𝓔𝔁𝓽𝓻𝓪

¡Hola, bellezas! ¿Cómo se encuentran? ¿Todo bien?

Se que este O.S. no iba a tener 2° parte, pero tengo buenos motivos para hacerlo. 

Como, seguramente, vieron la sinopsis... ¡Ganamos el 1° lugar en la categoría "Amnesia navideña" de  Saiyan Christmas Awards! ¡Con una mención a mejor portada y mención en mejor sinopsis!

¡¡AHHH, JURO QUE ESTOY CHILLANDO!!

Nunca gané un concurso de escritura o algo por el estilo, así que puedo llorar en paz.

¡¡Todo esto es gracias a ustedes, hermosas creaturas de Kami Sama!! ¡Sin su apoyo nada de esto hubiera sido posible! 

Para celebrar, no es una segunda parte, más bien es un extra que estaba planeado para el O.S. original, pero me excedía con las palabras. 

¡¡De nuevo, gracias por todo su apoyo y gracias a los miembros de SaiyanCorp!!

¡Los super hiper mega amodoro con todo mi kokoro! ❤❤❤❤

Ya cierro la boca, y ahora sí.

--Extra--

Narradora omnisciente

Sus pies tocaban el suelo reiteradas veces para luego quedar en el aire, daba reiteradamente saltitos de emoción mientras sus manos hechas puños estaban cerca de su pecho, moviéndose un poco. 

Seguramente su voz se perdería en el silencio de la habitación, eso, claramente, cuando dejara de chillar con felicidad. Sus ojos estaban cerrador mientras imaginaba a Whis, repitiendo esas palabras dichas anteriormente. 

La próxima vez espero más que solo miradas discretas.  

Lo recordaba perfectamente, el tono de voz tan elegante que uso para decirlo, la mirada que le dirigió, la forma en la que esas hermosas gemas lilas lo miraron después de tanto tiempo. Él era quien siempre miraba al ángel "discretamente", porque ahora entendió que el otro lo sabía, pero ahora era Whis quien lo miró. Y no lo miró de una forma cualquiera... Lo miró de una manera que le hacía derretirse en un instante. 

Luego de unos segundos más se calmó, pasó su mano por su cabello despeinándolo un poco mientras que en sus labios se formaba la sonrisa más grande que alguna vez hizo. Soltó un suspiro a la vez que la imagen de su ser amado se apoderaba de su mente. 

Zarbon: Ay, Whis...- habló en un tono excesivamente meloso. Dio un pequeño salto por el susto que se llevó al escuchar la peculiar risa de peli blanco. 

Instintivamente, Zarbon miró en todas las direcciones existentes para encontrar de donde provenía la risa. Era la risa de Whis, si, eso lo sabía, pero no sabía porqué se escuchaba en su habitación y eso le estaba asustando. 

Zarbon: Se que lo amo, pero tampoco debería escucharlo en cualquier lugar.- susurró a la vez que llevaba sus manos hechas puños a su pecho como protección ante una posible amenaza.- creo que otra vez estoy imaginándolo.- 

Es un deleite escucharlo decir eso.

Se escuchó la dulce voz de Whis hablar.

Sí antes estaba asustado, ahora estaba pensando en como espantar un fantasma. No era posible, no podía escuchar la voz de la personas por la que estaba totalmente loco, ¿O sí?

Whis: No tienes que asustarte.- se volvió a escuchar claramente su voz.

Zarbon, aún un poco asustado, se dejó guiar por la voz del ángel, siguiéndola hasta de dónde provenía. Alzó una ceja cuando llegó hasta su tocador, donde estaban sus elementos para realizar sus distintas rutinas de belleza.

Whis: Más cerca, querido.- habló con burla.

El general se sonrojó ligeramente al escuchar la forma en que se dirigió a su persona. Miró otra vez el tocador, buscando de dónde provenía la voz de su ser amado.

Curiosamente, comenzó a mover los objetos de sus lugares, hasta tomar un pequeño espejo en su mano. Y allí lo escuchó.

Whis: ¡Me encontraste!- Zarbon abrió los ojos sorprendido, levantó el pequeño espejo y, en vez de ver su reflejo, vio el rostro sonriente de Whis.

Zarbon: Kamisama santo...- susurró anonadado, el ángel rió al verlo tan sorprendido.

Whis: ¡Pero, querido, no te sorprendas tanto!- alegó sonriente.- no es la primera vez que te miro por este lindo espejo.- soltó su característica risa mientras Zarbon se sonrojaba.

Quizás sus únicas neuronas funcionaron de una manera más eficiente de lo normal, o encontró otro doble sentido en las palabras del albino... O, simplemente, sus sospechas si eran ciertas.

Zarbon: Eso sonó demasiado mal.- apretó sus labios, el dichoso ángel abrió sus ojos sorprendido y se sonrojó en sobremanera.

Whis: ¡Que mente más impudica la tuya!- regañó aún sonrojado.

Zarbon: ¡Tú eres el que confesó que me espía!- frunció un poco el ceño.

Whis soltó un suspiro cerrando los ojos, los abrió y volvió a su plan principal y razón por la cual estaban en esa situación.

Whis: Quería saber si aceptaba una salida... ¿Cómo es que ustedes les llaman?- susurró los último sin recordarlo.

Zarbon: ¿Una cita?- apenas dijo, ocultado su evidente emoción. El otro asintió sonriendo tranquilamente al ver que era obvio que aceptaría.- ¡Claro que... Digo.- aclaró su garganta.- sería un honor.- sonrió un poco.

Whis: En ese caso, volveré a contactarte después.- se miraron por última vez antes de que se desvaneciera la imagen del ángel, no se despidieron, porque sus miradas y sonrisas hablaron por si solas.

Zarbon se aventó a su cama, escondió su rostro en su almohada para callar el grito de emoción que lanzó. Su corazón latiendo a mil por hora, demostrando que no era un sueño y estaba cumpliendo su fantasía más profunda.

Se calmó a los pocos minutos, tomó el espejo con su mano. Acarició el cristal con su dedo suavemente, como si fuera la mejilla del ser que tanto anhelaba besar.

Zarbon: Quizás si...- susurró cuando una idea cruzó por su mente.

Cerró sus ojos y acercó el pequeño espejo a su rostro, como si fuera el rostro de su ser amado. Sus labios hicieron contacto con el frío cristal, que no se sintió tan frío porque imaginaba los suaves labios de Whis sobre los suyo, manteniendo un contacto tan cálido que lo sintió en su corazón.

Tan inmerso en su fantasía, no le dio importancia a lo que sucedía a su alrededor, solo perdiéndose en su más grande deseo.

Freezer: General Zar...- dijo cuando la puerta de abrió. Sus ojos encontraron al peli verde en esa escena tan "íntima".

Zarbon se despegó del objeto mirando al emperador con sorpresa y un sonrojo grande en su rostro. Freezer, sin palabras aún, movió su cola con desagrado.

Zarbon: Se- Señor, yo...- apenas podía hablar por la vergüenza.

¿Quién rayos querría que su jefe lo atrapara en una situación así?

Freezer: Solo vuelva a la sala para terminar los reportes.- sin decir más se marchó, lo cual fue un alivio para ambos.

Zarbon, muerto de vergüenza, soltó un suspiro. Y, como si fuera un castigo o una broma, en su mente resonó la risa del ángel.

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De nuevo los amo y Bay ❤️❤️❤️❤️

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