Capítulo 10

Stiven

Sus palabras fueron como un gran balde de agua fría cayendo sobre mi, me quedé sin palabras, aquella rabia que sentía desapareció inmediatamente luego de su confesión, ahora solo lograba sentir preocupación y decepción, ¿Por qué no me lo dijo?, ¿Acaso no confiaba lo suficiente en mi para contarme algo como eso?.

- ¿Por qué no me lo dijiste?. - Pregunté, sintiendo como mi corazón dolía.

- Nicole encogió sus hombros y negó. - No es algo fácil de contar ni de asimilar. - Respondió. - Ni siquiera yo lo he logrado.

- ¿Desde cuando lo sabes?. - Interrogue nuevamente.

Ella se mantuvo en silencio, como si no deseará responder a mi pregunta. Generando un ambiente lleno de incertidumbre y agonía.

- Nicole. - Nuevamente hablé, puse una de mis manos sobre su hombro. - Por favor, se sincera conmigo por una vez en tu vida. - Pedí. - Sabes que puedes confiar en mi, podemos superar esto juntos.

- No hay nada que superar, Stiven. - Respondió, mirándome a los ojos con cierta frialdad. - Esta batalla es mía, de nadie más.

- Nadie merece pasar por algo así. - Hablé suave. Apreté con sutileza su hombro. - Mucho menos solos.

Nicole suspiró. Dispuesta a hablar se apartó con lentitud de mi y tomó asiento en el sofá, sin dudarlo camine hasta llegar a ella y sentarme a su lado.

- El doctor me dio mi diagnóstico oficial en el 2021. - Su voz tembló. - Un osteosarcoma, en mi pierna izquierda. - Una lagrima divago por su mejilla, misma que limpie casi inmediatamente. - No sabía que hacer, me sentía en shock. - Susurró. - Fue como si todo mi mundo se hubiera venido abajo, mis sueños, mis metas, todo.

Con suavidad acaricié su espalda, tratando de reconfortarla.

- ¿Por qué no me lo dijiste?. - Pregunté. Tratando de obviar que su diagnóstico se lo habían dado en el mismo año en que terminó conmigo.

- Nicole suspiró. - No fui capaz. - Agachó su cabeza y fijo su mirada en nuestras manos. - No quería convertirme un obstáculo entre tu y tu carrera, yo...

- ¿Que?. - La interrumpí, con cuidado aparte mi mano de las suyas y tomándola por el mentón levanté su cara para obligarla a mirarme. - ¿Un obstáculo?.

- Si. - Afirmó. - No quería que tuvieras que elegir entre estar conmigo y seguir adelante en tu carrera. - Sus ojos se aguaron nuevamente.

- Sabias perfectamente que no habría nada que elegir. - Contesté. Sintiéndome completamente dolido. - Siempre serás tú, Nicole.

- ¿Ves?, es precisamente por eso que no te lo dije. - Respondió riendo de forma sarcástica. - ¡No quiero que me elijas!.

- ¿Por qué no?. - Alce un poco mi voz. - ¿Que sentido tiene todo esto?, ser famoso, tener miles de fanáticos, viajar, hacer conciertos. - La miré completamente enojado. - Si nada de eso lo podría compartir con la mujer que amo, con la mujer que me ayudo a estar aquí.

- Stiven...

- No tiene sentido que me alejes, no cuando sabes perfectamente que me necesitas. - Acune su rostro con mis manos y la mire fijamente. - Aquí estoy, aquí me tienes y me tendrás siempre. Nicole por favor, te pido que no me apartes una vez más de ti, no ahora, no después de todo esto.

- No, no quiero que hagas esto. - Negó varias veces con su cabeza mientras apartaba mis manos de su rostro. - ¿Que acaso no lo ves?, estas eligiendome a mi, no puedo permitir eso. Stiven, tu tienes un futuro, una carrera, algo por lo que luchar y salir adelante, yo solo voy a...

- A acompañarme en ese camino. - La interrumpí. - No te estoy eligiendo por encima de mi carrera Nicki, los estoy eligiendo a ambos.

- ¿Que?. - Su mirada se torno un poco sorprendida.

- Estoy tomando la decisión que evitaste que yo mismo tomará hace años. - Expliqué. - Jamás debiste terminarme y decirme que no me amabas cuando realmente no era así. Debiste confiar en mi, que estés enferma no significa que dejaré de amarte, eso jamás va a suceder.

- ¿Que te hace pensar que aún te amo?. - Pregunto sorbiendo su nariz.

- La forma en la que me miras y lo que sucedió ayer entre nosotros me confirma muchas cosas. - Inicié la cuenta. - Te pones nerviosa cada vez que te toco y sigues haciendo eso que siempre haces con tus collares mientras me miras hablarte. ¡Ayer confesaste que aún me amas!, ¿Te parece poco?.

Nicole sonrió nerviosa y apartó su mano de su collar.

- Me conoces muy bien, ¿No?.

- Años de práctica. - Sonreí victorioso.

- Esto no será fácil.

- Nadie dijo que lo será, pero iremos un paso a la vez, ¿Okey?. - Con suavidad acaricié sus hombros y atraje su cuerpo a mi pecho para abrazarla, ella me correspondió de inmediato. - Puedo hablar con mi manager para que tengas al mejor doctor cuidando de ti. - Acaricié su cabello. - Permiteme hacer parte de esto, amor. - Pedí. - Vuelve conmigo y vivamos juntos todo eso que nos privaste de vivir durante todos estos años.

Nicole levantó su rostro para mirarme y con suavidad acarició mi mejilla, una amplia sonrisa se instaló en sus labios y negó suavemente.

- No quiero que pases por esto. - Susurró.

- Yo estoy pidiendo vivir esto contigo. - Afirmé. - Soportaría lo que sea, con tal de tenerte a mi lado.

- Ella sonrió de nuevo y tomó mis mejillas en sus manos. - Puedo morir. - Susurró

- Shhh, no digas eso. - Con suavidad acaricié su cabello. - No morirás amor. Haré todo lo que sea humanamente posible, con tal de en salvarte.

Ella asintió, aún con son sonrisa débil en su rostro. Mi pequeña se había vuelto completamente frágil, no quedaba rastro de la mujer fuerte que alguna vez fue, sin embargo, para mi, seguía siendo la mujer más hermosa que Dios y la vida pudieron poner en mi camino.

Inevitablemente la tome por el cuello y la acerque a mi, terminando con esa incomoda distancia entre ambos. Junte sus labios con los míos con suavidad, ella no dudo mucho en seguir nuestro beso e incluso se apretó un poco más mi evitando que este terminará.

Con cuidado se subió sobre mi regazo, colocando sus piernas a los lados de mi cadera, presionó su cuerpo al mío, lo que ocasionó que sus senos se apretaran a mi pecho. El calor fue palpable para ambos, nuestro beso se volvía cada vez más desesperado.

Acaricié su espalda hasta llegar a su culo, el cual apreté y presione, ocasionando qué su zona sensible chocará con mi notable erección. Un sonido de satisfacción se escucha de su parte, lo que hizo que mis ganas de desnudarla y hacerle el amor ahí mismo aumentarán.

- Nicole se apartó con suavidad rompiendo nuestro beso y acarició mis hombros. - Enserió, tengo que irme.

- ¿Segura?. - Pregunté elevando una de mis cejas. Con mis manos aun puestas en su cadera, hice que se moviera un poco sobre mi generando fricción sobre nuestros cuerpos. Cerré mis ojos ante la satisfacción de aquel movimiento, un gemido de su parte inundó mis oídos haciéndolo perfecto . Nuevamente la miré.

- Debo trabajar y aún no me organizo. - Susurró. - Te recuerdo que ya amaneció.

- Tu jefe puede esperar. - Susurré. Con suavidad acaricié uno de sus brazos partiendo desde el hombro hasta su muñeca y regresando de nuevo al punto de inicio. - Podemos decirle que, tuviste un accidente pequeñito con tu ropa. - Baje con cuidado una de las tiras de su blusa. Nicole sonrió.

- ¿A si?. - Levantó una de sus cejas de manera desafiante. - ¿Y que clase de accidente "pequeñito" fue ese?. - Preguntó, acariciando mi rostro con cariño.

- Uh, uno muy grave en la lavandería. - Traté de sonar serio. - Metieron tu ropa blanca con ropa de color e inevitablemente. - Baje el otro tirante de su blusa, liberando sus senos. - Te toco estar desnuda mientras las personas de la lavandería trataban de solucionar su error. - Con cuidado acaricié sus pechos, apretandolos un poco, ocasionando qué los ojos de Nicole se cerrarán ante mi tacto.

- Mhmm. - Ronroneo. - Esa es una muy buena excusa. - Nuevamente me beso, esta vez con más deseo. - Pero no me agrada que muchas personas me vean desnuda.

- Es que resulta que el único empleado, soy yo.

Con gran rapidez nos desnudamos, acaricié y admire su cuerpo una y otra vez, tratando de guardar esta imagen de ella en mi mente, guardar este momento.

El momento en que por fin la tuve conmigo de nuevo.

Una vez estuve dentro de ella, la calidez de su interior me abrazo de nuevo. Haciéndome sentir en las putas nubes, a pesar de que habíamos estado juntos la noche anterior, su coño se sentía incluso más apretado qué ayer.

- Dios, jamás me cansaré de ti. - La embestí varias veces, manteniendo mi mirada fija a la suya. - Estas tan...estrecha.

Nicole cerro sus ojos al sentir como aumentaba mis movimientos en su interior, nuestra posición era algo incomoda. Ella se encontraba bajo de mi y yo sobre ella, tratando a toda costa de acomodarme mejor para no lastimarla. Sin duda necesitaría un sofá más amplio si planeaba seguir haciendo esto.

El calor abrazador que anunciaba qué pronto terminaría comenzaba a envolverme, aumente mis movimientos penetrandola cada vez más rápido, haciéndola gemir y aferrarse a mi con fuerza, sintiendo como clavaba sus uñas en mi espalda, ocasionando un dolor bastante excitante y placentero para mi.

- Más rápido. - Pidió. Así lo hice. - Mierda. - Gritó, entregándose a la sensación embriagadora y placentera del clímax, luego de llegar a ella, llego a mi.

Todo mi semen salio expulsado en su interior, ocasionando qué algo de este cayera fuera y manchara un poco sus muslos. Despacio salí de su interior y finalmente dejé un beso en sus labios, mismo que correspondió de inmediato.

- Te amo. - Susurró una vez me aparte un poco de ella.

- Sonreí. - Yo a ti. - Acaricié su mejilla, ella cerró sus ojos ante el tacto suave. - Vuelve conmigo Nicole. - Pedí.

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