Nosotras dos estábamos bien, el doctor nos había dado de alta, nosotras dos teníamos la misma marca en el brazo.
Al salir fuimos a ver a Sharon, ella había despertado.
—Chicas.
—¿Cómo te sientes?
—Bien, sinceramente me siento bien y los doctores me dijeron que podría ir a casa mañana.
—Eso es genial.... ¿Recuerdas algo de lo qué pasó?
—Recuerdo a una joven.... Pero debió de ser una ilusión.
Chels y yo nos miramos.
—¿Pasa algo malo?
—Al parecer el espíritu de Mary si es verdadero.
—¿Están de broma?, ¿Verdad?
Negamos con la cabeza.
—¿Ahora que hacemos? —Preguntó ella.
No lo sabía, no sabía que teníamos que hacer, no le podíamos contar a alguien más o pensaría que estamos locas, pero tenemos que hacer algo y ya.
—Mañana iré a una biblioteca. —Dije.
—Yo investigare en internet.
—Yo, no sé lo que haré.
—Por ahora descansa. —Dije.
Alguien abrió la puerta y era le enfermera.
—La hora de visitas terminó.
—Te vemos mañana.
Las dos salimos caminando, Chels en muletas y yo cojeando aún dolía un poco la herida.

Estaba en mi casa, mi madre tenía turno en la noche así que nuevamente estaba sola.
Agarré mi laptop y comencé a investigar sobre fantasmas y sinceramente todo eso me puso los pelos de punta, era noche y estaba sola, creo que eso así más terrorífica la situación, además de que ninguna página te decía como vencer un fantasma.
Todos te decían que los fantasmas era el espíritu de un persona que vagaba por la tierra porque tenía asuntos pendientes o había muerto de alguna terrible manera o con alguna emoción muy fuerte.
Cerré la laptop, la luz de mi casa se fue.
Esto no me podía estar pasándome. Agarré una lámpara y camine hasta el sótano, recorre mi casa era muy horrible, caminaba despacio y volteando a todos lados.
Llegué a la puerta del sótano, la abrí y al hacer esto soltó un horrible chirrido.
Vi las escaleras y era lo más tenebroso.
Bajé las escaleras y cada vez que bajaba un escalón, este hacía un sonido escalofriante y funesto.
Al bajar el último escalón me sentí aliviada.
Fui a los fusibles y vi que alguien había bajado la palanca, la subí y la luz volvió como estaba antes.
Subí corriendo las escaleras hasta que llegué a mi cuarto, pero me quedé asustada al ver toda mi habitación destrozada y desordenada, los cajones estaban todos abiertos, la ropa estaba esparcida por toda mi cama, los muebles estaban caídos.
Bajé corriendo y hablé a mi madre.
Estuve sentada en la sala durante mucho tiempo.
Hasta que mi madre llegó.
Le explique que alguien había entrado a la casa, que había estado en mi habitación, subimos y abrí la puerta, me llevé un nefasta sorpresa al ver que toda mi habitación estaba ordenada,mi madre me miró como si estuviera loca, después se fue.
—¿Qué quieres de mí?—Dije.
Escuche como la puerta del baño se cerraba, corrí hasta ahí y vi que mi baño estaba lleno de sangre e insectos asquerosos, no aguante más y corrí lejos de ahí.