Capítulo 16

Nicole

El intenso sonido del timbre sonó nuevamente de forma insistente, con poca facilidad logre ponerme de pie de mi cama y caminar hasta llegar a la puerta con un poco de dificultad, observé por la pequeña mirilla de la puerta encontrándome con el ojo de Liz en el mismo punto que el mio.

Sonreí y abrí la puerta permitiendole pasar, en cuanto estuvo dentro de mi casa, comenzó a revisarme de arriba a abajo como si buscara encontrar algo malo en mi.

- ¿Que te pasa?. - Pregunté divertida por su actitud, ahora sus manos estaban en mis mejillas y miraba con preocupación toda mi cara.

- Stiven me llamo, me dijo que durante todo el día no has respondido sus llamadas. - Continuó miradando mi cuello y brazos. - ¿Estás bien?, ¿Te sientes mal?. - Pregunto una vez se apartó de mí.

- Estoy bien. - Reí. - Es solo que he estado un poco cansada, he dormido gran parte del día. - Confesé mientras caminaba nuevamente en dirección a mi habitación con Liz detrás de mi.

- Por Dios, por lo menos deberías devolverle la llamada a ese pobre hombre. - Dijo angustiada, mientras tomaba asiento en el borde de la cama mientras que yo me volví a acostar en ella. - Esta realmente preocupado, Nicki.

- Lo se. - Susurré. Tome mi teléfono el cual se encontraba en silencio, marcaba las cuatro y treinta de la tarde. Había una infinidad de notificaciones de llamadas y mensajes de Stiven, como lo mencionó Liz; completamente preocupado y angustiado. - Dios, que infinidad de llamadas y mensajes. - Rápidamente me senté de nuevo en mi puesto y no dude en marcar el número de Stiven.

El tono de espera se hizo presente en el alta voz de mi teléfono, alcanzando a desesperarme porque estos no eran reemplazados por la voz de Stiven.

- ¿Crees que este enojado?. - Observé a Liz quien al igual que yo, mantenía toda su atención en mi teléfono.

- Negó. - No creo, cuando me llamo se escuchaba de todo menos enojado. - Mira. - Dijo señalando el teléfono en cuando se escucho el sonido distante de música desde el.

- ¿Amor?. - La voz preocupada de Stiven se hizo presente del otro lado de la línea. - ¿Estás bien?, ¿Por qué no respondías mis mensajes y llamadas? Me tenías muy preocupado.

- Perdón amor. - Me disculpé. - Es que todo el día he estado durmiendo y olvidé quitar mi teléfono de silencio.

- ¿Te sientes bien?. - Volvió a preguntar. - ¿Quieres que vuelva a Medellin?.

- ¿Que?, no, no, amor yo estoy bien. - Dije rápidamente. - Tu tienes que estar allá hasta que hagan el lanzamiento y así va a ser.

- No vuelvas a hacerme esto. - Pidió. - Estuve a punto de tomar el primer vuelo.

Una risita nerviosa se escapo de mis labios, estoy completamente segura de que él es completamente capaz de hacer eso.

- Estoy bien. - Insistí. - Liz esta aquí conmigo, todo esta bajo control. - Trate de calmarlo.

- Un suspiro lleno de tranquilidad se escucho del otro lado de la línea. - Esta bien, te prometo que en cuanto termine todo esto volveré.

- No te preocupes amor. - Sonreí. - Toma todo el tiempo que necesites para hacer bien tu trabajo, ¿Esta bien?.

- Esta bien. Debo dejarte pero no olvides que te amo.

- Yo también te amo. - Sonreí. - Cuídate mucho.

- Tu también mi amor. - Por la forma en que aquellas palabras sonaron, puedo jurar qué había una sonrisa en su rostro en este precisó momento. - ¡Por favor no dejes de responder!.

- Reí nuevamente. - Lo prometo.

- Esta bien, te amo.

- Y yo a ti. - Dije finalmente para luego cortar nuestra llamada.

- ¡Por Dios, casi muero de un coma diabetico por tanto amor!. - Se quejó Liz.

- Tonta. - Di un suave golpe en su brazo. Finalmente volví acostarme.

- ¿Cuando vuelve?. - Volvió a hablar.

- Luego del veinticuatro.

- Tenemos mucho más tiempo para más tardes de amigas. - Dijo con emoción.

Stiven

- ¿Ya pudiste hablar con tu novia?. - Preguntó Clara nuevamente detrás de mi. Me giré para mirarla, en sus manos traía dos vasos con un poco de licor con hielos.

- Si. - Sonreí y recibí el vaso qué extendió hasta mi.

- Bueno, ahora que evidentemente ya estas un poco más relajado. - Nuevamente me miró directamente a los ojos con su penetrante mirada verdosa, haciéndome sentir incómodo de nuevo. - ¿Por qué no celebramos juntos? Ya sabes, el éxito rotundo que sabremos que tendrá tu nueva canción con Hassan.

- ¿Por qué la insistencia de celebrar conmigo?. - Pregunté. Le di un trago a mi licor y mantuve mi mirada fija en ella todo el tiempo. Ella sonrió de nuevo y también tomo de su vaso.

- No se lo digas a Hassan. - Habló nuevamente. - Pero de los dos, tú eres mi favorito en esta canción. - Sonrió.

- Reí. - Soy como una tumba.

Ambos miramos a Hassan, quien se encontraba dentro de la piscina con dos chicas bastante jóvenes a su lado, ambas acariciaban su pecho y él las besaba a ambas por turnos.

- Es todo un mujeriego en potencia. - Mencionó Clara con su mirada fija en los tres.

- No cuenta si esta soltero. - La miré, ella al igual me miró y sonrió.

- Algunas personas que tienen pareja suelen ser infieles. - Mencionó manteniendo su sonrisa pícara en sus labios. - ¿Tampoco cuenta?. - Levantó una de sus cejas.

- Entonces realmente no quieren. - Nuevamente tome de mi trago. - Yo jamás le sería infiel a mi mujer.

El verde de sus ojos se volvió más intenso en su mirada y aquella amplia sonrisa de minutos antes desapareció gradualmente.

- ¿Alguna vez escuchaste ese dicho de "Nunca digas nunca"?. - Preguntó, mientras quitaba el vaso vacío de mis manos. Asentí. - Debes poner un poco más en práctica eso. - Sonrió de nuevo. - Te traeré otro ron más, ya regreso.

No espero por mi respuesta, rápidamente se marchó dejándome solo nuevamente. ¿A que se refería con lo que me había dicho?, ¿Poner en práctica el no decir nunca?.

Mi mirada se mantuvo fija en ella, a pesar de que se encontraba sirviendo solo un trago estaba tardando más de lo normal, pero no preste mucha atención en ello. Fije de nuevo mi mirada en mi teléfono, que llamo mi atención por el sonido personalizado de notificación que tengo para Nicole.

Una sonrisa se poso en mis labios al ver una foto de su precioso rostro, la imagen venía acompañada con un pequeño mensaje que decía: "Buena suerte con lo del video, aunque se que no la necesitas. Te amo".

Teclee unas cuantas palabras de agradecimiento para luego recordarle lo mucho que la extraño y finalmente un "También te amo".

La mirada de Clara se poso sobre Stiven quien se encontraba del otro lado de la piscina. Trató de preparar el licor lo más fuerte que pudo en pocos minutos, sin embargo, la cantidad de alcohol no era lo que la ayudaría a completar su cometido para la noche.

Clara nuevamente le dio la espalda a Stiven, colocó el trago sobre la mesa, del collar qué colgaba de su cuello saco un pequeño frasquito el cual se confundía a la perfección con una decoración de la alhaja.

Con lentitud comenzó a colocar el polvo en el trago. Mientras tarareaba un suave melodía y revolvía el polvo con el licor hasta diluirlo por completo.

- Hac nocte, Nicole in mente tua erit, sed corpus meum erit quem tanges. - Esta noche, Nicole estará en tu mente, pero mi cuerpo será el que tocarás. Nuevamente revolvió el licor. - Ego te ubi volo. - Te tengo donde quiero. Clara colocó nuevamente su mano sobre el vaso y cerro sus ojos. - Hecho esta, Hecho esta. - Susurró con una sonrisa en sus labios.

Finalmente abrió sus ojos y tomó el vaso para caminar de regreso con Stiven, quien aún continuaba exactamente en el mismo lugar donde lo había dejado. En cuanto estuvo a su lado tendió nuevamente el licor hasta él, con una amplia sonrisa en sus labios y el afán de verlo tomar el primer trago del vaso.

- ¿Por qué tardaste tanto?. - Preguntó Stiven recibiendo el vaso.

- Estaba encargándome de que quedará perfecto. - Sonrió. - Vamos, dame el visto bueno. - Le ánimo, mientras ella daba un trago.

Stiven sonrió y sin meditarlo, dio un gran trago al licor dentro del vaso, casi terminandolo por completo. La sonrisa en los labios de Clara se volvió más grande.

- ¿Y?. - Indagó Clara. - ¿Soy buena para preparar tragos?.

- Si. - Afirmó Stiven. - ¿Estudiaste algo relacionado con esto?.

- No, no. - Sonrió. - Mi papá me enseñó. - Dijo con orgullo. - Él toda su vida trabajó en uno de los bares más reconocidos del pueblo.

- Tenía una muy buena aprendiz. - La halago Stiven. Clara sonrió.

- Contame pues de tu novia. - Cambio de tema drasticamente. - ¿Como fue que se conocieron pues? Debió haber sido muy bonito, porque para tenerte como te tiene.

- Stiven rió. - ¿No te quieres sentar?, es que siempre es una historia larguita.

- Sentémonos entonces. - Clara tomo a Stiven de gancho y juntos caminaron hasta una de las mesas que se encontraban cerca a ellos y ambos tomaron asiento. - Contame pues.

- Nicole y yo hemos estado juntos desde pelaitos. - Inicio Stiven. - Ella ha sido la mujer del proceso como dicen por ahí, siempre ha estado al lado mío apoyándome con todo este tema de la música, con decirte que ella fue la primera en conseguirme una presentacioncita por ahí en uno de los colegios de Medellin.

- ¿No?, ¿Enserió?. - Stiven asintió. - No pues es que esa muchacha, hasta de manager te sirvió pues, que berraquita.

- Stiven rió al notar como el acento pueblerino de Clara se hacía cada vez más presente. - Si.

- ¿Y entonces?, ¿Si iban tan bien porque me dijiste que hace poco volvieron?.

- Nosotros estuvimos separados como por casi dos o tres años.

- ¿Y eso por que?. - Preguntó Clara asombrada.

- Ah, decisiones erradas que tomamos en el pasado. - Respondió tratando de evitar tocar el tema de la enfermedad de Nicole.

- ¿Le terminaste tu?.

- No, no, ella a mi. - Aclaró.

- Eh, ave maría. - Respondió asombrada. - Pero a esa muchacha se le estaba corriendo como que la teja en ese tiempo, ¿No?. - Dijo en medio de una risa. - ¿Como va a dejar semejante hombrazo?.

- Ah en su momento tuvo sus razones. Lo importante es que estamos juntos de nuevo.

- Eso si es verdad. Vamos a brindar por eso. - Dijo ella levantando su vaso. - Salud por el amor y los nuevos comienzos.

- Salud. - Dijo Stiven chocando su vaso con el de ella.

- Pero hasta el fondo, ojo pues. - Sentenció antes de ambos tomar.

- ¿Y tu tienes novio?. - Preguntó Stiven una vez volvió a colocar su trago sobre la mesa.

- Ah no. - Clara negó. - Yo si tengo mis pretendientes por ahí pues, pero es que ninguno me llama la atención.  - Explicó. 

- Y vos tan linda ome. - Stiven sonrió.

- Ah si, pero hay tiempo para todo, ¿No?.

- Eso si.

- Ve, ¿Queres otro?. - Preguntó Clara.

- Ah si. - Stiven le alcanzo su vaso. - Gracias.

- No es nada. - Clara se apartó de nuevo de la mesa con dirección a la mesa de tragos.

- Estas como muy habladorcito con esa morra.

Hassan llamó la atención de Stiven, se encontraba de pie frente a él con una amplia sonrisa.

- Nah, que va. - Respondió Stiven con una sonrisa. Hassan tomo asiento en el puesto donde Clara estuvo minutos antes.

, ¿Ya la tienes de bartender?. - Bromeó Hassan viendo a Clara. - Esta es que se parte de buena, ¿No?, ¿Vas a golear hoy?.

- No, no. ¿Como así parce? Vos sabes que yo le soy fiel a Nico...- La voz de Stiven desapareció abruptamente en cuanto su mirada se poso sobre la mesa de licores del otro lado de la piscina. Stiven parpadeo varias veces, tratando de enfocar mejor su vista y convencerse de que lo que estaba viendo era real.

- Nicole. - Hassan terminóla oracion por Stiven. - Yo lo haría, Nicole esta lejos, ¿Que se va a dar cuenta?.

La mirada de Stiven no se apartaba de aquel lugar, de la mujer que se encontraba de pie al lado de la mesa de licores. ¿Como podia ser posible?.

Nicole se encontraba de pié allí.








[Nota de autora]

¿Moriremos? ¡Pronto lo sabremos!.
Voten y comenten! Realmente amo leer todos sus comentarios 🩷 nos vemossss.

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