Madd.

Marqué rápidamente a Chels, sinceramente me preocupaba porque no me contestaba ninguna llamada, ya me estaba preocupando, ninguna de las dos (Chelsea y Sharon) contestaba mis llamadas, había pasado exactamente una semana y eso significaba que quedaban dos, Chelsea la había visto ayer, pero se había mostrado muy alterada al parecer no ha podido dormir desde hace una semana, dice que escucha voces en su cabeza y sonidos que nadie más escucha, mientras que Sharon no hemos podido contactarla desde hace una semana.

Llegué a la casa de Chelsea, toqué la puerta y su hermana menor me abrió la puerta.
—Hola Nora.
—Hola Maddie.
—¿Esta tu hermana? —Le pregunté.
—Esta en su habitación, aunque creo que se volvió loca, no para de gritar y decir que se callen, cuando nadie esta hablando, además dice que los fantasmas son reales.
Ella lo decía en tono un poco agresivo, pero ella no entendía por lo que estábamos pasando y menos su hermana que era la que más estaba sufriendo.
—¿Puedo pasar a verla?
—Sí, está en su cuarto.
Ella se fue a la sala, mientras yo subí a su cuarto, la puerta estaba cerrada pero podía escuchar su voz
Entré con miedo y su habitación estaba hecho un desastre, había hojas con palabras ilegibles.
Ella estaba en medio de la habitación escribiendo y su cabello parecía un nido de pájaros, traía solo una blusa.
—¿Chelsea?
Ella hablaba en voz baja.
—¡¿CHELSEA?!—Grité.
Le di una cachetada muy fuerte.
Ella reaccionó y se me quedó viendo.
Le di nuevamente una cachetada.
Ella reaccionó al instante vio todo su cuarto y a ella misma.
—¿Qué me pasó?
—No lo sé, estas en el suelo escribiendo esto.
—No me acuerdo de nada....
—Tranquila todo esta bien.
Ella miró sus apuntes, comenzó a ordenar sus apuntes.
—Mira.
Yo me quedé observando las hojas, observe con suma atención y vi que se formaba una dirección.
—¿Qué significa esto?
—Es la dirección de Sharon.
Sharon nunca nos había dicho su dirección, era por eso que no habíamos podido ir a su casa.
—Vamos. —Dije.
Ella se arreglo y huimos a la casa de Sharon.

—¿Estas segura que es aquí?
—Sí, está es la dirección.
Yo vi el lugar y era un lugar de mala muerte, entramos al edificio y preguntamos en la recepción, nos dieron un número del departamento, subimos las escaleras hasta encontrar dicho departamento.
Cuando estuvimos en frente,  toqué la puerta.
Un señor con una cerveza en la mano nos abrió.
—Hola mi nombre es Chels y ella es Madd, somos amigas de su... ¿Hija?, Sharon, venimos a ver si se encontraba es que no ha ido a la escuela.—Dijo Chels.
—Bueno esa niña tonta se ha tratado de suicidar la tuve que internar.
Las dos mostramos caras de confusión, nosotras la conocíamos y ella es incapaz de hacer eso.
—Eso no puede ser.
—Se encajo un vidrio en su cara, casi muere desangrada...
—¿Dónde está?
—Lo lamento pero no puedo darles esa información, ahora lárguense de mi casa.
Él nos cerró la puerta en la cara.
—¿Le crees? —Pregunté.
—No, vamos  a averiguar donde esta y la sacaremos de ahí.
La sacaríamos de ahí, pasara lo que pasara.