—¿Qué rayos fue eso? —Me preguntó Sharon viendo los cuchillos en la pared.
—Te trato de matar, pero yo logré verlo 10 minutos antes de que sucediera y así pude salvarte.
—Gracias por salvar mi vida.
Ella me sonrió y me dio un fuerte abrazó.
Madd entró y dejo la mochila en la mesa, vio la pared y después nos vio con horror.
–¿Están bien?, ¿Qué ha pasado?
—Mary trató de matarme pero Chelsea me ha salvado.
Sonreí, ahora entendía lo que me había dicho James, podía salvar a las personas.
—Eso estuvo cerca, estoy cansada iré a dormir, se quedan en su casa.
Madd subió las escaleras y se fue a su habitación.
Sharon comenzó a quitar los cuchillos de la pared y los puso en el lavadero, agarró un limón y caminó hasta la sala donde se sentó y comenzó a chupar el limón.
—Mi madre decía que en un buen susto debes de chupar un limón.
—¿Estas bien?, me refiero respecto a tu padre....
—Cuando murió mi padre, no sentí nada, me sentí alivias había sido humillada y golpeada por ese hombre, ahora soy feliz y sin preocupaciones, pero ahora no dejo de ver a mi madre, yo la extrañó tanto, la necesito.
Ella comenzó a llorar.
Yo la abracé fuertemente mientras ella seguía llorando.
—Tranquila todo esta bien,nos tienes a nosotras ahora seremos tu familia.
Ella se limpió las lágrimas.
—Muchas gracias, por cierto he convencido a mi tía para que me deje dos semanas más... Después de eso me iré.
Yo me quedé sorprendida las tres habíamos sido amigas desde que tengo memoria, nunca nos habíamos separado, pero después de esto ella se iría.
—Tranquila, esta a una hora de aquí, vendré a visitarlas más seguido y ya sabes cuando entremos en la universidad viviremos juntas.
—Claro, lo prometimos y las promesas no se rompen.
Las dos sonreímos.
—¡Ayuda! —Gritó Madd.
Las tres subimos corriendo vimos que había un recorrido de sangre desde el cuarto de ella hasta el baño.
Corrimos hasta el baño y el cuarto estaba cerrado.
—Maddison abre la puerta.—Dije.
—¡NO PUEDO ESTA ATASCADO, POR FAVOR AYUDENME!
Nosotras tratamos de abrir la puerta.
Comenzamos a golpearla con nuestro cuerpo pero no podíamos.
Junte todas mis fuerzas.
—Quítate de la entrada, vamos a entrar.
Le di una patada fuertemente a la puerta, esta se abrió como magia.
Entramos y vimos que la habitación estaba vacía, la ventana estaba abierta.
—¿Dónde está Madd? —Dijo Sharon.
—No lo sé, pero de algo estoy segura ella ya no esta en la casa.