Capítulo 5 "No debes de jugar con los muertos"
— Hacernos daño... — Dijo Chelsea.
— ¿Qué haremos? — Dije.
— Hacernos daños.
La fulminé con la mirada.
— ¿Vamos a hacerlo?—Pregunté.
— No...
— Tenemos que o matará a nuestra amiga.
— ¿Y qué hacemos?
— No lo sé. — Dije viendo a Sharon.
—¿Cómo nos haremos daño?
— No lo sé pero tenemos que hacerlo de dos maneras... Aquí en el hospital por si pasa algo y algo que parezca una accidente para que no nos culpen de locas.
— ¿Nos estas escuchando?, parecemos unas locas
— No, fuimos unas locas al jugar ese maldito juego. — Dije cabreada.
— ¿Me estas echando la culpa?
— No, pero no debimos de jugar con los fantasmas, no debes de jugar con los muertos.
— ¿Cómo íbamos a saber que era real?, todas eramos escépticas.
— Ahora tenemos que encontrar la manera de liberarnos de ella, pero primero hay que hacernos daños.
Las dos nos miramos.
— Bien, ¿Alguna idea?
— Bueno estamos en un hospital, me puedo acuchillar... Investigaré donde puedo cortarme sin que me mate o dañe algún órgano vital.
— Bien, pero ¿Yo que haré?
No sabía que responderle, no sabía de que manera podía hacerse daño.
— Ya sé...
Ella me miró esperando a que le contará mi grandiosa idea.
Estábamos afuera del hospital. Era un callejón vacío, así que podríamos cumplir nuestro plan sin interrupciones.
— Entendiste el plan. — Dije.
Ella asintió con la cabeza.
Respiré hondo y agarré el cuchillo con los guantes, me lo puse, al sentir el contacto con la piel, me quedé estática, después cerré mis ojos, no podía hacerlo.
— Tienes que ayudarme, yo no puedo hacerlo.
— No, no te apuñalaré.
— Por favor, yo no puedo hacerlo...
Ella se acercó me vió a los ojos, ella cerró los ojos y empujó el cuchillo, sentí un horrible dolor, caía al piso, mientras mi amiga gritaba como loca.
Después ella se encajó el cuchillo en la pierna, de la nada me comenzó a dar mucho sueño, vi como mi amiga aventaba el cuchillo, después ella se cayó.
Vi como se acercaba muchas personas para ayudarnos, pero no sentía nada... No sentía dolor, lo único que sentía era sueño, cansancio.
Después todo se volvió negro.
Me desperté sobresaltada, estaba en una cama, toda la habitación era blanca y estaba rodeada de aparatos médicos.
Voltee a ver mi brazo y en la muñeca tenía un raya semicircular.
Mi madre entró corriendo y me abrazó.
— ¿Qué pasó? — Me preguntó.
— Íbamos al parque, cuando alguien salió y nos trato de llevar a una camioneta, ofrecimos resistencia y me acuchillaron, ¿Mi amiga esta bien?
— Sí, a ella le dieron en la pierna, estará bien.
Ella me vió el brazo.
— ¿Te has hecho un tatuaje?
— No. — Trate de quitármelo, pero no pude.
Ella me miró un poco confundida, después me dio una charla sobre los tatuajes, la verdad a mí me parecía muy absurda, ya que si me lo hubiera hecho realmente, me hubiera hecho algo mejor.
— Es momento de que te dejé sola.
Mi madre se fue y me dejó sola.
Las luces comenzaron a encenderse y apagarse, me quedé estática, en frente de mí había un espejo y pude ver que no estaba sola, había alguien parada a un lado mío, su mano estaba posado en mi hombro, y la mirada agachada.
El espejo comenzó a formar una palabras con sangre, no quería voltear, tenía mucho miedo.
En el espejo se formo.
"Que empiece el juego"
Después el vidrio se quebró.
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