No es normal ver un vehículo lujoso paseando por las calles de la ciudad y menos si se trataba del vehículo del pecado de la lujuria.

Los demonios chismosos veían a lo lejos mientras que otros salían huyendo.

Sakuroma estaba viendo por la ventana las masacres que transcurrían a diaria en el círculo del orgullo.

Se aburrió de las masacres y su mirada quedó perdida.

Solo se acordaba como le gustó la experiencia de haberse acostado con un simple demonio de clase baja, la diferencia de el entre los demás, es que el era más sumiso y lindo.

Ella no tenía problemas en meterse con algún plebeyo ya que no estaba casada con alguien, jugaba un poco con ellos, pero cuando pensaban que finalmente podían tener relaciones con ella, recibían una muerte tan rápida que no se daban cuenta.

Activaba sus feromonas para que no estuvieran conscientes cuando ella misma les clavaba un cuchillo en sus corazones.

Así siguió su rutina hasta que llegó TN, fué el unico que se llevó su virginidad.

Pero no podía hacer su relación pública, debido a que se metería en problemas con Lucifer si se llegara a enterar que se acostó con un plebeyo.

─ Odio está jerarquía... ─ murmuró mientras fruncía el seño.

Habían llegado al famoso edificio donde trabajan los de IMP.

─ Tu espera aquí, ya sabes si me llega a ocurrir algo. ─ el chófer asintió.

Ella entró al edificio para buscar la oficina de esos mercenarios.

No tuvo problemas con algún loco dentro del edificio, ya que todos andaban ocupados.

Llegó a la susodicha puerta donde marcaba las siglas I.M.P.

Abrió la puerta y entró al lugar, debido a su altura tuvo que agacharse para lograr entrar.

Vió a una sabueso en el escritorio y dedujo que era la recepcionista.

─ ¿A que idiota quiere que matemos? ─ habló la recepcionista sin quitar la vista de su celular.

─ Quiero hablar con su jefe en privado. ─ respondió la polilla.

─ ¡¡Blitzø!! ¡¡Te buscan!! ─ gritó la sabueso.

En una puerta salió un diablillo que es el jefe de la compañía.

─ ¿Quien c*rajos me busca aho─ Blitzø dejó de hablar al ver que estaba la pecado de la lujuria ahí.

Sakuroma dió una risita ─ Eres gracioso ¿Sabes?

Loona miro de reojo y abrió los ojos de sorpresa cuando miró a la pecado de la lujuria.

─ Vine hablar con usted con cierto asunto, quiero que sea en privado.

Blitzø tragó saliva y decidió no enojar a la polilla.

Ambos caminaron a la sala de su jefe y tuvieron una conversación a puerta cerrada.

La recepcionista y los 2 empleados tenían que esperar para saber cuál era el pedido del Pecado de la Lujuria.

Adentro.

Podemos ver un Blitzø nervioso y un seño fruncido por parte de Sakuroma.

El inicio primero la conversación ─ Así que... IMP a sus órdenes ¿A quien quiere que matemos? Solo matamos a los de arriba. ─ dijo ese punto por si acaso.

Pero ella no estaba interesada en que mataran a alguien.

─ Alguien vino a este lugar y no salió, según informes, lo llevaste al mundo de los vivos.

El jefe se puso nervioso porqué ya lo habían descubierto, pero se puso a la defensiva.

─ Muchos vienen aquí, y si no regresan, es porque terminan con una bala en el cráneo por causar problemas. ─ respondió sin problemas.

El tenía un punto para no sospechar, pero Sakuroma sacó su celular mostrándole una grabación.

─ Este imp en específico visitó aquí y no regresó.

Blitzø observó la grabación y sus nervios aumentaron debido a que tenían evidencia en su contra.

─ Así que, ¿Enserio lo mataste? O... ─ sus ojos brillaron más ─ ¿Lo mandaste arriba?

Blitzø sabía que ningún diablillo puede quedarse arriba en el mundo de los vivos a vivir, muy pocos seleccionados pueden hacerlo, pero el dinero lo llamó e ignoró la advertencia de Stolas.

Blitzø no podía mentirle a alguien tan importante como la pecado de la lujuria, ya que sabía de antemano que tenía sus métodos para sacar las verdades, cosa que el no quería debido a que ya tiene que soportar al príncipe Goetia.

─ ¿Y que si lo hice? Lo deje a su suerte en algún lugar aleatorio en el mundo de los vivos.

Sakuroma frunció el seño debido a la nueva información que escuchó.

─ Por está vez no diré nada. ─ ella se levantó de su asiento y fue para salir de la oficina.

Blitzø se estaba tranquilizando, pero duró muy poco cuando la polilla golpeó la mesa e hizo sacarle un grito de niñita.

─ ¡Pero! Necesitaré las coordenadas para traerlo de vuelta, tiene deudas conmigo. ─ lo dijo en un tono intimidante.

Hubo un momento de silencio, Blitzø observó la mirada de la Pecado Capital y solo observaba un semblante serio.

─ Y antes de que intentes sobornarme. ─ de su escote sacó una grabadora ─ Tengo la evidencia suficiente para delatarte a ti y a tus empleados, Izzurius los vendría a matar, ya que Lucifer no perdería su tiempo en ustedes.

El trio restante observaban afuera de forma silenciosa, ya que tenían sus armas listas si es que llegara atacar a su jefe.

Sabían que no tenían oportunidad, pero era mejor morir a que vivir siendo fugitivos.

Con una resignación decidió hablar ─ Ganas por esta p*ta vez, me llevará tiempo localizarlo, pero si no lo logro encontrar, te ofrezco a mi empleado como compensación.

Ella sonrió dando una risita burlona ─ Eso espero. ─ dió media vuelta para salir de su oficina.

La polilla escuchó como se armó una discusión por parte del susodicho empleado con su jefe.

Sabía de antemano que Izzurius se enteraría de su visita, aunque se preguntaba si se lo diría a Lucifer.

Eso es algo que tendría que probar de su suerte.

Fin del Acto II.V

¿Les gustó? Déjenme saberlo aquí.

Soy Lynx con fotito de Amber y nos vemos en el siguiente capítulo.

Adiós.