Capítulo 4 "¿Ahora crees en los fantasmas?"

La alarma sonó como todas las mañanas irrumpiendo mi sueño, a mi lado estaba Chelsea, me paré y fui al baño, regrese al cuarto y desperté a Chelsea ella se paro y se comenzó a arreglar.


Llegamos a la escuela, todo parecía normal, los chicos platicaban, hacían los deberes o simplemente  estaban ahí esperando a la hora del timbre, yo iba caminando junto con Chelsea hacia nuestro salón.

—¿Entonces la policial no encontró nada? —Pregunté.

—No, dijeron que nadie había forzado la entrada, pero yo estaba segura de que vi... —Ella se quedó callada. — Vi algo.

—Pues ya te conté que ayer vi a alguien en el baño, crees que sea Mary....

—No, los fantasmas no existen.

—Bueno, solo piénsalo a los dos nos ha pasado cosas raras, como a ti, había alguien en tu casa observándote mientras dormías, además has dicho que los teléfonos no funcionaban pero al llegar al policía han funcionado, además he visto a Mary a través del espejo.... Esto parece una película de terror.

Ella se detuvo, volteo a verme y hablo.

—¡Cálmate! —Dijo casi como un grito. —Los fantasmas no existen, de seguro fue una jugada de nuestra mentes, en esos momentos estábamos asustadas por que acabamos de jugar.

—De acuerdo.

Me quedé inconforme algo dentro de mí sabia que tenía razón, anoche lo había experimentado, había visto a alguien detrás mío, sentí su respiración me niego a creer que todo esto es creación de mi mente.

Entramos al salón y nos sentamos lo raro raro que ahora no estaba Sharon en su lugar, ella siempre llegaba antes que nosotras.

—Chicas. —Dijo James el vecino de Sharon.

—Lárgate fenómeno. —Dijo Chelsea.

Yo la fulmine con la mirada, todos decían que él era un fenómeno porque le encantaba lo paranormal, él sabía mucho acerca de lo paranormal, además siempre estaba con los libros y no tenía amigos, de hecho nunca nos hablaba.

—Lamento que mi amiga no tenga modales. —Dije mirándolo a los ojos.

—No te preocupes solo querida decirles que ayer llego una ambulancia al edificio y se han llevado a  Sharon.

—¿Qué le pasó?—Dijo Chelsea preocupada.

—No lo sé, pero esta en el hospital de la calle 5.

—Muchas gracias James. —Dije sonriéndole.

Él se sentó en la primera banca.

—Saliendo vamos a verla.



Las clases fueron demasiado rápido, las dos estábamos preocupadas por nuestra amiga, el  camino del instituto al hospital fue demasiado largo.

Estábamos en frente de ese enorme edificio blanco y con muchas ventanas, cruzamos las puertas y caminamos hasta la recepción donde estaba una chica, cuando estuvimos en frente de ella, ella nos miro con sus profundos ojos cafés.

—Hola, ¿En qué les puedo ayudar?

—Buenas tardes, soy Maddison y ella es Chelsea, nos enteramos que nuestra amiga Sharon Beer Rey esta hospitalizada aquí.

—Sí, vayan al piso cinco donde la enfermera a cargo de ese piso les dirá más sobre su caso.

Avanzamos hasta el elevador, al llegar ahí presionamos el botón para que subiera, entramos al elevador y comenzó a sonar esa típica música de elevador, se abrieron las puertas y caminamos hasta llegar a un pequeño cubículo.

—Buenas tardes, queríamos saber si aquí esta una chica llamada Sharon Bee Rey.

—Buenas tardes, disculpen ¿tienen familiaridad con ella?

—Somos sus dos mejores amigas.

La señora nos miro desconfiada.

—Ella esta en el cuarto 23a, pueden pasar solo un momento.

La señora nos guió hasta el cuarto abrió la puerta y vimos que estaba ella acostada.

—¿Qué le pasó?

—Aún no se sabe, pero al parecer todo esta bien... Su padre la ha encontrado inconsciente en la sala además le salía sangre de sus oídos.

Las dos nos miramos confundidas y extrañadas.

La señora nos dejo solas y cerró la puerta.

Estuvimos unos minutos ahí sentadas a su lado viéndola respirar, viendo como su pelo rubio como el oro caía sobre su pecho, como sus labios estaban de un color rosado muy pálido, sus ojos estaban cerrados, sus muñecas estaban fuera de la sabana.

Puse mi mano cerca de ella, cuando ella me agarró mi mano provocando que yo diera un salto, Chelsea se quedo viendo la escena asustada, Sharon se levanto hasta quedar de mi altura su cabeza dio un giro pequeño volteando a verme todo esto en cámara lenta, después abrió sus ojos y estaban totalmente blancos.

—Qué hermosas amigas han venido a ver a Sharon.

Nos quedamos asustadas viendo la escena.

—Si quieren que vivan tendrán que hacerse mucho daño, tienen 2 horas.

No esto no podía ser verdad.

—Y si creen que esto es una broma... 

Se saco la aguja del suero y se comenzó a hacer una cortada muy profunda que inmediatamente comenzó a sangrar.

—Tienen dos horas el tiempo corre a partir de ahora.

Después ella se volvió a tirar y su cortada curó.

—¿A qué se refiere con hacernos mucho daño?

—No lo sé, pero....¿Ahora crees en los fantasmas?

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