Chels

Al llegar a la casa de Madd lo primero que hicimos fue dormirnos, había sido un día muy agotador.

Me desperté muy asustada, entonces comencé a escuchar susurros que decía.
"Tú hermana"
No paraba de escuchar esa voz, tomé mi chaqueta y las llaves de mi carro.
Bajé al primer piso a toda velocidad, salí de su casa y me fui en mi carro.
Estaba angustiada si le pasaba algo a mi hermana no seria capaz de perdonármelo.
Después de 20 minutos logré llegar a mi casa.
Toqué el timbre y la puerta lo más rápido y ruidoso que pude pero nadie me abría la puerta.
Me asome por la pequeña ventana que había y vi como una figura comenzaba a subir las escaleras lentamente, era Mary.
Corrí y fui a la parte de atrás pero la puerta estaba cerrada igual que la de enfrente.
Solo quedaba subir por el árbol.
Escalé el árbol lo más velozmente posible, caminé por la rama para llegar hacia la ventana, cuando logré llegar hasta ella salte y entre a mi habitación, abrí la puerta y corrí por todo el pasillo hasta que vi el cuarto de mi hermana, logré ver que ella estaba dormida.
Cuando estaba a casi nada de llegar a su habitación la puerta se cerró.
—Hermana abre la puerta.
Comencé a golpear fuertemente la puerta, agarré el bat que tenía y golpee la puerta hasta que sea se hizo trizas, entre a la habitación y abrace a mi hermana.
—¿Qué te pasa? —Me preguntó ella asustada.
—Gracias a Dios que estas bien.
—Obvio que estoy bien.
—¿Por qué no me abrías la puerta?, hasta tuve que romper la puerta.
Apunte hacia la puerta abierta que estaba en perfecto estado.
¿Qué?, yo la había roto...
—Ajá, creo que deberías ver un psicólogo.
—No, es que.... Lo siento.
—Loca.
Ella se acostó enojada y se volvió a dormir.
Definitivamente esta no había sido mi noche.
Voltee a ver el pasillo y vi que Mary estaba parada, camine hasta la puerta y la cerré.