el problema es que Kyumi era muy escurridiza y hasta el momento no la había podido atrapar.

-Somos solo tú y yo Kyumi chan, déjate atrapar por tu abuelo- Al parecer Marou había acorralado a la niña y esta trataba de encontrar una forma de escapar.

Marou se lanzó contra Kyumi y estaba apunto de ser el fin de las pequeñas quintillizas hasta que su teléfono sonó interrumpiendo su juego.

Ya que se distrajo Kyumi aprovecho la oportunidad para escapara y poder salvar a sus hermanas mientras tanto Marou acababa de contestar su teléfono.

-Habla ya Uesugi, que estoy pasando el tiempo con mis nietas.

-Perdon suegro, pero es que Yotsuba no me contestaba y pues termine llamándolo ya que sabia que había ido a verlo, pero quería ver si no podría hacerme el favor de cuidar a las niñas un rato en la noche ya que me gustaría llevar a Yotsuba a una cena, pero si no pue...

-Por qué solo un rato, deja que mis niñas se queden esta noche y ya pasas en la mañana por ellas.

-¿Esta seguro?.

-Estoy seguro, te voy a colgar yo le aviso a Yotsuba así que no te preocupes.

-Esta bien, y muchas gracias.

-Si si, te dejo ya que estoy pasando tiempo con mis nietas.

Marou colgó y miró a Yotsuba.

-Era tu esposo, que dice que te quiere llevar a cenar y que cuide a las niñas, así que a las 7 p.m. le diré a Ebata que te lleve a tu casa para que puedas arreglarte para salir.

-Pero...

-Nada de peros, cuando de la hora te vas, te pones bonita y sales con el inútil de tu esposo, no te preocupes que yo cuidaré a las niñas.

-Esta bien.

Así Marou siguió jugando con las niñas, sacó hojas y crayones que compro específicamente para cuando sus nietas vinieran a verlo.

-Que hermosos dibujos mis niñas.

Yotsuba veía esto con una sonrisa ya que ella era de las primeras que quería ver a su papá feliz, y sabia que sus hijas habían sido un aire muy bueno para el y que lo habían ayudado a ser feliz luego de que no pudiera relacionarse con ellas luego de perder a su madre.

Las horas pasaron y la hora de que Yotsuba se fuera llegó, agarro sus cosas que había llevado y despidiéndose de sus hijas abandonó el lugar, aunque no se fue sola ya que Marou le pidió a Ebata que la llevara a su casa.

Por eso ahora Marou se quedó solo junto a las niñas que jugaban en la alfombra de su casa mientras el veía tranquilo el cielo nocturno perdido en sus pensamientos.

-Ojala Rena sensei hubiera conocido a sus nietas, estoy seguro que la hubieran ayudado a llenar es vacío que siempre le causo la decepción del maldito de Mudou sensei.

Marou comenzó a perderse más en sus pensamientos.

-Y aunque no estemos emparentados de sangre las cuidare, no dejaré que ese maldito se les acerque ya que si no está vez no seré tan civilizado.

Apretó sus puños y comenzó a apretar sus dientes.

Recordar a Mudou le provocaba mucho enojo ya que le recordaba lo triste que se encontraba su amada profesora luego de que su esposo la abandonara, y peor aún cuando el solo era un estudiante y no pudo ayudarla hasta que logró convertirse en doctor, pero ya era muy tarde ya que su enfermedad había avanzado mucho.

Marou seguia sumergiéndose en sus pensamientos que cada vez se volvían más deprimentes hasta que sintio un tirón en su pantalón.

Miro a quien lo llamaba y vio a Ruroka viéndolo. Marou le acarició la cabeza y esta comenzó a sonreírle, le estiró las manos pidiéndole que la cargara y este procedió a hacerlo.

-¿Que paso mi niña linda?.

-Abu tiste- Comento Ruroka.

-No mi niña, estoy feliz.

Pero Ruroka llevo sus manos a su cara.

-Abu tiste.

Ruroka lo abrazo.

Marou no sabia como sentirse al respecto, pero se sintió conmovido de que su nieta lo consolará y la abrazo.

-Gracias mi niña, aveces siento que me equivoque en muchos aspectos de mi vida, pero se que el hacerme cargo de su mamá y sus tías fue de las únicas cosas que he hecho bien.

Marou abrazo por un rato más a la niña y luego se llevo a las demás a su cuarto para poder dormir no sin antes cambiarlas a su pijama que había comprado exclusivamente para cuando fueran de visita.

La noche transcurrió tranquila y a  la mañana siguiente se encontraban Yotsuba y Futarou afuera del edificio esperando a sus hijas.

-Gracias papá por cuidarlas.

-No te preocupes, ya sabes que lo hago más que contento.

-Lo sé, además las niñas también les gustas pasar el tiempo contigo.

-Claro, soy su abuelo favorito.

La pareja casada se rieron y simplemente se fueron dejando al hombre mirando en la dirección por donde se marcharon.

-Ahora se que hize lo correcto al hacerme cargo de ustedes...

●● ●● ●● ●● ●●

5 de octubre 20**

-Estas segura, no crees que se enojaran ya que estan durmiendo muy cómodamente.

-Futarou san, están cumpliendo 4 años, ya no podemos dejarlas dormir con nosotros, ya deben de empezar a dormir en la cama que compramos luego de que nacieran.

-Pero van a tener miedo.

-Por eso se van a acompañar, por eso te pedí que les compraras una King size, ya es hora de que empiecen a crecer.

-Pero...

-Sin peros, no es fácil tampoco para mí, pero es algo que debemos hacer si queremos que comiencen a volverse un poco más independientes, siempre que estas en casa te hacen hacer todo, es duro pero debemos aceptar que nuestras hijas están muy mimadas.

-Es culpa de tu papá.

-Tambien voy a hablar con él, pero tú tampoco te quedas atrás, así que ayúdame a llevarlas a su nueva cama y evita que se despierten.

-Esta bien.

Así la pareja tomó a las niñas y lentamente las fue colocando en su nueva habitación que compartirían hasta que ellas mismas pidan su propio cuarto.

-Estas segura, todavía estamos a tiempo de regresarlas, además de que todavía pueden quedarse un año más con nosotros.

-Futarou san ya no insistas, en dos años van a entrar a la primaria y están muy mimadas, hablan poco y hacen casi nada por ellas mismas, tenemos que ir arreglando eso.

Futarou le costaba aceptarlo pero Yotsuba tenia razón en eso.

-Esta bien, pero creo que es muy precipitado el que despierten en una cama y en una habitación que no donde siempre.

-Estan cumpliendo 4 años, es hora de que duerman solas, además de que también nos hace falta esa intimidad de marido y mujer.

Futarou trago saliva. -Creo que sí... debemos darle su espacio a las niñas.

-Pervertido, solo así accediste.

El pelinegro no sabia que decir así que sin más salió de la nueva habitación de sus hijas esperando a que despertaran y seguramente comenzaran a llorar.

La pareja se sentó en su comedor y se prepararon una taza de café cada uno.

-¿Quien crees que llore primero comento Yotsuba.

Futarou le dio un sorbo a su taza y dejándola suspiro.

-Dire que Nana.

-¿Por que ella?.

-deja te explico. Haber, Kyumi se despertara pero al no reconocer el lugar estará desorientada, así que tratará de despertar a Ruroka, pero estoy seguro que no se despertara, así que despertar a Nana o a Sachi, pero Nana es más fácil que comience a Llorar al no notar la presencia de alguno de los dos, sachi ya no llora tanto pero seguirá a Nana y el problema será cuando Junko despierte de escuchar los gritos de todas, ya que es la más apegada a mi, por lo que no verme solo lograra que llore como desesperada.

Yotsuba sonrio ya que pensó lo mismo.

-Se siente extraño cambiar nuestro estilo de vida aunque sea un poco luego de que las niñas nacieran.

-Y seguirá cambiando luego de que entren a las escuela, pero hay algo que nunca cambiará, y es lo mucho que te amo.

Yotsuba se conmovió por la palabras de su esposo y se acercó a él para besarlo cuando de repente el ruido desde la planta superior comenzó a sonar.

-Creo que ya se despertaron- comentó Yotsuba.

-Eso puedo oír.

-Vamos.

-Si, tenemos que calmarlas para luego poder pasar su cumpleaños.

La pareja se puso de pie y caminaron apresuradamente a la habitación de sus hijas y al abrir la puerta ambos hablaron.

-¡Feliz cumpleaños!.

Fin del capítulo.

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