7
Jungkook.
Definitivamente este tipo de situaciones eran mejor que el cine, solo nos faltaban las palomitas y butacas para contemplar el espectáculo que estaba dando NamJoon.
Era sumamente divertido ver cómo intentaba ligar con el chico en el que tenía su vista puesta desde hacía un tiempo. Jin creo recordar que se llamaba, y era una autentico príncipe caprichoso.
No solo eso, era la maldita belleza del campus, tanto a ojos femeninos como masculinos. No dudaba que la mitad de profesores estuvieran detrás de él, e incluso yo, que no entraba nada en mi prototipo de chico, tenía que admitir que era atractivo.
De hecho, ahora mismo NamJoon se encontraba diciéndole exactamente eso en medio de los pasillos, apoyado en la taquilla del castaño mientras este buscaba sus libros y le ignoraba. Varios de nuestro grupo, como Mark o Chanyeol, estaban casi llorando de la risa.
— ¿Creen que lo rechazará? —preguntó el menor del grupo, quien más metido estaba en la situación. En ese aspecto era el más ingenuo, porque los demás sabíamos de sobra que el único sí que se llevaría, vendría dentro de la frase: "A ver si te pierdes siempre, imbécil"
— De eso se trata, es lo divertido —declaró Kyungsoo con su típica actitud indiferente. En ese momento NamJoon se inclinó sobre el oído de Jin, y todos nos quedamos expectantes de ver qué pasaba. Llevaban varios segundos y no lo apartaba— Si NamJoon lo consigue, admitiré que existen los milagros. Y que Taehyung podría tirarse al culón algún día.
— Se llama Jimin, idiota —Taehyung intentó aparentar que no le importaba, pero en lo que respectaba a su estudiante favorito, todos sabíamos que nada iba de broma. Taehyung realmente se estaba enganchando de ese chico, lo que nos incitaba mucho más a picarle.
Era casi tan divertido como molestar a Yoongi.
— ¡Miren, creo que le está dando su número! —todos devolvimos la vista a la escena tras las palabras de Mark. Y efectivamente, el castaño escribía algo en la muñeca de nuestro amigo.
— No puedo creerlo.
— ¿Lo ha conseguido?
— Una mierda ha conseguido —declaró Kyungsoo. Y resultó tener toda la razón, porque en un segundo, Jin se alejó de NamJoon, cerró la taquilla bruscamente, le sacó el dedo medio y se fue tan digno como había llegado— Les dije.
Cuando el terreno estuvo despejado nos acercamos al moreno en busca de noticias, las cuales no hicieron falta al ver lo que realmente le había escrito en la muñeca.
Un: "Que te jodan, imbécil" a grandes letras decoraba su morena piel. Al parecer NamJoon le respondió algo sobre que mejor le jodía él otra cosa y por eso Jin se había ido tan enfadado.
Típico. E igual de típico era que nuestro amigo siguiera impasible. Se encogió de hombros y sonrió como si nada, con esa confianza que tanto le caracterizaba.
— Hasta su letra es cursi —declaró BamBam a la vez que fingía una arcada. Soltaba celos por cada centímetro de su cuerpo.
— A mí me parece bonita —Mark soltó el brazo de NamJoon tras observar la cuidada escritura del príncipe del centro, y sonrío de nuevo al más delgado del grupo— Lo que ocurre es que tienes envidia.
— ¿Envidia? ¿De esa cosa?
— Envidia de que es más guapo que tú.
— ¿Perdona? —el tailandés abrió mucho los ojos con exagerado dramatismo y colocó un dedo en el pecho de su amigo, quien sonreía con fingida inocencia.
— ¿Qué? —se encogió de hombros y le barrió con la mirada— Tan solo digo la verdad. Incluso yo soy más guapo que tú.
— ¡Mira y verás! —agarró al primer chico que encontró por los pasillos, acercándose a él mientras arrastraba a Mark de la manga. Todos los demás volvíamos a disfrutar del espectáculo— ¡Tú, responde ahora!
— ¿Yo?
— Anda, pero si es Jackson —Mark sonrió y luego miró a BamBam— Va a mi clase.
— Me da igual —el castaño volvió a girarse hacia su víctima, y tras colocarse junto a Mark, poniendo sus manos en las caderas con indignación, señaló a su amigo y luego a él— ¿Quién es más guapo de los dos?
— M-mm, yo no sé.
— Responde Jackson, no pasa nada.
— ¡Eso, responde con sinceridad y grita mi nombre bien alto para que se le meta a este idiota en la cabeza! ¡Y también di que soy más guapo que Jin!
— ¡Nadie es más guapo que Jin! —intervino NamJoon por el fondo, aun contemplando el grosero comentario escrito en su mano. Cuando levantó la vista y nos encontró mirándole, tan solo se encogió de hombros— Solo informo.
Los siguientes minutos nos dedicamos a reírnos del amigo de Mark, el cual parecía que iba a explotar de un segundo a otro por la angustia. BamBam estaba totalmente indignado, casi comiéndoselo para que respondiera que él era el más bello del mundo y Mark descojonándose en medio de la escena.
Cuando la profesora llegó, el tal Jackson estaba debatiéndose entre el ataque cardiaco o proseguir su infierno, así que en cierto modo el comienzo de clases fue su liberación.
Cada uno nos marchamos a nuestras aulas, aún con restos de carcajadas de las escenas recientemente vividas. Si algo me compensaba de estar en este grupo de gente, eran las risas que me provocaban.
De hecho, las siguientes clases no hicieron más que aumentar gracias a nuestra víctima por excelencia, y mi favorita en todo el colegio, Yoongi, al cual nos dedicamos a molestar con disimulo todo el tiempo posible.
Sí, por desgracia no fue mucho, ya que cuando NamJoon estaba tirándole al rarito bolas de papel con palabras obscenas en inglés escritas en ellas, una se desvió y golpeó contra la pizarra, llamando la atención de la profesora.
Obviamente al leer un "Good bitch" en grandes letras, inmediatamente sacó el culo de NamJoon de clase, llevándolo directo a secretaría.
La mayoría aprovecharon el descanso para ponerse con el móvil o hablar. O en el caso de Chanyeol, medio violar a Kyungsoo en medio de todo el mundo.
Yo escogí una diferente e infinitamente mejor opción. Una que se encontraba sentada en primera fila dibujando algún garabato con ojos.
— ¿Leíste lo que te mandó NamJoon? —me senté de un salto en su mesa y cerré el cuaderno para que me prestase toda su atención. Cuando levantó la vista, tuve que evitar el impulso de pegarle por décima vez en el día. Últimamente me entraban ganas de golpearlo cada vez que hacía algún gesto adorable— No te quedes mirándome y responde.
— ¡A-ah, sí! —pestañeó varias veces y volvió a agachar la vista, esta vez a su cuaderno cerrado. Su comportamiento ya no era el mismo que al principio del curso, ahora se mostraba mucho más temeroso. Quizás había abierto al fin los ojos y ya no confiaba ciegamente en mí— No sé inglés.
— ¿No sabes lo que significa Beddable booty? —negó, mirándome con los ojos muy abiertos y expectantes— Significa que tienes un culo follable.
— ¿Culo...? ¡Ah! —se tapó la boca al comprenderlo, poniéndose inmediatamente rojo de vergüenza. Reí y seguí con la broma, pues quería volver a disfrutar de esa expresión cuanto antes.
— Lo demás significa cosas como: "Ponte en cuatro" "Déjame mancharte esa boquita "o "Voy a hacer gemir"
— ¡Para, para! —se tapó los oídos y cerró los ojos totalmente escandalizado, empujándome a otra onda de risas. Cuando me calmé, él seguía cerrando el contacto con cualquiera información externa. Me quedé observándole, hasta que entreabrió un ojo para comprobar si me había detenido— No puedes decir esas cosas en alto —murmuró.
— ¿Por qué no?
— A mi hermana la castigan cada vez que dice cosas guarras.
— ¿Ah sí? ¿Y qué cosas dice tu hermana?
— Mmm —miró al techo, intentando recordar— Una vez dijo que los penes eran casi tan desagradables como aquellos que los portaban —me reí tan alto que todo el mundo se giró a vernos hasta que me giré y todos volvieron a sus quehaceres.
Yoongi también estaba sonriendo, exactamente con la misma aura que cuando un niño hace travesura.
— A mí también me hizo gracia pero mi mamá se enfadó mucho. La castigó sin cenar, y eso que había espaguetis.
— Entonces a tu hermana le gusta más el pescado.
— ¿Qué? No, de hecho lo repudia —no entendía cómo es que podía ser tan inocente— ¿Qué pasa?
— Nada, nada —me incliné un poco más sobre él, coincidiendo a cada centímetro más con las palabras de Chanyeol. Yoongi era adorable, y más ahora, cuando intentaba alejarse mientras me miraba con los ojos abiertos, asustado de lo que yo fuera a hacer— ¿Y a ti, Yoongi?
— ¿A-a mí?
— ¿A ti te gusta el pescado? —me acerqué un poco más— ¿O eres más de carne?
— M-me gusta la carne.
— ¿Deberíamos comprobarlo?
Avancé un par de centímetros más, los justos para que cuando él los retomara, su silla cediera ante su peso y cayera de espaldas al suelo armando un gran alboroto. Ahí sí que se giró todo el mundo. Varias risas no tardaron en aparecer y la confusión en el rostro de Yoongi invadió toda mi mente.
Antes de levantarme para volver a mi sitio, me recordé a mí mismo en que posición estábamos los dos y por qué no podía comprobar nada. Absolutamente nada de él.
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