Capítulo III: Hablando.
-Maldita sea...
Murmuré antes de levantarme de mi cama para ver el despertador con pesar.
Habían pasado 3 días desde el ataque masivo de akumas, y ese jodido despertador aún podía levantarme con la misma facilidad, casi como si nada hubiera pasado.
Con un gruñido me levanté de mi suave y esponjosa cama antes de ir con cuidado al baño y comenzar mi rutina.
Pasé varios minutos bañandome con agua caliente. Es una alegría para el cuerpo el estar adormilado y sentir como el agua caliente te quita todo el cansancio.
Al final salí del baño totalmente relajado (y vestido.)
Bajé las escaleras y vi con una sonrisa el desayuno que estaba en la mesa. La ventaja de tener dos padres oficinistas es que ellos se levantan más temprano que tú y hacen el desayuno.
Con tranquilidad fui ahí, desayuné y hablé con ellos por un rato. Era la única ocasión en el día en que podía verlos y platicar con cada uno.
Con un beso de despedida para mi mamá, y un abrazo de mi padre, dejé la casa y fui a la escuela.
Me gusta ir caminando por dos razones; Ahorró el dinero que me dan mis padres para el día, y también me da más tiempo para pensar.
La Keyblade y ese hombre, aún seguían apareciendo en mis sueños, enseñándome como pelear, bloquear, saltar, curarme...
Esto da miedo; ¿Por qué un hombre de mayor edad que yo me está enseñando todo eso?
Y lo peor de todo es que... Todo funciona. O al menos, los otros dos hechizos que había aprendido; Cura y Tempus.
Esos son los únicos que aprendí en las tres noches que había visto a ese hombre en mis sueños.
Sin embargo... Siento... Un vacío.
.
.
.
.
.
.
.
.
—Maestra, ¿Cómo puedo resolver este problema?
Escuché eso con una ceja alzada. Ese ejercicio de matemáticas lo habíamos visto hace unos días.
Sin embargo, lo único que hice fue rodar los ojos antes de mirar a otro lado con tranquilidad.
Ahora veía a mis demás compañeros con ojos tranquilos. Por alguna razón, hace algunos días había despertado la capacidad de leer cuánta vitalidad tenían las personas a mi alrededor.
Nadie me superaba aquí.
Y eso causó que me sintiera incómodo; ¿Por qué era tan poderoso y tan raro?
¿Acaso Hawk Mouth me había akumatizado sin darme cuenta?
Eso no tiene sentido, pensé antes de morder uno de mis labios con rabia.
Todo lo que me pasaba me está sacando de quicio. Necesito respuestas. Y las quiero ya.
El ocultar todo esto me da mucho cansancio. Me siento derrotado moral y físicamente hablando.
Cada día que trataba de negar mis habilidades para regresar a mi vida normal, me sentía... Incompleto, como si la Keyblade fuera verdaderamente una parte de mi, y no un arma.
Lentamente puse una mano sobre mi frente mientras sentía como todo me comenzaba a abrumar.
Esto... Es horrible, ¿Por qué le ponía tanto empeño a ocultarlo? ¿Por qué no mostrarlo a sus padres?
¿Por qué no renunciar?
.
.
.
.
.
.
.
.
.
—¡Maldita sea!
Gruñó irritado mientras trataba de esquivar una mariposa de color morado que iba insistentemente tras de mi.
Por algún motivo recientemente un montón de esas mariposas iban tras de mí, y eso me enfurecia.
Mi ira comenzaba a hacerse cada vez más palpable.
No quería que esas cosas me tocarán, algo me decía que esas cosas eran malignas.
Mis ojos, concentrados en aquella mariposa, no notó como una segunda se acercaba tras de mí.
Y en ese momento...
Sentí dolor. Sentí un dolor desgarrador que ascendía sobre todo mi cuerpo.
Con un gruñido trate de contener los gritos que quería soltar al aire. Sentía como una presencia oscura trataba de apoderarse de mi cara...
Y ahí fue cuando lo sentí. Estaba... Adentro.
Di un grito de dolor horrible mientras sentía como cada una de mis extremidades se contorsionaban.
Sentía... Como esa cosa me destrozaba por dentro.
Destrozaba mi mente.
Destrozaba... Todo de mí.
Sentía... Como... Como mi corazón se iba desvaneciendo de entre mi cuerpo.
Todo se desvanecia a mi alrededor.
Y ahí fue cuando lo escuché;
—Bienvenido, King Of Hearts.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top