Ha pasado un mes desde que logramos acabar con Mary, si se preguntan que paso con mi garganta, estoy bien, no puedo gritar, pero en un par de meses lograré hacerlo.
James falleció por ese golpe en la cabeza, estuvo vivo durante dos días, pero después de ello murió, para Madd fue más difícil, desde el día en que vio morir a su primer amor no ha sonreído, no ha comido, no ha dormido, su madre se preocupo por ella y esta yendo a un psicólogo, le está ayudando, ayer la vi reír por primera vez en un mes.
Sharon se fue a vivir con su tía, ella esta muy feliz, esta alegre de por fin tener una familia, el próximo año vendrá a estudiar la universidad aquí.
Yo estoy bien dentro de lo que cabe.

Entré al cuarto de mi hermana y ella estaba llorando mientras se miraba en el espejo.
—Hola, ¿Estas bien? —Dije.
Ahora podía hablar, pero solo muy bajito.
—No... Ahora te creo.
—¿De qué hablas? —Dije.
—Hablo de los fantasmas.
Suspire, sinceramente yo no quería involucrarla en este mundo.
—Estaba loca en ese momento, pero no son reales.
—Si son reales, quería entenderte y busqué algo para invocar fantasma... Yo jugué Mary Bloody.
Sentí como mi mundo se caía.
—Desde que jugué no paro de ver una chica, me atormenta y ya no puedo más.
—¿Cuándo jugaste? —Dije elevando el tono de voz.
—Hace dos meses.
Ya no podía hacer nada.
Voltee al espejo y vi a Mary, ella tomó a mi hermana, yo trate de detenerla, pero me lanzó hacia la pared, entonces vi como mi hermana era introducida al espejo y cuando ella estuve dentro se quebró en miles de pedazos.

Fin.