04. Sarang
Sarang
El deseo de querer estar con alguien hasta la muerte.
Dos semanas habían pasado y los papeleos de adopción estaban a cargo del abogado de confianza de la pareja. Su amigo, Kim Namjoon.
El sábado en la noche Jimin y Yoongi salieron de fiesta con Jungkook y Taehyung.
Sus amigos se enteraron que Harry Styles daría un concierto en Los Ángeles así que pidieron permiso en el trabajo e hicieron un viaje exprés hasta allá.
Básicamente llegaron en la tarde, en la noche fueron al concierto y al terminar tomaron un vuelo de regreso a Seúl.
Y fue así, como en vez de descansar llamaron a Jimin y Yoongi para salir, ellos aceptaron y pasaron una noche divertida, bailaron y bebieron hasta el cansancio.
El departamento de Jimin y Yoongi quedaba más cerca de la fiesta por lo que quedaron en que sus amigos dormirían en su morada.
Y ahí estaban, un domingo a las once de la mañana.
Yoongi y Jungkook sentados desayunando o más bien almorzando mientras este último le enseñaba las fotos que se había tomado con Taehyung en el concierto.
—¿Será que los despertamos?—preguntó el menor bloqueando su celular, ya que había terminado de mostrar las fotos.
Yoongi bebía su jugo de limón.
—Dejemos que descansen, ellos ayer fueron los que más disfrutaron—río viendo la hora en su celular.
Jimin y Taehyung se encontraban durmiendo en la habitación que originalmente es de los dueños del departamento. Abrazados sin despegarse el uno del otro.
Cuando llegaron, en la madrugada, los dos corrieron a tumbarse en la cama matrimonial.
Por lo tanto, a sus novios les tocó dormir en la habitación de invitados, entre quejas y patadas.
—Siempre que se emborrachan pasa lo mismo—Jungkook soltó un bostezo. Yoongi asentó con la cabeza dándole la razón.
—Creo que ya estoy acostumbrado a que se den picos borrachos.
—Son muy empalagosos entre ellos cuando beben de más.
Ambos recordaron cuando fueron por más shots de tequila y al regresar los miraron dándose picos en la boca y diciéndose los guapos que eran.
—Me encanta esa mirada que pones—Yoongi aludió e imitó las palabras que Jimin le había dicho a Taehyung, Jungkook soltó una carcajada y le siguió el juego.
—Tus labios son muy bonitos, ¿Me dejas besarte?—dijo con voz aguda y pestañeando un par de veces.
—Si, bésame—respondió Yoongi haciéndole un piquito.
—¿Qué mierda hacen?—La voz de Jimin les hizo asustar.
—Nada—dijo con simpleza Jungkook levándose de la mesa con su plato vacío y caminó hasta el lavaplatos.
—Soy celoso Jungkook, no aceptes los besos de mi Yoongi, te lo advierto—lo último lo dijo en forma de broma, sabía que era el mejor amigo de su novio pero no llegaban a besarse como él lo hacía con Taehyung.
Dejó un casto besó en los labios de Yoongi y tomó asiento. El pálido fue a calentar la comida en el microondas y le sirvió bibimbap.
Al poco rato Taehyung despertó y comió junto a Jimin entretanto Jungkook secaba los platos que habían utilizado y Yoongi miraba televisión.
—¿Cómo es posible que me vaya a perder la boda de mi mejor amigo?—Taehyung formó un puchero.
Y es que ayer, antes de ir de fiesta, a al rubio y peli negro les informaron que había sido aprobado los días libres que solicitaron.
No podrían casarse en el país donde nacieron pero si en otro.
Viajarían hasta Las Vegas.
—Por cierto, perdiste la apuesta—le susurró Jungkook a Yoongi. Él le miró sin comprender—. Antes de entrar a la universidad dijiste que no te casarías por nada del mundo, que jamás estarías amarrado a alguien. Así que me hiciste apostar. El que se casara primero tendría que tatuarse lo que el otro quiera—le recordó.
—Está bien, cuando regrese del viaje me tatuaré, pero—le miró—, si es algo que no me gusta, no me lo hago—regresó la miraba a la televisión, estaba concentrado viendo un nuevo drama.
Su mejor amigo asentó con la cabeza pensando qué podría hacer que se tatúe Yoongi.
Una mandarina tal vez.
Jimin recibió una llamada de Jin, el novio de Namjoon.
Feliz le contó de su viaje y fue felicitado, además, Jin le dijo que pasara por el bufete para entregarle algo que tendría que llevar al viaje.
Hicieron sus maletas, una cada uno. No llevarían tanto.
—El vuelo que compré sale a las cinco de la tarde—Jimin les informó a sus amigos. Yoongi terminaba de cerrar su maleta.
Jungkook ofreció llevarlos y aceptaron gustosos.
Llegaron a su primera parada, la pareja de amigos entraron al edifico, la recepcionista les reconoció y dejó que pasaran a la oficina del abogado.
Se quedaron pasmados al observar como Namjoon estaba sentado en frente de su escritorio mientras Jin estaba arrodillado.
—Pequeños—alzó la cabeza y Namjoon aclaró la garganta—. No es lo que parece—aclaró y se levantó, ellos pasaron y cerraron la puerta—. Se me cayó una moneda y la estaba buscando.
—Entendemos—dijo Taehyung prefiriendo olvidar lo que vió, Namjoon caminó hasta donde estaban para saludarles.
—¿Cómo han estado?, felicidades por la boda—Yoongi le agradeció a Namjoon con un abrazo.
Empezaron a conversar entre todos y Jin aprovechó para ir por el regalo que le tenía a Jimin. Al regresar le hizo señas disimuladamente para que se acercase a él.
El rubio caminó hasta la otra esquina donde había un sofá color café.
—Jiminshi—le regaló una sonrisa.
—Hyung.
—Ten—le extendió un botecito—. Es sabor mandarina—le susurró guiñándole el ojo haciendo que Jimin se sonroje.
Jin le hizo guardar el regalo en el bolso de mano que cargaba.
Se unieron a la conversación con los demás, una charla amena que tuvo que terminar ya que el tiempo corría.
El camino al aeropuerto fue tranquilo, el chequeo de las maletas las habían hecho online por lo que solo tuvieron que irlas a entregar.
—Quiero fotos—Taehyung besó la mejilla de Jimin entretanto Yoongi se despedía de Jungkook—. Por cierto—miró a sus novios conversando, alcanzó a escuchar cosas de cardiología y rodó los ojos.
—Parece que no tuvieran vida social, lo sé—aseguró y ambos rieron—. ¿Qué me ibas a decir?—le recordó.
—Ah, si—sonrió picarón—. Cuando estabas comprando los pasajes, guardé en tu maleta un—imitó sonidos parecidos a los de las abejas "Bzzzzz" "Bzzzz" y le guiñó—. Espero lo utilices en las calles de Nevada—dijo entusiasmado.
Jimin no comprendió a que se refería Taehyung pero como dijo "espero lo utilices en las calles de Nevada" dedujo que era una prenda para vestir.
Se despidieron y entraron a la sala de espera.
Llamaron por los parlantes a los pasajeros de su vuelo, se embarcaron y por milagros de la vida despegó de inmediato ya que en algunas ocasiones existían retrasos de minutos e incluso horas y en los peores casos se reprogramaba el vuelo.
Hicieron escala en Barcelona, el viaje hasta allá tuvo un poco de turbulencia y se la pasaron durmiendo. Al llegar a España se limitaron a esperar en el aeropuerto dos horas para tomar otro avión que les llevaría su lugar de destino.
Estaban ansiosos y con sentimientos encontrados.
Se casarían, al fin.
Comieron algo ligero, navegaron por internet en incluso jugaron online entre ambos para distraerse.
Volvieron a llamarles por los parlantes y embarcaron nuevamente, esta vez vieron unas cuantas películas, comieron, conversaron del hotel en donde se quedarían y durmieron.
El viaje sin duda estaba siendo cansado, a una hora de llegar, Yoongi quien iba en la parte de la ventana dirigió su mirada para observar las nubes, el cielo pintaba de azul.
Se sentía como un gigante al ver las casas, edificios y personas como si fuesen una maqueta de eso que hacen los estudiantes de arquitectura, rió por lo bajo al acordarse de su amigo Jin, el arquitecto más guapo de todos, como él mismo decía.
Jimin dormía apoyando la cabeza en su hombro.
—Estoy tan feliz de que seas tú.
Se acomodó evitando despertarle y cerró sus ojos recordando cuando le decía a Jungkook que nunca se casaría.
La boca castiga pero la vida le puse en su camino a la mejor persona que pudo haber conocido y con la que pasaría el resto de sus días, Park Jimin.
9:45 a.m
—Señores pasajeros, es de mi agrado informarles que hemos aterrizado en Nevada, Las Vegas.
♦️
En los siguientes capítulos Jimin utilizará los regalos que le dieron Taehyung y Jin 🤫
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