—Eso es todo lo que pasó. —Dije.
Mis amigas se me quedaron viendo como si estuviera loca.
—Escucha....
—Sé que suena loco... Pero hemos pasado por muchas cosas, creo que ya nada les debería parecer imposible y si mi hermana está en ese horrible lugar yo iré por ella, porque fue mi culpa... No le estoy pidiendo que se vengan conmigo, les pido que estén ahí cuidando mi cuerpo...
Madd se paró del sofá y se comenzó a agarrar el pelo, eso siempre lo hacía cuando estaba nerviosa.
—No, ni creas que te dejaremos ir solas, hemos pasado todo esto solas... Yo iré contigo.
—Si ella va, yo también.—Dijo Sharon.
—Chicas eso es peligroso, no iré a un picnic o de compras iré al mismo infierno.
Ellas se miraron por un segundo, tratando de ponerse de acuerdo.
—Somos amigas y no te dejaremos ir a ese lugar... Sola.
—Bien...
—¿Están listas?—Pregunté.
—¿Listas para ir al infierno?, claro siempre lo he estado.
Reí ante el comentario,  pusimos las velas en la sala.
La habitación quedo a oscura solo se veían los rayos que caían además de las horribles velas que daba un aspecto siniestro y terroríficos.
Trate de calmarme, ¿En serio haría esto?, era una locura y más porque mis amigas venían conmigo....
Las tres nos sentamos en círculo.
—Si no quieren ir está bien, en serio...
—Esta bien, queremos ir contigo.
—Exacto, no te dejaremos ir sola...
Asentí con la cabeza.
—Son las mejores amigas que he tenido en mi vida.—Dije.
Ellas sonrieron.
Prendí la vela que estaba en medio de la habitación, puse el espejo en medio de las tres.
Todas pusimos la mano en el espejo después comenzamos.
—Bloody Mary. —Después de eso pensé en entrar.
—Bloody Mary.—Trate de no irme corriendo.
La verdad era que jamás pensé volver a hacer esto, era una completa locura; todo esto había pasado por culpa este maldito juego, así fue como inicio y de esta misma manera terminaría.
—Bloody Mary.
Entonces sentí mucho viento y como si estuviera siendo arrastrada.