Chels.
Mi hermana me seguía molestando porque creía en fantasmas, sinceramente me alegraba que ella no tuviera este Don, yo lo trató de ver así aunque me perturbe.
Como me ha dicho James es mejor aceptarlo, además soy lo que soy y no puedo cambiarlo, además lo puedo usar a mi beneficio, puedo salvar vidas.
Sentí como se me encajaban cuchillos, era demasiado doloroso, estaba sudando mucho, tenía como 10 cuchillos encajados en mi cuerpo, voltee a ver al frente y vi que estaba en la cocina de Madd, inspeccioné las cosas con más atención, mi ropa... Era la de Chels, vi el reloj y eso sucedería exactamente en diez minutos.
Cerré mis ojos, los abrí y estaba en mi cocina, mi hermana se me quedó viendo.
—¿Estas bien?
Cheque mi reloj y vi que tenía 9 minutos.
Agarré rápidamente las llaves de mi carro, salí corriendo de la casa ignorando los gritos de mi hermana, subí a mi carro y conduje hasta la casa de Madd, en todo el camino le marqué a Sharon y a Madd, pero nadie me contestaba, aventé mi celular de la desesperación.
Conduje más rápido hasta que estuve en frente de la Madd.
Salí del carro y corrí hasta la casa, toqué en la casa pero nadie me abría, era como si no me escuchara, caminé hasta la ventana de la  sala y vi como Sharon caminaba hacia la cocina.
Cheque mi reloj solo tenía 1 minuto.
Rápidamente agarré la roca que estaba a un lado mío, la arrojé sobre la ventana y esta se quebró fácilmente.
Me quité mis zapatos de tacón y terminé de romper el vidrio, entré por ahí, cuando estuve adentro corrí hasta la sala, vi como los cuchillos estaban listos para ser lanzados hacía Sharon, corrí hasta ella y la taclee, todos los cuchillos se encajaron en la pared.
Respire tranquilamente mientras caí a un lado de Sharon, mientras ella me miraba sorprendida y asustada.