¡¡¿Por qué no me dejan comer en paz?!!

Finalmente, después de tanto tiempo tocamos tierra. "Singapur ¡Hermosa ciudad!" Una vez a bajo del barco me tire al suelo y comencé a besarlo sin parar. "Ahhhhh~ estupido y sensual suelo firme~ ¡Como te extrañe!" 

"Que perra tan escandalosa." Dijo Jotaro bajando sin prisa de la embarcación que nos había recogido en alta mar. 

Sin previo aviso, Polnareff también saltó y al igual que yo, apreciaba la belleza de la tierra firme besando el pavimento al mismo tiempo que yo para luego tomarnos de las manos y dar brinquitos de alegría al estar en el suelo. "¿Que perro escandaloso?" Dijo Kakyoin riendo ante nuestras payasadas logrando sacarle una pequeña sonrisa a Jotaro y varias carcajadas al resto. 

Unos minutos después nos encontrábamos charlando tranquilamente en la acera sobre nuestro próximo movimiento para llegar a Egipto. Para nuestra sorpresa un guardia vino corriendo furioso a nuestra dirección, lo que me hizo esconderme detrás de Avdol. "¡N-no volveré a la cárcel!" Mi pequeño susurro de terror pareció hacerle gracia ya que terminó por acariciar mi cabeza.  

"No lo permitiré, estate tranquila ¿Si?" Su sonrisa dulce y sincera me hizo tranquilizar y sentirme un poco más cómoda con esta situación. 

"¡Oigan ustedes dos!" Dijo el oficial apuntando al Francés y a mi. "¡Tiraron basura al suelo ¡¿No?! ¡Se ganaron una multa de 500 dólares de Singapur!"

Con mis dedos empecé a hacer cuantas, llevando de 500 dólares de Singapur a Euros. "2 y 2 son 4. . . . .4 y 2 son 6. . . . . ¡¿322.79?!. . . . Espere, ¿De que basura habla?"  El oficial enojado apuntó hacia el suelo, dejando en claro que pensaba que la bolsa de Polnareff y mi linda pero muy mugrienta mochila eran basura. 

Apareció una sombra oscura alrededor de nuestros cuerpos. Al que más le hizo gracia parece ser a Avdol ya que soltó una risa mal contenida, el resto se aguantaba como podía. "Solo veo mi equipaje y el de la señorita. . . .¿Podría decirnos de qué basura está hablando?"  El francés terminó por colocar una de sus manos en el hombro del oficial mientras que yo lo veía desde atrás con una sonrisa que parecia una mueca. 

"Si, oficial, por favor díganos de qué basura habla. . . ." El hombre ciertamente parecia aterrado. 

"¿E-ese es su equipaje?" 

"Ya rugió, señor oficial." Y una vez que se disculpó finalmente se marchó. Lo que les dio la oportunidad al resto de soltar finalmente las carcajadas que se habían estado guardando. Sin tener oportunidad de reclamar nos dimos la vuelta a ver que la pequeña Anne era la que reía con más ganas, para luego mirar a otro lado.  

"¿Y a esa que le pasa? ¿Por que sigue pegada a nosotros?" Rodé los ojos ante el comentario de Polnareff y me acerque a ella una vez mi mochila volvía estar a mis espaldas. 

"Linda ¿No ibas a ir con tu padre? ¿Necesitas que te acompañe hasta donde se encuentra?" Pregunte mientras me sentaba a su lado, ella por su parte apoyó su cabeza en mi hombro a lo que respondí recostandome en la suya. 

"Debo juntarme con él en cinco días." Anne terminó por abrazarme. "¿Puedo quedarme con ustedes hasta que se vayan? ¡Anda! ¡Di que sí!" Le devolví el abrazo con la mayor carga de amor que tenía. 

"La tiene totalmente comprada." Mencionó el pelirrojo con una sonrisa de pena en el rostro. Anne le saco la lengua a ambos adolescentes mientras se refregaba en mi pecho sin que yo realmente lo notara. 

Finalmente nos levantamos y corrimos al lobi del primer hotel decente que encontramos por la zona, escuchando un gran y largo suspiro por parte de los hombres que estaban a nuestras espaldas. Al entrar vimos que un poco más y parecería colectivo este lugar, había un montón de personas dentro, y como sabía que el viejo iba a ocuparse de las habitaciones me fui con mi pequeña amiga a recorrer el lugar; más específico el enorme, refinado y hermoso comedor. "¡Yeai! ¡Al fin tendré mi pollo con papas y gaseosa!"  Y al levantar los brazos termine por golpear a un mesero que iba caminando, este a su vez cayó en la fuente que había dentro del hotel mientras tiraba su charola la cual cayó sobre unos clientes que pagaban la cuenta haciendo que la cartera de uno saliera disparada y todo el dinero saliera volando, un muchacho tratando de agarrarlos terminó por tropezar con un escalón cayendo así en un pastel de chocolate. Anne y yo nos miramos ante mi desastre y salimos corriendo de ahí entre risas por el infortunado accidente. 

"Ahí están ¿Ahora qué hicieron?"  Preguntó el viejo con las manos en su cintura. Nos miramos con una sonrisa pícara entre las dos y simplemente levantamos los hombros. Joseph terminó por rodar los ojos y entregarnos un juego de llaves a cada uno."Compartirán habitación ¿Está bien? y tengan cuidado, no quiero que quemen el hotel."

"¿Qué dices viejo? ¿Cuando nos hemos metido en problemas? Somos dos angelitos." Al ver que un encargado del comedor se acercaba a nosotros terminamos corriendo hacia el ascensor, escuchando un regaño de parte de Avdol detrás nuestro. "Creo que me van a matar un dia de estos." 

"Nos jajaja." Finalmente llegamos a nuestra habitación, era linda y bastante amplia ¡Lo mejor eran las camas! Ambas corrimos hacia la que sería la nuestras y saltamos encima, rebotando levemente para luego tomar una de las almohadas y tirarsela. "Oh ¿Te crees mucho diosecita?"  Tomó otra alomada entre sus manos para lanzarla en mi dirección golpeándome en la cara con todas us s fuerza. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Terminamos en el suelo respirando agitadamente mientras nos reíamos como focas retrasadas que respiraron gas de la risa del Joker. "¿Te bañas tu primero o yo?" Ni siquiera me contestó, simplemente se conformó con lanzarme la almohada y salir disparada al baño cerrando la puerta con un fuerte estruendo. 

Suspire divertida mientras me levantaba e iba al mini-bar de la habitación, para mi sorpresa tenían la cerveza que más me gustaba así que la tome sin dudar para hacerle un hueco en la parte inferior con una de mis espinas abrirla y beberla de una. Una vez acabada reduje la lata y la tiré en un seto para comenzar a arreglar nuevamente las camas. Finalizado esto me tiré en ella y tome el teléfono de la habitación marcando el numero de la corporación Speedwagon. 

"Hola. Habla ______(Camelia) Aryana Lucia Arabela Ludenberg, 

quisiera hablar con mi tio si no es mucha molestia, gracias." 

La chcia me pidio que esperara un momento 

para luego pasarme a la línea 

privada de la compañía. 

"Hola encanto, ¿Como estas Ayayaya?"Preguntó mi tío 

William divertido con el tonto apodo que me pudo. 

"Bien, ¿Y tu? ¿Sigues soltero? 

Puedo conseguirte a alguien 

fácilmente y lo sabes." 

"Cariño, sabes lo que pienso de eso. 

No tengo ni tiempo para mi, 

no quiero atar a alguien.

Ya viste lo que le pasó a Tom, 

se casó en Japón con una 

mujer que ni siquiera lo ama, 

solo por que tuvieron

dos hermosas crias. 

Nha, además sabes que yo no 

soy tan calenturiento como tu y tu madre."

"Idiota."

"También te amo." Dijo en burla.

"Bueno, me imagino 

que quieres hablar con rojo."

"Afirmativo." Y tras una leve despedida 

finalmente me dio para hablar 

con quien quería. 

"¡Sup! ¿Quién es? Will me dijo que eras una belleza."

Hablo coquetamente el hombre 

al otro lado del teléfono.

"Gracias Dante." Respondí con una risa 

al final.

"Y una vez más tu tío tenía razón 

¿Como estas, rotolo di cannella?"

"Bien por aquí, nos encontramos en Singapur

¿Quieres que te compre un recuerdo?"

"Enserio eres una amor. 

Sabes que odio los souvenirs, 

comprame 10 ¿Vale?"

"Oki. Ya, fuera de bromas. 

Necesito algo importante.

Y no quiero que se lo digas a mamá 

¿Me entendiste Lucifer?"  Dante dejó de hablar,

parecia que realmente había entendido a lo que me 

refería.

"Si me llamas así, es algo serio. 

¿Que paso Lujuria? 

¿Necesitas algo de los 7?"

"Así es. No quiero meterlos en problemas pero. . ." 

"Oye, no saliste de mis bolas pero eres mi hija ¿Si? 

Daria mi vida por ti, por tus hermanas y por tu madre.

Lo que sea, tratare de hacerlo."

"Solo no te mueras viejo. 

Esto, es peligroso, mucho. 

No se cuantos usuario tenga a la 

mano este hombre pero necesito que

me averigues quien mierda fue DIO, 

y si tuvo que ver en algo con los Ludenberg."

"Okey. Nonai problema, solo espero que el 

bebe vinagre no me mate." 

"¿Tu jefe?" 

"Si ese mismo.Bueno amore, 

tengo que irme. Estoy en medio

de un trabajito, hablamos luego.

Y _____(Camelia), cuidate 

¿Si? No me perdonaría si-" 

Termina interrumpiendo.

"Cuidate tu viejo, yo soy semi-immortale 

¿Recuerdas?" Se escuchó una risa amarga 

del otro lado de la línea.

"Digas lo que digas. Solo tienes 16.

Y lo lamento, nunca. . .

Bueno, ya tengo que irme.

No comas de más, gorda." 

Y tras eso simplemente colgó.

Suspire con pesadez mientras marcaba el número de servicio al cuarto para pedir mi bendito pollo con papas gaseosa, tres tarros de helado, una fila de wafles y mucho chocolate. Una vez el maravilloso servicio de habitación llegó dejo todo sobre una simpática mesita, termine por pagar y el muchacho se fue, algo rojo después de todo termine por coquetearle sin querer."Ufff, el ser sexy es mi don y mi maldición." Confesé mientras me tiraba en la cama con las piernas separadas y un brazo dramáticamente colocado en mi rostro. "Anne~ Si no sales rapid no te dejare comer~" Y tras decir eso la niña salió con una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza. 

Mientras ella se cambiaba yo preparaba la mesa felizmente para que amabas comieramos, desgraciadamente alguien toco la puerta de mi habitación. Enfurruñada y con las mejillas infladas abrí la puerta dispuesta a insultar a las personas detrás en ocho idiomas diferentes hasta que vi que eran mi estrella y cereza favoritas. "Oh." Dije algo avergonzada. "Vaya, estaba apunto de comer la entrada no creí que me trajeran el plato principal tan deprisa." Termine por apoyarme en el marco de la puerta. 

Las mejillas del pelirrojo se encendieron completamente mientras que Jotaro simplemente cubría su rostro con la gorra. "Yare yare, si estás de ese humor significa que estás bien." 

Me levante cruzando los brazos un tanto seria. "¿Paso algo?" Pregunte algo confundida, es muy extraño, mi marca me está fallando desde hace tiempo esto ya empieza a preocuparme. 

"Le paso algo a Polnareff. Tienes que venir con nosotros, vamos a reunirnos en el cuerto de Avdol y el señor Joestar." Respondí amablemente Kakyoin mientras tomaba mi muñeca y comenzaba a arrastrarme hacia el ascensor. 

"E-Espera, ni siquiera probé bocado." Sin importarle estrellita tomo mi cintura para colocarme en sus hombro como si fuera una bolsa de patatas. Comencé a dar patadas y golpearlo sin mucha fuerza, incluso invoque a Honey Honey para que me sacara del agarre de este pinchi rascacielos pero Star Platinum la tomó por detrás atrapándola completamente. "¡P-pero tengo hambre! ¡¡¡Anne ni se te ocurra tocar el pollo!!!" La niña con maldad en sus ojos se despedía de mi con su mano mientras comía una pata de aquel animal. "Kono imaimashī toki ni watashi o oroshi nasai! Fakku, watashi wa kūfuku no noroidesu" Decía en un susurro a regañadientes.

"Sabe que somos japonese y que la entendemos ¿Verdad?" Pregunto Kakyoin divertido. 

"Es posible que el hambre le haya hecho olvidar." Respondió como si fuera lo más normal del mundo. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Muero. . . Muero. . . . Mueeeeeeroooooooo. . . . Díganle a mi madre que lo intente y que siempre la amaré." Exclame mientras me escurría de cabeza desde de la cama hasta el piso logrando que parte de mi camiseta se subiera mostrando un poco de lo que es mi obligo casi llegando al pecho. 

"Otra vez esta como una perra-" Levante mis piernas con la fuerza de mi abdomen logrando golpearle con una patada en el rostro. El verlo tambaleándose empuje sus piernas tirándolo al suelo, lo que no pense que haria seria arrastrarme con su Stand logrando aprisionarme. "Escandalosa." Termino de decir con una sonrisa que poco podía ver pegada al suelo. 

"Consiganse un motel." Dijo Joseph con los brazos cruzados sentado en una silla del cuarto mirándonos con desdén. Finalmente Jotaro me soltó para luego levantarse como si no hubiera pasado absolutamente nada. "Ustedes son una pareja rara, primero se pelean y despues se comen con la mirada ¡En mis tiempos no era- olvídenlo. . ."  Dijo interrumpiendose a sí mismo.  

"Oye, _____(Camelia) te vas a enfermar si sigues en el suelo." Dijo el amablemente Noriaki extendiéndome la mano. 

"Eres un amor~ Pero tranquilo, yo no puedo resfriarme." Dije encogiendome de hombros mientras me sentaba en una de las camas del lugar con las piernas enrolladas. "Oi, como que Polnareff se tarda mucho ¿No? ¿Estará bien?" Comente mientras miraba la puerta cerrada del cuarto. 

"No creo que pase nada." Respondió el viejo estirándose. "¿Que tal si jugamos algo mientras esperamos?" 

"¡Fabulosa idea!/Ni se te ocurra viejo de mierda./Lo lamento, pero no creo que sea buena idea./.  . ." Fue lo que expresó cada uno al mismo tiempo, lo que pareció entristecer al viejo. 

"Venga, vamos chicos ¡Estoy segura que nos divertiremos mucho!"  Dije tomando el brazo del viejo con una gran sonrisa que el me devolvio. "Será divertido ¿Qué les parece un -verdad o reto-?" 

"No." 

"Realmente no me apetece." 

"Suena divertido." Terminó por confesar Avdol mientras se sentaba en la mesa a nuestro lado. 

Camine a paso apresurado para llegar con el pelirrojo al cual me colgué por su cuello y con una sonrisa en mis labios pestañas lo más adorablemente posible que me salía en ese momento. "Bueno, si me miras asi ¿Como negarme? Anda, vamos a jugar."  Estaba a punto de darle un beso en la mejilla para agradecérselo pero los fuertes brazos de Jotaro me tomaron por la cintura sentandome en su regazo con mi cara en su pecho, lo cual pareció sorprender a más de uno en la habitación.   

"Supongo que el tambien juega." Dijo el viejo baseandose una botella de cerceza para colocarla en medio de la mesa. "Veamos, veamos ¿A quien le tocara?" Hablo emocionado.  

"Espera ¿Que tal si escribimos tarjetas? Digo, para no sacar algo apresurado de la manga."  Hable con una gran sonrisa mientras Jotaro intentaba acomodarse su gorra. Avdol sin decir ni una palabra fue a buscar papel y lápices para escribir en las tarjetas. Cada uno puso su -obra trolleadora maestra- en una bolsa de plástico al finalizar. ¿Que creen que puse yo? Aqí se los dejo para que se vayan preparando. 

Preguntas: 

¿Cuál es tu posición sexual favorita?¿Qué te gusta que te digan mientras tienes sexo?¿Qué parte del cuerpo es la que más te excita?Si tuviéramos sexo ahorita, ¿cómo te gustaría?¿Qué te gusta que haga para excitarte?Pregúntame qué quiero hacerte en este momento.¿Te gusta que griten o bajen la voz mientras tenemos sexo?

Retos: 

Haz un baile sexy por 20 segundos.Dame un beso en la parte que quieras de mi cuerpo.Elige una zona de tu cuerpo donde quiere que pase mi lengua.Quítate 4 prendas que no podrás volver a usar durante el resto del juego.Tómate una foto sexy y mandamela al celular.Pasa tu lengua por mi espalda.Toma un shot de tequila de la parte que quieras de mi cuerpo.

¿Que si soy pervertida? Noooooo, claro que no mujajajajaja. "¡Muy bien ahora que todo está resuelto!" Y de una vez por todas giro la botella, tocándole a él. "¡Oh no!" Dijo de forma dramática mientras se tomaba el rostro entre sus manos. "Elijo verdad." Dijo risueño, lo que pareció molestar un poco a el hombre que tenía debajo mio. 

Kakyoin tomó uno de los papeles y lo leyó en voz alta. "¿Si estuvieras rescatando a todo el mundo de un edificio incendiándose, pero tiene s que dejar a uno a tras, quien seria?" 

El viejo se puso un dedo en la barbilla pensando a detenimiento lo que diría. "Dejaria atras a _____(Camelia)" 

"¡¡¡Oye!!! ¡¡Y yo que te queira!!" Respondí resignada lo que le causó gracia al pelirrojo y a la antorcha viviente. 

"Espera, espera no te enojes. Tu puedes regenerarte, así que no pasaría nada ¿Verdad?" Dijo levantando los brazos con algo de culpa. 

"Aun así duele mucho." Dije inflando mis mejillas mientras me acurrucaba en el pecho de estrellita. "Venga, sigamos." Dije al girar la botella, con cuidado ya que casi me caía por estar haciendo malabares con el equilibrio. "¡¡Turno de Jotaro!!"

"Es la última vez que tu giras la botella."  Dijo apretando mi nariz entre sus dedos. "Reto." 

Avdol tomó uno de los papelitos, y a juzgar por la escritura era mío. Su cara mostraba desconcierto al leer la frase y automáticamente me miró con reproche, Joseph se inclinó un poco para leer lo que decía y entro a reir como loco. "Oye baby, debes quitarte 4 prendas que no podrás volverte a poner en todo el juego ; )" ¿En Serio también leyó la carita sonriente?

"_____(Camelia) ¿Tu lo escribiste, verdad?" Dijo estirando una de mis mejillas con furia. "Quítate un rato, voy a desvestirme."  Coloque mis manos en mi nariz para tratar de evitar sangrar al ver que se retiraba la gorra, la chaqueta, la camiseta y los zapatos, quedando simplemente en pantalones con sus calcetines blancos. Luego volví a sentarme en su regazo, dando saltitos de felicidad hasta que me golpeó en la cabeza pidiendome que parara. "Mi turno de girarla." Y efectivamente, esta vez me toco a mi.

"¡Reto!"  Dije felizmente mientras tomaba una taza de cafe. 

Joseph metió su mano en la bolsa mientras sacaba la lengua y lo leyó fuerte y alto. "Repite el reto o pregunta anterior, buena suerte. . . ." Todas en esa habitación me miraron con los ojos como platos, aún más abiertos al ver que me levantaba y dejaba mi sombrero en la cama. "O-oye ______(Camelia) puedes elegir otro reto si quieres." No dije nada y me dispuse a sacarme mi chaqueta negra, seguida por quitarme mi camiseta blanca lo que hizo que todos voltearan la mirada apenados y aun peor fue cuando me saqué el pequeño pantalón dejándome solo con mis botas, las medias largas y mi ropa interior negra.  

"Me alegro de no ponerme las de fresitas hoy." Dije con una sonrisa mientras volvía a sentarme en las piernas de Jotaro felimente. Sentí una mano en mi cabeza, y mis ojos se abrieron de golpe. Había olvidado completamente mis rubias raíces, pero para mi sorpresa Jotaro no dijo nada. "Bueno ¿A quien le toca?" Pregunte con una sonrisa un tanto forzada. Tengo que admitir que me siento nerviosa ahora mismo. 

Avdol con algo de pena o tal vez miedo a que alguien mas quede en pelotas giro la botella, tocándole a Kakyoin. "Verdad."  Dijo con algo de pena. 

Esta vez fui yo la que tomó un papel lo leí un poco y me rei. "¿Por que salen cosas que yo escribi?" Todos se asustaron de golpe. "¿Que parte del cuerpo es la que más te excita?"  Dije riéndome al ver su rostro rojo. 

"¡¡Que clase de magia vudú hiciste para que solo salgan tus cosas raras?!" Dijo Joseph ya cansado un poquito de la situación. 

"Las piernas y las clavículas, se podría decir que también el trasero." Dijo el pelirrojo de una manera tan seria que nos sorprendió a todos. "Mas especifico, me gustan las piernas algo rellenitas, que cuando usen medias se note que ya saben, un poco sobre. Me gustan que las clavículas se noten, no demasiado pero me parece un rasgo encantador y fino. Y el trasero se me hace llamativo, me gusta que concuerde con el cuerpo, que no sea demasiado grande ni muy pequeño, los encajes que destacan estas partes del cuerpo me facinana." Todos teníamos los ojos abiertos como platos, mientras que los colores subían al rostro del pelirrojo  este colocaba sus manos en su rostro arrepentido. 

"Creí que era al único que le gustaban las piernas así." Terminó por confesar el viejo mientras tomaba un poco de su bebida. 

"En mi opinión, el abdomen pecho de una mujer es más atractivo."  Declaró su opinión el egipcio. "¿Jotaro?" Pregunto mirando a aquel muchacho que parecia aburrido con la conversación. 

"No dare mi opinion." 

"Oh~ vamos~ quiero saber si tengo los mismos gustos que mi nieto." Canturreo el viejo felizmente. 

"Yare yare." Término por mirarme a mi. "¿Irias a la habitacion de al lado para no escuchar?" Inflando las mejillas camine hacia el cuarto y cerré la puerta. 

"Oh, no me di cuenta. Lo siento por ella." Dijo el viejo negando con la cabeza, lo que pareció confundir a estrellita. "¿No te diste cuentas en serio?" 

"¿De que?" Respondió casi harto. "Simplemente no quería que se enterara que ella. . . Se me hace linda, eso . . . eso es todo." La sonrisa de Joseph era más grande que la del gato de Alicia. Parecía entender muy bien lo que su nieto quería decir, los otros dos en el cuarto también lo entendieron bien, tal vez demasiado, lo suficiente como para crear cierto sentimiento en el pecho de Kakyoin que le oprimía.

La puerta se abrió, tanto de la habitación en donde me encontraba como la puerta de la entrada mostrando a un cansado y muy herido Polnareff que se recargo en la puerta. "Perdón. . . .Por. . . .llegar tarde. . . . "

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top