17
[...]
Aquella tarde acalorada de viernes, era una completa tortura para los estudiantes que mantenían su mente conectada a la explicación que su maestro les daba. Gotas de sudor corrían por la frente de algunos de ellos, y otros rezaban para que un milagro los salvara de aquel horrendo momento.
Y siendo sorprendidos, sus plegarias fueron escuchadas por algún ser divino el cual se manifestó por medio de aquellas campanas que indicaban el fin de esa última hora. Susurros de celebración y suspiros de alivio eran soltados por todos los cuales sin esperar más, se levantaban de sus asientos para así poder ir a sus dormitorios.
El profesor dedicó unas últimas palabras, y luego de ser captadas por todos, simplemente se marchó.
Todos estaban esparcidos, tranquilamente conversaban un momento más, ya libres de hacer lo que quisieran por un momento..
Y entre toda esa calma... El show había comenzado.
Sin ser notado, Bakugo había cerrado la puerta del salón, el eco producido por el azote del marco y el filo, sacó de trance a todos, creando un silencio muerto... En el cual, estaban expectantes a lo que fuese a pasar.
El solo se volteó, su mirada siempre molesta, se encontraba amarga, la dirigía por toda la habitación... Terminando por estar fija y clavada en una persona en específico... Mina Ashido.
Ella al darse cuenta tembló un poco, fuera de la actitud y fachada mortal que podía dar el rubio, nunca era hostil con su persona... Le estaba dando mala espina. Se levantó para tomar proximidad a la salida.. y antes de llegar, otra sorpresa era dada para todos.
¡Buenas tardes a todos!— Asustando a la mayoría, Toru estaba en el lugar del profesor. No vieron cuando la joven se había levantado de su lugar y sin mucho trabajo llegó junto al pizarrón y luego esperó a que todos estuviesen callados... ¿Quién los culpaba? Ella es invisible..— Lamento tenerlos aquí aún cuando la campana ya sonó, se que todos estamos cansados de este día tan caluroso— Emitía ruidos de cansancio, que todos compartieron. Había ganado la atención de todos con eso último— Pero... Hoy les vengo a mostrar algo. No será largo, así que no se preocupen, y discúlpenme otra vez por esto— Todos negaron, si ella lo requería, se podían quedar un par de minutos más, la chica era agradable y todos la apreciaban.
Mina estaba intranquila, el ambiente, las miradas, todos en un mismo lugar. Ella solo quería irse y desaparecer, sus pies temblaban ligeramente y esperaba que la sensación en su estómago fuera lejos de ser enfermiza.
Sin más espera, Toru a espaldas de todos, cambiaba y pasaba rápidamente por las apps de su teléfono..Y luego de un momento, emitió un sonido a la vez que la pantalla pizarrón era activada.
Alejándose un par de pasos, solo vio su pantalla, un solo archivo se mostraba en aquella carpeta.
Subió la mirada, y por escasos segundos, la irá la consumió, deseando que con eso, la persona que estaba a escasos metros de ella, aprendiera de una vez por todas.
Y sin más, solo presionó el archivo, reproduciendo para todos.
. . .
Enfocando lentamente, el lente de la cámara se retraía un poco para luego mostrar claramente la imagen del lugar que grababa. Por lo que se podía observar, era una zona de la Academia, un poco alejada de lo que todos conocían normalmente.
Y justo a nada de aquella pared donde la cámara se encontraba, se podía ver claramente a dos personas.
Espera... ¿Esos no son?— Sato preguntaba a medias, haciendo que todos prestaran atención en los seres del vídeo.
Una sonriente Mina Ashido y un nervioso Izuku Midoriya salian en pantalla. Todos miraban con atención lo que pasaba y en ese momento... fue donde el ambiente comenzó a tornarse aterrador para alguien en especial, la cual, temblaba ligeramente en su asiento.
"¿Que era lo que querías hacer aquí?- Decía ella sonriendo mientras el se puso nervioso por ya llegar al momento, así que reuniendo valentía dijo.
Mina, t-tengo algo que quiero decirte, algo importante para mí- dijo ya decidido en sus palabras... lo iba hacer
-Oh, bien... que es eso?- dijo ella con una extraña sonrisa alegre
-E-e querido de-decirte, que en todo este tiempo... te has vuelto importante para mi, eres alguien magnífica con una actitud extraordinaria, la cual admiro, hemos pasado muchas cosas y de verdad, eres perfecta en todo sentido.... de mi mente te adueñaste, y de mi pensar dueña te proclamaste.
Eres lo que deseo ver, y con quien quiero estar.
Porque... tu me gustas, me gustas de verdad- dijo el peliverde sin ningún ápice de duda en sus palabras y... venían directas del corazón."—
Todos veían sorprendidos las palabras que Izuku había dicho, se sentían felices por su compañero, y pensaron que había estado ocultando que había comenzado una relación con su relación hace un tiempo... De verdad que sonaba a buena noticia.
Estuvieron a punto de levantarse a felicitarles.. de no ser, por lo siguiente que vieron.
". . . Pff ¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!! - resopló mina para luego reír escandalosamente y poco a poco subir su risa de tono a una menos... normal.
Nadie hacía nada, quedaron petrificados al escuchar las risas sádicas de su compañera, sentían incomodidad y pavor lo que veían... Pero aún así, seguían observando.
-Ahh, pobre, pobre Midori, tan inocente... tan despistado... tan. . . idiota como siempre- dijo ella en un tono que poco a poco se volvía apagado y ya para nada normal.
Los corazones de todos, sintieron un tirón al visualizar la escena, que había dado inicio a todo.
"Mina se acercó a Izuku y lo agarró de la camisa para de un tirón darle un puñetazo que lo desoriento, luego colocar su mano en su camisa y con su ácido, marcarlo profundamente en el pecho.
AAAHHHHHHH- fue el grito que dio izuku tras la quemada y fue silenciado de apoco por ella la cual lo estaba quemando todavía.
JAJAJAJA, ¿enserio creíste que podías ser feliz?, eres un estorbo y un inútil, piénsalo, ¿quien quisiera a alguien que a pasado sus años llorando como un inútil en su vida? aunque ahora tengas esa rara fuerza igual eres un estorbo, y que era esa mierda que decías, ¿poesía? JAJAJAJA, no puedo creer lo idiota y cursi que eres- Decía ella mientras lo golpeaba quitándole cada vez más el conocimiento.
Eres un caso perdido, pero de todas formas, te responderé... ME IMPORTA, UNA MIERDA TUS PALABRAS Y SENTIMIENTOS, NUNCA ESTARÍA CON ALGUIEN COMO TU, UN INÚTIL SIN REPARO- Respondió escupiendo odio en sus palabras mientras el no hacía nada.
Todos estaban en shock, cada palabra resonó en las paredes del salón, el cual podía sentir el terror de aquella escena, las lagrimas que Izuku botaba sin poder evitarlo, y las intenciones enfermas de una chica, la cual solo supo de mostrar un rostro desenfrenado.
Espero te mueras y desaparezcas... y recuerda Deku, la marca que te hice.. te recuerda lo inútil que eres y seras... y nadie, querrá eso- dijo de manera sería y algo burlona mientras lo observaba
Espero aprendas..-Dijo sonriendo en burla mientras se alejaba abandonando el
lugar, y con eso.
Terminando la grabación...
La habitación, se encontraba en un silencio abrumador. Ninguno de los presentes tenían la capacidad de emitir algún ruido. Lo que acababan de ver, era lo último que pensarían podría pasar.
Todos se encontraban con pensamientos volando por sus mentes, como si de guerra se tratase, era inimaginable, mucho menos aceptable.
Mina Ashido, estaba fuera de si... Su respirar era errático, sus ojos temblaban, sin poder creer lo que había ocurrido, en un abrir y cerrar de ojos, todo lo que había hecho, había sido descubierto y desvelado, no solo para uno, si no para todos sus compañeros.
Y como si una fuerza aún mayor a la culpa que a su cuerpo golpeaba en el peor de los momentos, giró lentamente para detrás de ella, encontrándose con el peor escenario.
Una decena de ojos, la miraba fijamente, sin poder creer nada de lo que hace un momento acababan de ver, incrédulos, decepcionados, angustiados.
Todas esas miradas, eran un disparo a la mente trastocada de la chica, la cual negando, solo se echaba para atrás, y siendo seguida en movimiento, los demás se levantaban de sus asientos.
Y en un abrir y cerrar de ojos, la primera piedra era lanzada.
Que... ¿Clase de persona eres?— Kirishima, jadeante era quien veía con terror a aquella chica siempre alegre, quien en estos momentos, no podía disimular su horror.
¿Como pudiste hacer algo así?—
¿Que rayos te pasa?—
¿Que clase de monstruo eres?—
Tu... no eres normal—
Uno tras otro, comentarios iban en ráfaga, comentarios bañados en desagrado, asco, terror.
Cada uno, se dirigía sin compasión a ella, la cual en estos momentos no sabía que hacer. Lloraba ridículamente mientras retrocedía, quedando atrapada entre ellos y la pared.
Su corazón se estrujaba, no aceptaba lo que veía, y algo nuevo surgía en ella... ¿Arrepentimiento?.. no.
Enfrentaba el juicio por sus acciones.
Viendo por toda la habitación, pudo llegar, a aquella persona con la que no había tenido contacto hasta los momentos.
Aquel ser, dueño de rizos color verde, quien había estado callado hasta los momentos. Izuku miraba sin inmutar toda la escena.
Sin más en que pensar, ella se acercó lentamente a el.
Sus miradas se cruzaron, y por segundos un nexo había sido creado..
Tu.. haz.. h-haz que paren— Suplicante, miraba a aquel joven al cual toda su vida había molestado.
Había hundido en la locura desde hace años, y justo en este momento, los papeles eran invertidos, tomando cada uno el rol del otro.
Que irónica era la vida...
... Adios, Ashido— Y sin más, volteó su mirada a otro lado. El nexo había sido quebrado.
Ella no lo creyó, aquella mirada que tantas veces no se despegó de ella, tanta atención le dio, tanto terror le demostró.
Ahora era, quien en silencio le dedicaba unas últimas palabras antes de decir adiós. Y con eso, todos fueron hacía ella con intenciones de atraparla.
Ella aterrada, corrió hacia la puerta, abriéndola y cayendo en el pasillo veía como todos se fijaban en ella, todos con la misma mirada.
Las voces de la escena, se repetían y todos la observaban con asco, no podía con todo en eso, no en esos momentos.
Y de la nada, tratando de volver a correr, algo hizo que volviese a caer de golpe. Volteando, un par de ojos oscuros, conectaban con ella, causándole escalofríos y enviándole la señal de peligro más grande de todas.
Así que sin más, corrió con lo que podía, perdiéndose en los pasillos...
La dueña de aquellos ojos oscuros, se asomó en el salón de donde había salido Mina corriendo, solo para ver a varios de aquella clase rodeando un puesto.
Ella curiosa, entró y se acercó, solo para encontrar a quien buscaba.
Los miembros de la clase A, se encontraban preocupados revisando y hablando con Izuku, no entendía mucho de lo que pasaba, pero sin dudas, esa chica del pasillo tenía algo que ver.
Yui Kodai... aún no se sentía preparada para hablar con el, sentía culpa por lo ocurrido aquella vez.
Y en un acto repentino, un empujón la llevaba justo al frente del circulo, siendo ahora ella, el centro de atención.
No sabía que decir, se encontraba estática en ese sitio, pero, tan pronto como todos la reconocieron, se largaron con la promesa de que hablarían luego con el chico. Y sin más, el salón quedó solo con 4 personas.
Una de ellas, era Toru Hagakure, quien se acercaba a su cómplice en la puerta.
Hum, tal parece lo lograste— Decía, a la invisible chica.
Si... ya se acabó— El alivio era notorio, luego de mucho, al fin podía darle un alto a aquella que tanto dolor había causado, asegurándose de que fuera para siempre.— Oye Bakugo, ¿Puedo preguntarte algo?— Decía curiosa.
¿Eh?... Supongo que si—Escuchaba atento.
Tu relación con Izuku es mala... podría decirse que una de las peores, y aún así, decidiste ayudarme para todo esto... ¿Porque?— El porque había rondado varias veces la mente de Toru, y la verdad, nunca pudo encontrar algo lógico.
El chico explosivo, era alguien irracional y agresivo con todos, no había sentido que ayudara a una causa como esta... al menos no convencionalmente
...Solo, era algo que tenía que hacer—
Realmente, el no tenía problema con ninguno de los de su clase, si los trataba mal, era su manera de ser, y no la iba a cambiar por nada, pero... Si había algo que enserio detestaba, era a las personas como Mina, aquellas que a pesar de sonreír, eran personas realmente podridas por dentro.
En cuanto se enteró de todo, y vio lo que realmente pasó... las ganas de acabar con ella, habían nacido, y muerto en estos momentos, ya habiendo cumplido su cometido.
Esa.. era la verdad detrás de Bakugo Katsuki.
Quien sin ánimos de responder más, se dio la vuelta con dirección fuera del salón— Tu también deberías irte, ¿el nerd necesita espacio no crees?— Decía, haciendo que Toru voltear al resto de la sala, viendo que Izuku estaba con Yui.Ella tenía ganas de ir con el... pero tenía que dejar que las cosas tomaran su camino, ya en otro momento lo tendrá para hablar, pero por los momentos.
Tienes razón... Ya vayámonos, estoy cansada— Decía, siguiendo el paso del rubio.
¡Oye, no creas que porque te ayude a proteger a tu noviecito ahora somos amigos!— Enojado como de costumbre, le gritaba a la chica quien caminaba a su lado.
Jaja, si si, lo entiendo señor solitario— Reía mientras seguía su camino.
Hablo enserio... NO ME IGNORES MIERDA— La seguía tratando de hacer que lo escuchara.
Con eso, ambos también se perdieron por los pasillos, abandonado la sala... Y dentro de ella, otra escena se formaba.
Ambos jóvenes, se veían en completo silencio, analizándose a profundidad y viendo quien sería el primero en hablar.
Secretamente, estaban nerviosos por este reencuentro, y tenían la idea de que posiblemente, el otro no esté a favor de seguir con su relación. Así que, sin perder el tiempo.
¡Tenemos que hablar!— Sorpresivamente, ambos hablaron al mismo tiempo, ganado la atención del otro, estaban en sintonía.
Quiero... pedirte perdón— Yui fue la primera en hablar, estaba decidida— Aunque no sea suficiente.
Quiero hacerte saber, que no fue tu culpa lo que pasó, fui una tonta al gritarte y hacerte sufrir por mis cosas.—
Por no tratarte por tanto tiempo, y hacerte pensar que habías hecho algo malo.—
Y porque en todo este tiempo, solo me comporté como una estúpida en búsqueda de algo que realmente no existe...—
Lagrimas corrían por las mejillas de Yui, quien se sentía impotente por haber hecho que las cosas terminaran así. Sentía que una vez más había arruinado las cosas, y que todo se terminaría.
Pero.. fuera de ser real, el sentir de dos brazos rodeándola, la sacó de sí.
Izuku, la estaba abrazando.
Puedes calmarte... No estoy molesto contigo, y aunque debo decir que algunas veces las cosas si estuvieron mal, no es algo de lo que te tenga que lamentar.— El tacto de su mano acariciando su espalda era suave.— También me disculpo por no comprender en el momento el como te sentías.—
Puedes estar tranquila, te perdono.
Esas palabras, liberaron a Yui de su última cadena, ahora todo estaba bien, y sin esperar más.
Abrazó fuertemente a Izuku, lloraba en su hombro, dejando que todo lo que sentía fuese liberado.
El miedo de perder aquel que la había querido tal y como era, había sido demasiado, no podía manejar una perdida de tal magnitud, había vivido muchas cosas con el, y el lugar que abarcaba en su corazón, era demasiado grande como para que las cosas tuviesen un final repentino.
Y esa, era la muestra de todo aquello. Ambos se abrazaban, aferrándose a aquella persona que habían conseguido en un momento cualquiera.
Y que ahora, no querían soltar por nada.
Ambos se vieron, y fijaron sus miradas en la del otro, acto seguido se sonrojaron y separaron del abrazo. Tenían algo más que discutir, y no sabían como tocar el tema.
...H-hay algo más que quisiera contarte.— Ruborizada, Yui le decía al joven héroe.— Algo muy importante.
Oh.. ¿De verdad?— Su mente divaga sin saber como responder correctamente.— ¿Que es?
Aún no lo puedo mencionar... ve a mi habitación a las 12, luego de que todas las luces hayan sido apagadas.— Decía firme.— La mía, será la única iluminada.
Bien... ahí estaré.— Y luego de eso, hubo un silencio que ninguno quiso romper.
Ahora, con eso en mente, algo más surgió.
"Después... debería pedirle perdón a Pony"— La joven había hecho aparición en los pensamientos de Yui, había hecho de todo, solo para que este momento ocurriera.
Fue malo de su parte verla y tratarla de esa forma... En verdad que le debía una.
Y en otro momento, se lo compensaría.
Pero por los momentos, había que terminar con una última cosa...
. . .
La luna, iluminaba a toda la academia, la cual a esas horas de la noche se encontraba descansando de un día lleno de movimiento.
El silencio era reconfortante, la brisa fría soplaba colándose por los ventanales de los edificios residenciales.
Y en uno de ellos, la luz de un cuarto aún se mantenía encendida.
Dentro, Yui Kodai se encontraba dando vueltas por todos lados. Su cabeza era un lió total, no creía posible en algún momento que iba a hacer tal cosa.
Tal vez fue la adrenalina del momento, oh el esmeralda de ese par de ojos que la hipnotizaban cada que los miraba... Definitivamente, lo había hecho por algo de eso.
¿Se arrepentía?... la respuesta era no. ¿Tenía miedo? esa era que si.
Y casi sufriendo un colapso, sintió como su ventana era ligeramente tocada, un toque suave y que ya reconocía.
La hora había llegado, se quedó ahí un par de segundos viendo toda la habitación un momento más, el paso que iba a dar, era sin lugar a dudas el más fuerte de todos, y juraba por todo lo que conocía, que no imaginaba estar así.
Sin esperar más, solo volteó para lentamente abrir la corrediza dejando entrar al visitante.
Buenas noches Yu— Sus labios habían sido detenidos por el dedo indice de la chica.
Por el momento, no digas nada... Acompáñame— Ganando un asentimiento de parte de el, separó su dedo y caminó hasta su cama.
El la siguió, ambos se sentaron viéndose cara a cara.
Por primera vez, no tenían algo de que hablar, no habían risas, tampoco momentos interesantes, solo se miraban en uno al otro, tal vez un poco incómodos por no saber como comenzar.
Se vieron de pies a cabeza, vestidos de pijama, era gracioso para ambos, y sin poder evitarlo ambos rieron por aquel hecho. Eso aligeró las cosas..
Bueno... te traje hasta aquí, para poder hablar de algo importante— Decidida, Yui empezaba a hablar.
Creo... que también puedo hablarte de algo cuando termines.— No sabía que fuese a pasar luego de decirlo, tenía miedo de que todo fuese a terminar ahí.. Y aún así, estaba dispuesto a decir todo lo que sentía por aquella que había estado a su lado todo este tiempo.
Yui tomo aire... Y sin nada más que esperar...
Desde, antes de conocernos, siempre fui alguien reservada, no tuve muchos amigos realmente, y la gran parte del tiempo la pasé sola... Todo eso cambió cuando llegué aquí.
Mis amigas estuvieron para mi en todo momento, estuve para ellas aunque no supiera como, y después de tanto, al fin era parte de algo, tenía personas en quienes confiar y con quienes ser feliz.
Pero, aún con eso mi vida era igual, ellas hacían el trabajo de mantenerme positiva, pero individualmente, seguía en el mismo camino.
Todos los días eran iguales, nada se salía del margen, los días cada vez eran más repetitivos, y casi como si fuera inevitable, empezaba odiar eso.
Una vez más, fui quien se quedaba al fondo, no esperaba mucho otra vez, y sinceramente ¿Como hacerlo? no tenía la más remota idea de como salir de ahí, a pesar de tener quienes me apoyaran...
Y como si alguien, respondiera a mis llamados silenciosos, apareciste cuando menos lo esperé. Fuiste extraño, no supe realmente a que se debía, y antes de que me diese cuenta ya estaba involucrada contigo.
Empezaste a hacer lo mismo conmigo, tu vida y la mía se mezclaban lentamente, era inevitable no poder sonreír y reír, y al final, pude encontrar ese algo al que esperar todos los días.
Todo esto de golpe, tal vez suena irreal, pero... gran parte de mis días en esta academia los recordaré como el lugar, donde pude conseguir algo más que una simple vida y un sueño de ayudar a otros
Tu presencia en mí dejó huella, cada momento, un sentimiento hermoso.
Te convertiste... en ese algo especial que tanto añoraba.—
Sus ojos, brillaron con la luz lunar, sin poder conectar espacio con el tiempo que corría en ellos, deteniéndose lentamente, y dejándolos... En ese lapso de contemplación en el cual se encontraban.
Ambos sonrieron, el rubor en las mejillas de Yui era notorio, la hacía brillar un poco más, Izuku se sentían flotando en algún lugar del espacio.
Y ella, llevando las cosas a otra órbita.
Lo besó
Cada fibra de su cuerpo, tembló al conectar con sus labios, sus ojos se cerraron inconscientemente, y todo eso llegó a más.
Cuando el beso fue correspondido
Ambos labios bailaron al compás de aquel beso inexperto, cargado de tantos sentimientos, que realmente no supieron expresar mejor.
Las mejillas de Yui fueron tomadas por el, el cuello de izuku tomado por ella.
Y dedicándose un respiro, las únicas palabras que se ocultaron todo este tiempo, fueron dichas para sellar esto.
Yui... Tu me gustas.—
Izuku... Tu también me gustas.—
Y juntando sus frentes, volvieron a compartir un beso
Que quedaría grabado en sus mentes.
Para siempre
Se vieron una última vez, las esmeraldas y zafiros se recibían en ese momento, y conectaban sus almas, queriéndose en aquel momento, y obteniéndose justo ahora.
Todo lo vivido, lo atesoran, y viéndose una vez más.
Se dan cuenta que todo comenzó.
~ Con Miradas ~
Te amo.— Compartieron para el otro, su más grande sentir.
Fin.
. . .
Y con esto... Miradas, llega a su fin.
Agradezco, a todos los que estuvieron siguiendo esta historia, que de a poco me ayudó a mejorar con esto de la escritura.
Fueron muchas noches las que no dormí, pensando si en verdad lo estaba haciendo bien, cambiando cosas aquí y allá en la trama.
Y cuando no, pensaba en que más podía hacer para que todo tuviera un verdadero sentido, el cual, realmente no se si plasmé del todo en esto.
Ah este punto, me gustaría saber tu opinión, querido lector.
Que has estado ahí todo este tiempo, leyendo esto.
Realmente se siente extraño terminar esto, luego de 1 año actualizando cada tanto, en verdad extrañaré esto.
Aunque claro, no se asusten, aún quedan cosas por hacer.
Eh historias que contar.
Así que, si llegaste a este punto, te mando un abrazo donde quiera que estés.
Y esperes dentro de poco, algo nuevo de este escritor.
Este a sido Wlad, un chico el cual estuvo muchas horas pensando en como dirigirse a ustedes con esto (xD).
Y ahora le da las gracias.
¡Hasta entonces!
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