Capítulo 1 "Soló es un juego"

–Vamos Madd, hay que hacer algo divertido —Dijo Chelsea.
Mi nombre es Maddie, pero mis amigas me dicen Madd, tengo 17 años y estoy apunto de terminar la preparatoria ahora estoy sola en mi casa con mis dos amigas, Chelsea y Sharon.

Chelsea quería jugar a un juego llamado Bloody Mary o mejor conocida como María sangrienta.
Les contaré un poco de su historia:

Bloody Mary era una muchacha gravemente enferma y que en ese tiempo no se podía curar. El médico era su padre, que después de cuatro días en coma tomó la decisión de enterrarla en el patio de su casa. La madre de Mary no se quería ir de la tumba. Su padre sabiendo que se iba a morir de frío le inyectó morfina. A Mary se le amarró en la muñeca un hilo que iba unido a una campana. El padre se fue a dormir y a la mañana siguiente fue a ver la campana, que encontró tirada. En ese mismo momento abrió la tumba de su hija y vio que sus manos estaban llenas de sangre y poco después se fijó en sus dedos donde no estaban sus uñas. Después de llorar por un buen rato se fijó en que las uñas estaban incrustadas en el ataúd con muestras de rasguños. Se cree que para que ésta aparezca se deben encender tres velas frente a un espejo, dar tres vueltas y mientras lo hacen decir «Bloody Mary» tres veces.

Así que esa noche, trataríamos de contactarla, tenía miedo, pero mi amiga me había retado.

—Madd, los fantasmas no existen o ¿crees en ellos?

—No, solo que no creo que debamos jugar con ello....

—Entonces hagámoslo, trae tres velas... Lo haremos juntas.

Sharon y Chelsea se rieron, mientras yo sonreí con miedo.

Baje a la cocina y agarre tres velas y un encendedor, subí las escaleras prácticamente corriendo, llegué al cuarto y estaba mis amigas platicando.

—¿Quién está lista para jugar Bloody Mary? - Pregunté.

Por dentro estaba muriendo de miedo, una parte de mi me encantaba lo paranormal, pero otra de mí decía que huyera.

Mis amigas y yo caminamos al otro lado del pasillo hasta llegar al baño.

Abrí la puerta dejando ver el interior del pequeño baño, las tres entramos y cerramos las puertas, encendimos las velas, apagamos el foco, veíamos muy poco nuestro reflejo, solo veía una parte de mi rostro.

—A la cuenta de 3. —Dijo Sharon.

—1. —Dijo Sharon.

—2.—Dijo Chelsea.

—3. —Dije.

—"Bloody Mary". —Dijimos las tres al mismo tiempo y dimos una vuelta.

—"Bloody Mary" —Dijimos por segunda vez y dimos otra vuelta.

—"Bloody Mary" —Dijimos por tercera vez y última, después dimos una vuelta.

Nos quedamos mirando al espejo.

—¿Qué se supone que tenía que pasar? —Dijo Sharon.

En menos de un segundo sentí como alguien me daba un débil golpe, salte y solté un gritó.

—¿Qué pasó? —Preguntó Sharon.

—¿Quién de ustedes fue? —Grité.

—¿De qué hablas Madd? —Dijo Chelsea.

—¡PRENDAN LA MALDITA LUZ!

Sara corrió y la prendió, mis dos amigas vieron como estaba sudando y en mis ojos reflejaban puro terror.

—Alguien me tocó, ¿quién de ustedes fue?

—No fui yo, lo juro. —Dijo Sharon.

—Ni yo, lo juro por mi vida. —Dijo Chelsea.

—¿Entonces quién fue?

—Tal vez ha sido el fantasma de Mary. —Dijo Chelsea con una sonrisa burlona.

—No bromees esto es real.

—Bueno, yo no vi, ni sentí nada, así que Mary no es real, solo es una leyenda, así que ignóralo, me tengo que ir es tarde. —Dijo Chelsea.

—Yo también, tengo que irme. —Dijo Sharon.

Fueron por sus cosas a mi cuarto y después se fueron.

Cuando cerré la puerta sentí un miedo terrible, mi madre trabajaba y llegaba hasta las 6 de la mañana, mi padre abandono a mi madre cuando se entero que estaba embarazada de mí, así que solo somos mi madre y yo.

Subí corriendo hasta mi cuarto.

Me puse mi pijama, fui al baño con mucho miedo, pero tenía que vencerlo, había sido mi mente.... Si eso debió de haber sido.

Prendí el foco y comencé a lavarme los dientes, me agache para escupir el agua, me levanté y en el espejo vi a una chica parada atrás de mi, su pelo negro cubría su rostro y de atuendo tenía un camisón antiguo manchado de sangre, sus uñas estaban llenas de sangre y algunas no las tenía.

Me había quedado congelada, mi cuerpo no reaccionaba, el miedo me había paralizado.

Ella comenzó a acercarse, lentamente.

Sentí que mi corazón se detenía.

La luz comenzó a fallar, se apagaba, se encendía, y cada vez que se encendía la luz, ella estaba más cerca.

Mis manos estaban temblando, se apago la luz, se escuchaba solo mi respiración, se encendió y ella estaba a unos centímetros de mi, sentí su aliento helado en mi nunca, cerré los ojos.

Los abrí y estaba sola, estaba llorando, corrí hasta mi cuarto.

Caí unas cuantas veces hasta que llegue a mi cama, me cubrí y después de unas horas me quedé dormida.

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