15

La noche caía lentamente en la ciudad de Japón, el cansancio de un día más, era demostrado por todos los que con alegría se dirigían a sus casas a ver a sus familias.

La UA, a oscuras, solo era la prueba de que los héroes ya se encontraban descansado.

Algunos se encontraban reposando sus cansados cuerpos.

Nuestros protagonistas, estaban cada uno inmersos en sus propios pensamientos, e inevitablemente, invadían los del otro.

Era tan frustrante, los dos lados de encontraban molestos consigo mismos, y solo... Querían pensar que ya para mañana, iban a poder verse otra vez.

Pero...

Hoy no vinimos a hablar de ellos...




































La luna, era el reflector natural de una habitación, de extravagante aspecto.

Solo reflejaba los gustos, de la persona residía dentro de la misma.

Que a estás horas, y por motivos varios, no era de sorprender encontrarla despierta.

Su mente divagaba por muchos rincones, y se estancaba en muchos otros.

Desorientada, mira la pantalla de su teléfono.

~ 01:30 ~

No era de sorprender para ella.

Pues.. Mina Ashido, ya estaba acostumbrada a desvelarse.

A siempre estar a estás horas sola y si mucho que hacer.

No es como si me pudiese quejar-Con desganado, solo se dejó caer de nuevo en su cama, que aunque cómoda, el frío la invadia.

Viendo fijamente al techo, dejaba llevarse por sus pensamientos... Y cerrando lentamente sus ojos.

Su mente, se mantuvo con un recuerdo en especial...
































[...]

Y tú...¿Quién eres?-.

En las puertas de un edificio, dos personas se hallaban frente a frente.

No era así, hasta hace un par de segundos, dónde el que estaba más cerca a la salida, decidió dar la cara dándose la vuelta.

Sus ojos se veían fijamente, la lucha entre el Esmeralda y el dorado había sido ganada y consumida por la noche que traían los mismos.

Oye, te e hecho una pregunta- Con demanda, la segunda persona reclamaba una respuesta.

El se asustó, en definitiva no quería estar más tiempo ahí.

Cada gota de sudor que bajaba por su cien, era un segundo más del cual ya no disponía de evitar aquella pregunta.

Así que, con el corazón en la mano.

I-izuku...- soltó sin más.

¿Solo izuku?- Al parecer aún no le convencía la respuesta, aún quería más.

Sin ya nada que hacer...

Midoriya... Izuku Midoriya- terminó de decir para que todo quedara en un silencio.

Uno, por mucho incómodo.

Cuándo pensó, que podía irse, escuchó el estallido bajo de unas risas.

Regresando su mirada, vió que quien hace unos momentos lo fulminaba con la mirada... Ahora se reía.

Era raro, y no sabía si también debía hacerlo o solo dejarlo pasar.

Pero ninguna de sus dudas duró mucho.

Ya veo, así que tú eres el nuevo- sus risas pararon, y su miedo regreso.

Por un demonio... Ya se había dado cuenta de su condición.

A pasos apresurados, se acercaba a su objetivo, el cual sin ya pensarlo, intentaba irse.

Pero no tuvo éxito, siendo acorralado contra una pared.

Tal vez no lo sabes... Pero, siempre me gusta, darle un trato especial a los nuevos~- Sus palabras vibraban en su oído causándole miedo.- Espero tu estadía aquí, sea de agrado.

Por cierto... Puedes conocerme como Rose.

Y dicho eso, solo lo empujó, siendo suficiente para sacarlo de equilibrio y hacer que cayera, esparciendo así todo lo que llevaba en manos.

Je... Vaya que nuestro primer encuentro lo recuerdo.

Izuku pasaba con cuidado por la cafetería.

Y a segundos, pasó a besar el suelo de forma abrupta... A un costado de el se conseguía Rose sentada y con un pie estirado.

Las risas no se hicieron esperar, llegando a izuku el cual sin más que hacer solo se levantó para irse bajo la mirada atenta de ella.

Y enserio que... No eras nada especial.

De forma lenta, recogía sus cosas del suelo, la mayoría dañadas o ilegibles ya.

La puerta de la habitación en la que se encontraba fué abierta de golpe, y con ella rose estaba dentro.

Su queja se perdió en la habitación cuando sintió como todo lo que estaba en sus manos se corroía por el ácido que también subía a sus manos.

Pero...

Izuku, solo quería irse de allí, quería desistir de todo lo que había vivido.

Sus rodillas ya no aguantaban, y lo único que lo mantenía en pie era la idea de ver a su madre en casa.

No muy lejos de él, un par de ojos lo seguian, mismo par que había visto las peores caras que el podía hacer.

Dolor... Miedo... Pavor.

Pero, esta era nueva, se mantenía a pesar de, haber pasado por tanto, haber soportado tanto.

Determinación


Por primera vez... Solo iba a dejar que siguiese su camino.

Comenzaste a ser algo..que ganaba mí....

Día tras día, lo comenzó a ver menos, notar menos.

No era mucho lo que hacía, y su rutina de dolor era menos para el.

Le encantaba... El que no sintiese nada.

Le molestaba... El que no le generase nada.

Solo quería... Su atención.


















































Haciéndose borrosos los recuerdos, su conciencia se apagó.

Siendo la última en caer rendida a los dominios de Morfeo.









Toda mi atención
Capítulo 15

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Nos acercamos al final.

Y sin haberla olvidado, Mina muestra un poco de su pasado.

¿Se preguntan algo?
Porque yo sí

- Estos caps, están infumables, me voy.

- Hey me sigue gustando la historia.

Espero les haya gustado, y esperen más de mi trabajo.

Ciertamente llegar hasta aquí no a sido fácil, y realmente a veces me replanteo la idea de lo que e estado haciendo.

Pero, sin mucho más que decir.

Hasta otra gente.

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