Final
Gezlligheid
La calidez de estar con los seres amados.
Cinco años después.
1:30 a.m
Jimin esperaba sentado en el mueble con sus piernas y brazos cruzados. Su mirada fija en la puerta de entrada. Mecía el pie e ignoraba los ronquidos de la persona a su lado.
Las luces se encontraban apagadas, escuchó cómo la puerta era abierta lentamente. La persona cerró la puerta y caminó evitando hacer ruido hasta prender la luz de la sala.
—¡Min Daehu!—el nombrado se asustó llevando una de sus manos al pecho, Yoongi quien estaba sentado alado de Jimin saltó en su lugar y despertó—. ¿Estás son horas de llegar a casa?
—Papá—alargó—, se me hizo un poco tarde—se excusó—. Tuve que acompañar a Bunso a su casa.
Jimin relajó su entrecejo pero decidió mantenerse firme—. Min Yoongi—codeó sus costillas, el peli negro pestañeó un par de veces —. ¿No vas a decirle nada a tu hijo?
—Buenas noches, Daehu.
—Buenas madrugas, papá—le sonrió.
—Min, hablo enserio—le reprochó.
—Cariño, Daehu ya no está pequeño y se sabe cuidar. Míralo, está sobrio—señaló con las dos manos —, no parece que haya ido de fiesta—le defendió.
—Ustede...
—¿Papi?
—Suji, mi amor—se levantó para tenerla entre sus brazos—. Regresemos a dormir.
—¿Y papá?—preguntó somnolienta.
—Papá y Daehu van a conversar los últimos detalles para tu fiesta de cumpleaños—Suji asintió y recostó la cabeza en el pecho de Jimin.
El rubio les dio una última mirada la cual decía: "a dormir, ahora". Antes de entrar a la habitación con su pequeña en brazos.
2:30 p.m
—Yoonie, ¡El pastel, tenía que llegar hace media hora!—caminaba de derecha a izquierda marcando por teléfono.
—Amor—detuvo su andar e hizo que le mirara—. Calma, de segur...
El timbre sonó y Jimin corrió hacia la puerta.
—Buenas tardes señor Min, mil disculpas. El tráfico hoy está horrible—el repartidor le explicaba el motivo de su retraso.
El rubio comprendió y tras tener lo último que faltaba para el cumpleaños de su hija se dejó caer en el sofá para descansar del día agotador.
Yoongi le abrazó y comenzó a repartir besos en la cara de Jimin haciéndole soltar risitas.
—Todo va a salir como lo planeamos—besó su mejilla—. No te preocupes—besó su frente—. Nuestra hija va a amar su fiesta de cumpleaños—besó sus labios.
—Papá, los tíos llamaron para decir que ya vienen en camino—Daehu apareció con Suji en brazos.
—¡Que hermosa que está nuestra Suji!—alagó su padre.
—Gracias papá, papi siempre dice que hasta con un saco de papas me vería hermosa—respondió—. Como Marillin Mourei—peinó su cabello.
—Marilyn Monroe—corrigió Daehu.
—Pero me entendiste—le sacó la lengua.
Jimin y Yoongi se carcajearon.
—Suji es una mini versión de ti—le susurró Yoongi a su esposo.
—Y, Daehu y tú son como dos gotas de agua.
El timbre sonó nuevamente.
—¡Son mis tíos!—gritó eufórica la niña.
Taehyung, Jungkook y su hija Mina de cinco años entraron primero. Les siguió, Namjoon, Jin y su hija Hana de siete años y finalmente, Hoseok, Momo y su hija Tetsu de nueve años.
Abrazaron a la cumpleañera y llenaron de regalos.
Compartieron un almuerzo agradable, recordando y riendo.
"La familia no siempre tiene tu sangre"
Yoongi recordó las palabras de su abuela, y lo comprobó una vez más mientras mirabas las personas sentadas alrededor de la mesa.
Tenía un esposo, hijos, amigos que consideraba hermanos y sobrinas.
La felicidad invadió su hogar y se sintió afortunado de ello, no todas las parejas homosexuales podían vivir lo que el estaba viviendo.
Jimin entrelazó sus manos por debajo de la mesa y apoyó la cabeza en su hombro.
—Min, deja el sentimentalismo para después—reprochó Hoseok al verle a punto de derramar una lágrima.
—Déjalo—intervino Jin.
—Min Yoongi ¿Llorando?—Jungkook fingió asombrarse.
El resto de los presentes escuchaban la conversación.
—Dejen de molestar a papá—Suji subió al regazo de Yoongi—. Si te duele algo, papi puede revisarte—le examinó con la mirada para detectar dónde era el dolor—¿Verdad?—preguntó a Jimin y todos soltaron un "Awww".
—Estoy bien, no me duele nada, tus tíos solo están jugando—la menor comprendió.
Dejando un beso en la mejilla de su padre bajó de su regazó e invitó a sus primas a jugar.
El departamento se inundó de risas de infantes y carcajadas de mayores.
4:07 p.m
—¡Es hora de cantarle el cumpleaños feliz a Suji!—vociferó Taehyung y las niñas saltaron de emoción.
Colocaron una silla en medio para que Suji se pare y alcance la mesa, enfrente de ella su pastel con temática de Kumamon y una vela con el número cinco.
Apagaron las luces y encendieron la vela, todos alegremente le cantaron a la cumpleañera.
6:18 p.m
—Nos vemos mañana en la piscina—le recordó Namjoon a la familia Min.
—Suji, lleva a tu Barbie—le dijo Hana—. Yo voy a llevar a Ken.
—Está bienn—respondió en los brazos de Jimin.
—Yo voy a llevar una Monster High, ¿Tetsu, que muñeca vas a llevar?— le preguntó Mina.
—Ya no juego con muñecas—hizo una mueca—, pero veré que llevar—sonrió.
—Las niñas ya se organizaron—río Momo—. Nos vemos mañana—se despidió al igual que Namjoon y los demás.
Jimin y Yoongi decidieron arreglar la casa, había quedado algo desordenada por los juegos de las niñas.
7:13 p.m
Yoongi terminaba de tomar una ducha y Jimin de botar la basura.
—La basura está en su lugar—informó Jimin entrando a su habitación—. ¿Escuchas?—Yoongi formó una cara de desconcierto—. Exacto, la casa está en silencio y Suji siempre está molestando a Daehu.
Ambos se miraron y salieron a la sala en busca de sus hijos.
Los encontraron durmiendo, Suji aferrándose al cuerpo de Daehu.
—Deben estar agotados—Yoongi sujetó a Jimin de la cintura.
—Gracias, Yoongi—soltó en un hijo de voz. Jimin comenzó a llorar.
—Amor, ¿Por qué lloras?—le abrazó.
—Gracias por ir a esa tonta novatada, gracias por—sorbió su nariz—, encontrar mi celular, gracias por llamar a Taehyung y devolvérmelo, gracias por besarme ese día en la cafetería—. Yoongi sonrió ante tal recuerdo—. Gracias por cuidarme, gracias por amarme—se incorporó mirándole—. Gracias por— una lágrima cayó por su mejilla y Yoongi la limpió—, gracias por darme esta hermosa familia.
Yoongi dejó un casto beso en los rechonchos labios del rubio.
—Hay cosas o momentos en esta vida que tienen que pasar, cariño—sonrió enseñando sus encías—. Conocernos para mi es algo que tenía que pasar—besó la mano derecha de Jimin y este soltó una risita—. Si no hubiese sido en esa fiesta, hubiese sido en la facultad, en la cafetería, en la calle, en donde sea—besó la mano izquierda—. En esta vida y en las que tenga, serás mío y seré tuyo—Jimin asentó con la cabeza.
—Mío.
—Solo tuyo.
Fin
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♦️Nos leemos en otra oportunidad.
—JoyG
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