🌻Capítulo 1
"Entonces... Comienzas a respirar mejor, ¿verdad?."
Su curiosa Luna juntó sus piernas, pose indio como diría el terrano. Los diminutos 'ojos' de su satélite exploraba su aspecto. Aunque prematuramente, lo hizo meses atrás, pues se notaba que sus parásitos estaban... ¿Parando de producir?. Semejante a eso. Lo que sí, eso significaba buenas noticias ya que Tierra parecía tener mejor vegetación y su atmósfera (según el emisor) se estaba purificando de a poco. Y pensar que el 'año pasado' estaba en etapa hiel, tosca debido a que sus habitantes tenían discusiones contundentes. Situaciones que hervían los minerales de los otros planetas y estrellas (como Sol) por dichos momentos impulsivos. Apartando aquel punto nefasto pasó en segundo plano apenas Tierra parecía más pacífico. Quién sabe qué sucede con los humanos aka parásitos: ¿pero importa?. Para los otros no. Mientras Tierra esté bien...
"¡Sí, me siento mejor ahora!. Aunque... Sigo sin saber qué sucede con los humanos." Su brillante sonrisa pareció tambalearse por unos segundos. En la cúspide de Luna, este ápice fue captado con agilidad. Dejando un tarareo interesado salir del nombrado.
"Seguro se dieron cuenta que te estaban haciendo daño. Y ahora son más cuidadosos. No pienses mucho en ellos." Luna optó por una directa respuesta. En lo personal, también tenía curiosidad, pero como satélite debe guardar distancia. "¿Qué te parece si visitamos a Venus?."
"Claro y de paso, a Sol." Propuso alargando su sonrisa algo vago. Pero apenas nombró a la calurosa estrella: Luna arrugó su ceño con fastidio. "Vamos, tenemos que decir 'hola' de vez en cuando. Te recuerdo que Sol no es... Tan malo."
"¡El imbécil casi quema mi espalda!."
Tierra rió un poco. La relación entre Sol y Luna no era la mejor. La actitud jactanciosa del más grande provocaba gruñidos, gestos y murmuros fastidiados por el diminuto satélite. Ni contar el hecho de que se acercaba mucho a SU planeta, su amado Tierra.
"¡Juro que si se acerca a ti o a mí lo mandaré a la mierda!."
"Vamos, Luna", entre risas comenzó el azul-verdoso. "Es un amigo para mí. Incluso si llega a ser muy pesado."
"Vaya eufemismo", murmuró incoherencia seguidas en tiempo record. Finalmente, el de ropajes grises y azul marino cruzó sus cortos brazos en su pecho mientras apretaba su tensa mandíbula. "Lo que sea; aún lo voy a vigilar."
"Aprecio tu tolerancia, amigo." Más relajado, dejó sus hombros caer en aprobación. "¿Ya dejaste de maldecir?."
"Sí, sí, vamos ya."
El azul-verde se encaminó lícito conforme la velocidad de Luna. Se podría decir que su amiguillo andaba lentamente, tal vez porque en minutos visitarán a Sol. Por el momento, Tierra saludaba sereno y feliz a los planetas que lo rodeaban. Es una pena que Marte lo recibió con una mirada en blanco, pero prefería eso antes que lo ignoré. Aún así, el de rojo miraba por el rabillo de su ojo la condición próspera y mejorada. No era un secreto, por supuesto; aunque ahora que lo presenciaba mejor, admiraba en silencio. Todo esto fueron unos segundos puesto que el terrano ya se había alejado...
Y Fobos y Deimos molestaron la paz de Marte.
"Urg, Tierra es tan desagrad--", antes que el rojizo hable, uno de sus satélites robó su oportunidad de habla.
"Pero... ¿Acaso no tienes dijiste otro término bonito haci--?"
La pregunta inocente e interrumpida de Fobos sacó una de las peores reacciones en su dueño. "Si no te callas ahora, pronto será el terminar de tu pequeña cabeza si sigues asumiendo eso." Los ojos de Marte pronto se tornaron de un rojo sangre. Provocando escalofríos en Fobos y de paso, a Deimos.
Volviendo al terrano, el mismo había llegado fácilmente hacia Venus. La nombrada apenas oyó sus pasos y místicamente se volteó. Dibujando una hermosa sonrisa con sus facciones finas y cálidas.
Sus prendas se movieron al son del dulce actuar. Todo gesto era simplemente perfecto ante todas las estrellas. "¡Tierra, hola!. Se siente bien tenerte de visita." Sus manos cósmicas tomaron las suyas. Cuya fogosidad fue agradable al tacto. "Veo que tienes más color y viveza. Significa que te estás recuperando."
Luna se recostó en el hombro de su amigo, pues Venus, al carecer de satélite natural: no había con quién charlar. Aunque gustaba oír atentamente a la conversación del terrano y la antigua (y posible) terrana alguna vez.
"Sentí necesidad de decir hola. Y creo que no es un secreto que puedo respirar mejor... Ya no suelo toser humo. Esa es la mejor parte." El satélite tuvo escalofríos al oír lo último. Los peores espisodios, era cuando el mayor tosía humo y otras veces una sustancia negra denominada petróleo. En lo más profundo de su mente, retomaron crudas escenas.
"Eh... Tal vez, esos... Humanos comenzaron a concientizar." Con una leve duda latente, soltó sus manos. Agradeciendo en secreto por no decir 'parásitos' para no lastimarlo. "De todas formas, el color verde te queda hermoso. ¿Qué opinas, Luna?."
"¿Uh?, pues creo que... Tierra realmente esta genial con esos colores, hace tiempo que no los vemos." Con una pequeña sonrisa, llevó sus manos en sus mejillas plateadas. "A todo esto, qué raro que no se oye la insoportable voz de Sol. En serio, suficiente sería que rompiera nuestra paz."
Ante este comentario, Venus rió con gracia. En su razón, concordaba cuan gueopardo que muy pronto aquel excéntrico daría una ostentosa aparición. Cuestión de segundos ya que Luna provocó su invocación. El satélite seguiría depotricando con descaro sobre la estrella; cuando unos calidos rayos los abrumó sin descanso. Acto que Venus, Tierra y Luna curbriena sus ojos y se alejaran en el proceso del causante.
En efecto, los 3 alzaron la cabeza para observar a la coqueta estrella en todo su esplandor. Era increíble lo alto y casi grueso (para ellos. Ya que las otras estrellas celestes, las más calientes, eran más gandes que su Sol). Prueba suficiente para que Luna resoplara con graduación elevada. No podía suceder lo indeseable.
"Qué bueno verte de cerca, Tierra." Las resaltantes pecas de Sol sólo volvía más atractivo para las estrellas cercanas. A pasos lentos, ordenó a sus dedos a tomar el lado izquierdo de sus gafas de sol para bajarlo sutil. Revelando una mirada poderosa. "Veo que mantuviste a tus pulgas en sus límites." Pronto, una sonrisa burlona serpenteó en él.
"No son pulgas..." Murmuró en lo débil el terrano, cosa que sólo Luna oyó. "¿Gracias?, y tú te ves... Más brillante cada vez." Tierra entrecerró sus ojos ante tanta luz. Junto con Venus, los cuales hacían de todo para tener distancia prudente para no quemarse.
"¡Ja, gracias!. Recién estaba compitiendo con Júpiter y--"
"Sí, sí, a nadie le importa lo que haces, engreído." Luna resonó con un tono soso. Sin embargo, esta difamación no bajó a Sol. Al contrario, agradó su sonrisa y luz.
"¿Acaso quieres demostraciones, enano?. Aunque claro, no eres rival para nadie."
Venus no pudo soltar una mini risa: señal para que el satélite tenga un color plateado oscuro en sus mejillas.
Antes de que haya una batalla verbal entre estos dos; Tierra agilizó su lengua. "Los dos, calmense." Su voz fue firme. Como alguna vez lo fue años atrás. "Cambiando de tema, ¿no sienten que algo se acerca?." Planteó rápidamente. Desde que cambió un poco de posición ante el sol, al 'amanecer' en tiempos humanos, tuvo un nacimiento caprichoso de un cosquilleo. Un presentimiento. Y tal vez se relaciones con el caso de sus seres viviente.
En silencio dócil, Luna asintió. Seguido, Sol bajó su sonrisa, mostrando una seriedad en el acto.
"Ahora que lo mencionas, hace rato tuve un presentimiento. Pero seguro no debe ser algo serio," Sol ladeó una leve sonrisa. "Vamos, sonrían. De paso, podemos ir a saludar a Júpiter. Ese idiota me debe algo."
Venus resopló. "Mira quién lo dice."
Tierra y Luna rieron un poco.
----------⏩⏩⏩
Aquí una pequeña introducción. En próximos capítulos, vendrá lo esperado. En cuanto ahora, necesito que tengan un contexto.
Lamento las fallas ortográficas.
Aquí Venus y Mercurio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top