— ¿Entonces que fue lo que sucedió? — Me preguntó el oficial.

Después de sentir la muerte del padre de Sharon y ver que al final todos nuestros esfuerzos fueron en vano ya que había muerto, llamamos a la policía.

— Señorita Brooks.

— Dígame Chelsea. — Dije. 

— De acuerdo Chelsea ahora dígame que pasó.

 Comencé a decir lo que habíamos acordado.

Flashback

Al ver que su padre estaba muerto, James marcó a la policía.

  — Bien necesitamos una historia. —   Dijo Madd. — Ya saben de seguro nos interrogarán.

  — Vamos a decir, que hemos sacado a Sharon ya que ella no estaba loca, que volvimos a su casa para hablar con su padre, cuando nos quedamos atoradas en el ascensor, al abrirse vimos la ventana rota y nos acercamos para ver que había pasado y encontramos al padre de Sharon muerto. — Dije.

— De acuerdo, todos sabemos lo que vamos a decir... ¿Verdad? — Dijo Sharon.

— Sí.

Fin del FlashBack.

— ¿Eso es todo lo qué pasó? — Me preguntó el oficial.

— Sí.

— Muy bien, solo hay algo que no entiendo... Su amiga estaba internada en un Sanatorio mental por tratar de quitarse la vida... ¿Cómo la han sacado?, los únicos que la pueden sacar son los padres o algún familiar y usted solo es su amiga.

Me quedé callada, ¿Qué le podría decir?

— Además según una vecina de la familia Beer dice que nadie sabía donde estaba Sharon más que su padre.

¿Qué le diría?, que soy una Banshee y lo sabía por ello.

 —Bueno entré al apartamento de él para saber donde estaba mi amiga, además recibí una llamada donde Sharon mi amiga me pedía ayuda, decía que su padre la había internado, pero que ella no trató de suicidarse... Su padre le encajó el espejo o el plato...

  — Muy bien, por favor quédese aquí.

 Después de mucho tiempo, vino el oficial.

  — Pasen.

Pasaron Madd, Sharon y James.

— Muy bien, sus historias concordaron en lo mismo, así que los dejaremos ir, Sharon te quedarás con una amiga hasta que mañana venga tu tía.

Ella asintió con la cabeza.

—Váyanse a casa, deben de estar cansadas.

— Muchas gracias oficial.

Todas nos despedimos y salimos de la comisaria.

  — ¿Nos podemos quedar contigo?— Le pregunté a Madd.

— Claro, saben que me encanta que se queden conmigo.

Le sonreímos, nos despedimos de James y nos fuimos, pero él me agarró de la mano.

— ¿Estas bien?

— Sí, es solo que vi a él y creí que lo salvaríamos, sinceramente aún no me acostumbró a esto de la muerte.

— Algún día lo harás, verás la muerte como algo que es parte de ti.

— Espero que sea pronto, a veces siento que no puedo, predecir la muerte de las personas es un asco.

— Lo es, pero tal vez es un Don, tal vez con ello puedas salvar muchas vidas.

Asentí con la cabeza.

— Muchas gracias. — Le sonreí.

— Tu amiga Madd es...

—¿Te gusta? — Pregunté.

— Sí.

— Le gustan los chocolates y flores... Gracias y adiós.

— Adiós.