Dia 3
Por la mañana siguiente, nos encontramos con los muchachos de esa excursión yendo al puente romano de Córdoba.
El día se veía como un día muy tranquilito, iban a ir al puente, seguido de la mezquita-catedral que no estaba tan lejos de allí y el palacio de la Merced, que era la sede provincial de la ciudad.
—Vaya, no pensaba que el puente era tan largo— comento Adrien muy incrédulo por esto.
—Mola, ¿No? La verdad es que tienes razón, es un puente muy largo pero que tiene su encanto e historia— diría Constance mientras veía al grupo.
En eso Chloe se fijó en una cosa que había en el filo del puente, como una especie de vitrina donde había la figura de dos santos en oro.
—Mmmm... Disculpa, ¿Pero quienes son estos que estan ahi? — diría extraña y confusa la rubia señalándolo.
—Oh, ¿Eso? Es una hornacina a otros dos santos patrones del lugar, San Acisclo y Santa Victoria, mártires de Diocleciano que murieron aquí, en Córdoba, ella asesina a flechazos y el decapitado, sé que Victoria por lo menos la veneran mucho por Provenza, Francia y Acisclo solo aquí...— diría Constance.
—... La gente de aqui los veneran mucho y seguramente habreis visto algunos mosaicos o pinturas por la ciudad que representan a los tres santos que protegen a la ciudad, Victoria, Acisclo y Rafael— explico el rubio de ojos azules.
Los muchachos en eso siguieron paseando por el puente, pero por debajo del puente había una muchacha hecha de agua y con estrellas rosadas en su cabello, que simplemente se volvió al agua.
Paso un rato largo hasta que podemos ver al grupo en el patio de los naranjos, dentro de la mezquita de allí.
Todo parecía normal hasta que de pronto apareció algo extraño, un villano, que parecía ser como una especie de león humano que tenía un estilo extraño.
—Jajajaja... es hora de destrozar esto por cómo me llamo Beastlion...— se rio el extraño villano riéndose.
La gente de allí intentaron huir de allí, sobre todo Marinette y Adrien, que se querían transformar en Ladybug y Chat noir hasta que de pronto vieron en una de las fuentes de allí algo raro, empezándose a crear pequeñas burbujas, pero lo raro era que nadie había allí.
En esa fuente apareció una mujer hecha de agua, de cabellos con pequeñas estrellas rosadas, cosa que extraño a Marinette y Adrien mucho y en eso está transformo sus brazos en extraños látigos de agua, que ataron al villano por cuello y brazos e inmovilizaron de donde lo tenía agarrado mientras que en el suelo de pronto apareció agua que lo sujeto contra el suelo los pies.
La chica de agua salió de la fuente, mostrando su torso, que estaba decorado con una especie de cinturón de roció y una concha marina rosada y se acercó, aun atando al villano.
La gente empezó a vitorear a la mujer de agua mientras que la policía llegaba a allí.
— ¿Quién es esa tipa y porque ha salido de la nada? — pregunto Chloe confusa lo que había sucedido.
—Oh, ¿Ella? Se llama Abdera y es conocida como "La protectora del agua", es una heroína de aquí bastante buena en lo que hace — dijo Constance con una ligera sonrisa.
—<<Esa tal Abdera es alguien con la que tenemos que tener cuidado junto con Erebo, uno tiene poderes temporales y ella tiene poderes de manipulación del agua>>— fue el pensamiento de Marinette en esos momentos
En eso cuando la policía se llevó al villano y la muchacha se metió de nuevo en la fuente, y desapareció.
—Vaya... pues me parece muy linda Abdera— diría Adrien, poniendo muy celosa por dentro a Marinette.
—Bueno, creo que no ha pasado mucho dentro y está todo bien por lo que vamos a dentro— diría el muchacho para después ver a sus compañeros.
Ya después de esto visitaron por dentro la mezquita-catedral y al poco se fueron al último sitio que tenían que visitar fue el palacio de la Merced, que esta vez fue muy calmado pero poco destacable.
Ya por la tarde, Marinette estuvo pensando una idea para algo, algun complemento de ropa, porque... para algo era el viaje, tenían que hacer algo de ropa o alguna bisuteria con lo que estaban aprendiendo.
—Te has bloqueado creativamente, ¿No? — pregunto Tikki a su usuaria.
—Pensaba hacer algo basándome sobre el arco de herradura de la mezquita pero creo que la gran mayoría de personas lo van a hacer...— diría Marinette para después tirar una de las bolas de papel a la papelera—... Sinceramente no sé qué hacer—
—Mañana veremos más cosas de la ciudad, en los lugares futuros que vayamos a ver seguramente te gusten y de ahí se te ocurra algo — dijo el kwami rojo a Marinette.
—Sí, tienes razón, veré mañana que hago, solo llevamos dos días aquí y no se me ha ocurrido nada aun, pero tenemos aun 4 días por delante para hacer algo— dijo la franco-china al ser mágico rojo.
Mientras tanto con Adrien, este se encontraba en otra habitación cuando Plagg hablo.
—Esta ciudad es un poco rarita... me suena haber estado aquí hace muchísimos años, creo que hace 100 o 1000 años, pero no me acuerdo de nada— diría el kwami negro.
—Ah, ¿En serio? Plagg, solo para preguntarte... ¿has notado algo raro? No se... yo sé que hay algo raro aquí pero no sé el que es— pregunto Adrien.
—Uno, no me importa en absoluto lo que hay en esta ciudad, es un muermo estar aquí para mi más sincera opinión, y dos, ya te hubiera avisado si hubiese algo raro— diría Plagg, cosa que molesto un poco al rubio de ojos verdes.
— << ¿Sabes qué? Olvida lo que he dicho>>— se dijo en su cabeza el rubio.
Mientras por las calles de la ciudad de Córdoba, podemos ver a Constance, que estaba hablando con alguien por el móvil.
—Ya veo... así que ese tal Beastlion tenía una especie de mariposa oscura dentro y por lo que pudiste sacarle de información su jefe se llama Hawk Moth— dijo serio el rubio.
—Sí, sospecho de que es alguien de la misma excursión, si han venido héroes a aquí, probablemente se hayan traído al villano que los sigue a aquí— diría una voz femenina detrás del móvil.
— ¿Y lo has purificado? ¿O eso que tenía se podía purificar? — pregunto curioso Constance, mientras que este llego a parte del casco antiguo de la ciudad, donde no había ni un alma.
—Al parecer eso si se podía purificar, no fue complicado— le contesto la voz femenina.
—Sabes, si vuelven a aparecer, me encargare yo mismo de ellos de darles el próximo toque de atención— dijo con seriedad Constance.
—De acuerdo, no me parece mala idea— le contesto la chica.
—Por cierto Ana... muy buen trabajo contra Beastlion, rápida como siempre— felicito el muchacho.
—Gracias Constance, esta vez creo que me he superado y mucho en rapidez— diría Ana orgullosa de sí misma.
—Bueno, nos vemos mañana si eso, hasta luego— se despidió Constance para después colgar.
En eso vio el joven rubio a alguien que conocía, Erebo se encontraba entre las sombras y en eso el muchacho de ojos extraños vio.
—Jandro... je, veo que estabas aquí— diría Constance con una sonrisilla.
— ¿Vas a ir con nosotros como Acmon o no?— dijo Erebo para después darle una sonrisa a su amigo.
—No tengo otra cosa que hacer en estos momentos la verdad, por lo que si— diría Constance para después tocar a un pin que tenía en una chaqueta, que hizo aparecer en su cuerpo una especie de traje, era una especie de mono oscuro que en la cintura tenía como alas doradas, con una chaqueta y botas que le llegaba a las rodillas doradas y cerca de sus ojos tenía como una máscara que solo cubría las mejillas.
—Pues vámonos Erebo, solo falta llamar a Ana y venga también— dijo el de ojos azules a su amigo que era ciego pero que era un héroe.
En eso de las espaldas del joven aparecieron unas grandes alas blancas y en eso batir sus alas y empezar a volar, siguiéndolo Erebo, o bueno, Jandro saltando de tejado en tejado.
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