Dia 2

Podemos ver a los muchachos de la excursión, encabezados por Constance hacia un museo, que había al lado de una iglesia de allí.

—Me da pena que mi padre no haya venido hoy aquí, sé que él es muy fan de la historia— comento un poco alicaído Adrien.

—Tal vez tenga cosas que hacer, que vamos, es un hombre millonario, tendrá algún encargo o algo, no se— diría Constance un poco despreocupado.

El grupo entro y allí dentro había dos ancianitos y un muchacho que reconocía Constance, que era Jandro.

—Oh vaya Jandro, no sabía que estabas aquí— comento divertido el rubio para seguido abrazar al de cabellos oscuros.

— ¿Quién es ese muchacho ciego? — Pregunto Marinette al ver a Jandro.

—Oh, disculpa, mi nombre es Alejandro Calle, aunque mis amigos me llaman Jandro— se presentó el ciego cordialmente.

— ¿Así que ustedes son la visita de hoy? Dejad que me presente, yo soy el abuelo de este muchacho y mi nombre es Antonio Calle— diría un anciano que tendría sus 70 años, que se puso al lado de Jandro y les dio unas palmaditas en la espalda a este, que se avergonzó.

—Abuelo...— murmuro con vergüenza Jandro.

—Espera, ¿Es tu abuelo? — pregunto con sorpresa Chloe al escuchar esto.

—Si... los que trabajan aquí son sobre todo jubilados que estan en la residencia de ancianos que hay allí, yo solo he venido para estar un rato con mi abuelo— diría Jandro.

—Ahora, seguidme muchachos que os cuento un poquito de historia— dijo Antonio alegre, haciendo que los muchachos tuviesen que seguirlos.

Mientras que Jandro y Constance se fueron a donde las ruinas del anfiteatro romano del lugar, ya que para exponerlo había unas rampas y así de paso hablar a solas.

Hubo un largo rato de explicación mientras tanto con el grupo con Marinette, en eso el hombre se paró en un cartel que tenía una imagen de una momia extraña con una descripción, el problema es que Marinette como sus compañeros no entendían ni un pimiento de español por lo que le pregunto al anciano.

—Disculpe señor pero... ¿Qué es lo que pone en esta descripción? —

—Ahora os explicare sobre una cosa que os interesara, que es la supuesta momia de San Rafael... lo encontramos aquí, en el anfiteatro enterrado en una extraña tumba, que era una ánfora decorada con pan de oro y lo más increíble es que esta datada del 223 antes de cristo— explico Antonio mientras se acercaba al lugar de la explicación.

Marinette se quedó viendo la imagen de la momia un poco confusa ya que no le convencía mucho el cuento de que realmente haya un santo allí, aunque sentía que algo muy raro tenía la ciudad.

La visita termino con las vistas a las ruinas del anfiteatro, y Jandro y Constance despidiéndose y fueron seguido de esto a ir a las juderías, que fue muy tranquilito el paseo y por ultimo aunque se tuvieron que dar un largo paseo, llegaron a las afueras de la iglesia, donde en el templete había afuera de la iglesia, en el suelo se situaba una gran baldosa funeraria hecha de oro, que empezaron los muchachos a ver que tenía grabado una frase en Latín.

"In nomine Sancte Raphaël angelus, unus ex morbo quis sana et punire mala"

— ¿Sabéis lo que significa? — pregunto a modo de reto Constance a los presentes.

—Yo lo sé, pone, "En nombre de San Rafael, aquel que cura la enfermedad y castigara el mal" — diría Adrien.

—Chico listo... esto se lo pusieron por algo muy sencillo, San Rafael es conocido por no solo ser un ángel, si no ser un santo sanador, dicen que si eres alguien de corazón puro pero tienes algún mal, o sea... una enfermedad, puede venir aquí y curarte — diría Constance con cierto tono de añoro aunque realmente no lo noto nadie.

Los muchachos empezaron a sacar fotos a la iglesia y a la tumba de San Rafael, como hicieron en todo el camino por lo que se tuvieron que volver hacia el hostal.

Marinette ya en su habitación decidió ir a empezar a visitar la ciudad pero como Ladybug, se transformó, llamo a Chat noir para que fuese con ella y esta salió. Al poco vio a Chat, que estaba allí.

—Vaya Chat, has llegado más pronto de lo que pensaba— diría Ladybug.

—Nunca llegaría para mí, Mi Lady— dijo coquetamente Chat.

—Bueno... pues entonces vayamos a darnos un paseo— le diría Ladybug a su compañero para estos empezar a saltar en tejado en tejado.

Por la noche Córdoba era extraña, no había muchas personas o ni si quiera ninguna, pero era algo hermoso en la parte antigua, en la nueva no tanto era así.

En eso ambos fueron al suelo de la calle, justo al lado de la Mezquita-Catedral tan famosa de la ciudad.

—Esto parece como si nos hubiéramos transportado a la época medieval, ¿No Mi Lady? — dijo Chat intentando tirarle la caña a Ladybug en vano.

—Sí, la verdad es que si—

En eso escucharon un hilo estirarse y de pronto a alguien caer de pie al suelo.

No lo veían mucho por la poca luz que había pero notaron a alguien, parecía portar un bastón y de ropa un traje negro con unos cinturones blancos de lunas crecientes y menguantes en negro.

—Ustedes sois héroes, héroes del extranjero, ¿No? — pregunto una voz que si podían reconocer de ese día... pero no sabían de quien era.

En eso de un momento a otro como si hubiese sido un lapso de tiempo que no pudieron percibir, unos hilos extraños de acero los atrapo como en una red y no sabían cómo, los separo y atrapo sus armas en la red.

En eso esa persona apareció justo delante de ellos, cabello oscuro como la noche que tenía unas gafas extrañas en su cabeza, que llevaba una chaqueta gris y sus ojos eran extraños, era como si fuera un ciego, blancos completamente, pero con los iris más notándose de un color azul muy cielo. En su mano tenía un bastón muy simple de empuñadura de color negro.

— ¿Quién eres tú y por qué nos has atrapado? — pregunto Ladybug molesta.

—Mi nombre es Erebo y... ¿Te debería de importar el porque te atrape junto con tu amigo la gata que le gusta el dominatriz? — dijo un poco en forma de ironía el pelinegro.

—Por qué nos has atrapado, ¿No lo ves? Y por cierto, nuestros nombres son Ladybug y Chat noir— diría molesta la heroína con traje de lunares.

Erebo simplemente empezó a dar una risita y seguidamente ver a los dos.

—Os he atrapado porque simplemente quiero daros un pequeño toque de atención, no volváis a aparecer o si no mis amigos y yo nos encargaremos que no volváis a tocar este suelo, ya tenemos suficiente con lo nuestro, nos bastamos y sobramos, y la verdad es que no necesitamos a unos tipos que son por decirlo de alguna manera... simplemente son débiles— amenazo con voz tranquila el chico.

En eso los hilos soltaron a los héroes, que cuando tomaron sus armas para atacarlo... ya no estaba el muchacho.

Ladybug en eso le dio por mirar la hora y se dio cuenta de una cosa extraña.

— ¿¡Pero que!? ¡Pero sí creo que había pasado menos tiempo! — diría Ladybug al ver la hora.

Antes eran las 22:00, que lo habían visto cuando llegaron a esa calle y ahora eran las 22: 25, cuando ellos habían sentido que había sido 5 minutos lo que había pasado.

—Creo que ese tipo tiene un poder temporal, no sé cuál pero hay que andarse con cuidado— dijo la heroína de mayas rojas con lunares para seguidamente ver a Chat noir.

— ¿Crees que tienen razón? — pregunto Chat a Ladybug.

—No creo... todos necesitamos ayuda y si estamos aquí pues les ayudaremos— dijo Ladybug.

Los dos héroes franceses se fueron de allí mientras que en las sombras, Erebo seguía estando allí pero escondido en las sombras para después este tomar el móvil y llamar a alguien.

— ¿Hola? Bueno Constance... ya se el nombre de los héroes que tu sospechabas que vendrían aquí, se hacen llamar Ladybug y Chat noir y tus sospechas de que serían de ese grupo de la excursión que tu guías son ciertas, por suerte o por desgracia tenemos la inmunidad a la magia cuántica esa rara y ha sido muy fácil saber quiénes son— dijo el pelinegro ciego para en eso escuchar a alguien hablar en el móvil.

—Vale, vente a mi casa y me cuentas todo y quienes son, llamo después de esto a Ana también y vemos que hacemos con esos tipos—

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