Yo también te quiero
Cris aceptó mi invitación un poco dubitativa, pero aún así vino conmigo.
Voy conduciendo el auto mientras que ella observa el paisaje y su corazón se acelera cada vez más cuando se da cuenta de que nos estamos alejado mucho de su casa.
¿A qué le tendrá tanto miedo?
- ¿Falta mucho? - rompe el silencio sin poder aguantar más la curiosidad.
- Pues, ya llegamos.
Detengo el coche a la entrada de un tupido bosque, al ser el comienzo de el invierno los árboles están cubiertos por una extensa capa de nieve haciendo que el panorama sea mucho más hermoso.
- No entiendo - dice mirando a su alrededor - Aquí no hay nada.
- Sabes correr rápido - pregunto, pero ella hace una mueca sin entender a que se debe mi pregunta.
- No ¿por qué? - responde.
- Entonces agárrate - la cargo entre mis brazos y echo a correr, pero no tan rápido para no levantar sospechas de mi velocidad sobrenatural, adrentandonos hacia el interior del bosque.
- ¡Ahhh! - grita con espanto mientras pataleaba suplicando que me detuviera y la bajase - ¡Que alguien me ayude un loco quiere secuestrarme!
- Podrías dejar de chillar en mi oído.
- ¡Seltameee!
Me detengo y la dejo en el suelo de pie junto en frente de mi. Ella cubría sus ojos con las manos aún aterrorizada. Tomó sus muñecas para apartar que dejará de cubrirse los ojos mientras le sonrió con dulzura y así poder tranquilizarla un poco.
- Ey, ¿estas bien? - le digo frotandole una mejilla con las llamas de los dedos.
- ¿Dónde estamos? - pregunta tímidamente.
- Date la vuelta.
Cris hace lo que le pido y auto seguido queda completamente perpleja al observar todo su entorno no podía creer lo que estaba viendo con sus propios ojos.
La lleve a orillas de un lago alumbrado por un hermoso atardecer que se estaba cayendo encima de nosotros y en el medio había una pequeña isla decorada con un roble majestuosamente enorme coronado por copos de nieve que se ciernen sobre el. Sus hojas eran un tono rosado claro combinado perfectamente con el contraste del los otros árbolesde color verde.
- Taylor esto es hermoso, simplemente perfecto ¿Cómo sabes que exista este lugar? - dice girandose hacia mi.
No pretendo decirle que solía recorrer estos lugares para atrapar presas comestibles cuando estaba el el orfanato, así que trate de pensar una respuesta creativa con el fin de obviar su pregunta.
- Un mago nunca revela sus secretos - dije en tono seductor mientras dejaba aparecer una sonrisa ladina en mi rostro.
- ¿Ni siquiera a mi? - me corresponde de la misma manera acercándose más.
- Ni siquiera a ti - Y yo concluyó el acercamiento.
Nuestros cuerpos están en perfecta sincronía mientras ella me rodea el cuello con sus brazos y yo por otra parte coloca mi mano en su rostro para acercarla un poco más hasta que nuestro labios se tocan entre si.
Ella no se queja y corresponde el beso apretando mi cuello para poder intensificarlo, después de unos segundos nos separamos en busca de oxígeno y repetimos nuevamente pero con más pasión.
Le rodeó la cintura con mi otro brazo disponible. Cris traía puesto un vestido perfecto para estas situaciones haciendo mucho más fácil quitarlo, pero cuando trato de bajar hasta su muslo ella me detiene.
- Espera, no se si esto es lo correcto.
- ¿Por qué no? - Digo mientras froto mi nariz con la suya aún teniendo los ojos cerrados.
- No estoy lista todavía - pone un poco más de distancia entre ambos - Y también me gustaría que fuéramos más despacio, ya sabes, conocernos mejor.
- Tranquila, no hay apuro. De todas formas todavía tengo una eternidad por delante - lo dije en forma de bonche, pero en realidad era cierto. Puedo llegar a vivir milenios, sino me mata un sobrenatural, claro está.
- Tanto así no - sonríe y puedo notar como se sonroja, es tan tierna - Me gustaría quedarme un poco más pero es muy tarde.
-Si, si claro - respondo después de unos breves segundos porque me quedé embobado mirándola - Será mejor que nos vayamos.
Hacemos el mismo procedimiento anterior, pero esta vez no grita como histérica. Conduzco hasta el mismo lugar donde la había dejado ayer.
- Cris, es de noche. ¿Por qué no dejas que lleve hasta la puerta de la casa?
- Lo siento, Taylor. Pero no puedes venir conmigo.
- ¿Y si te pasa algo a estas horas de la noche? Estaría mucho más tranquilo si te dejará frente por frente a tu casa.
Se lo piensa un momento.
- Esta bien, pero te detienes una cuadra antes y si quieres puedes esperar a que entre por la puerta. Mañana te prometo que vas a poder venir conmigo para que conozcas a mi mamá.
- Eso está mucho mejor - accedo - Así podré conocer a mi futura suegra - río a carcajadas y ya me da un codazo en el brazo.
Me estaciono a unos metros prudentes de donde vive. Ella se baja la única diferencia es de que está vez se despide de mi con un beso en los labios.
- Te veo mañana - dice mientras camina.
- Ahh Cris - la llamo.
- ¿Si? - voltea a verme.
- Gracias por pasar este día tan lindo conmigo.
- Yo también te quiero, Taylor - responde como si me hubiera leído la mente y sonrió ante tal pensamiento.
Espero a que desaparezca de mi campo visual y me pongo en marcha.
🐺
Gracias a dios, no había nadie esperándome está vez así que pretendo comer algo del frío. Abro una de sus puerta y en la misma hay sushi de carne enlatada. Agarro recipiente ya que no tenía muchas ganas d preparar algo sofisticado, sólo quería matar el hambre.
Luego cierro la puerta y con un abre latas retiro la tapa me siento en el sofá enciendo la tele en el canal de deportes preferiblemente mientras voy comiendo con mi santa calma.
En eso Jacob entra por la puerta principal, se detiene me observa y sin decir nada sigue su recorrido subiendo las escaleras que conectan a los cuartos.
Una vez que terminó mi sushi hago lo mismo.
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Con cariño Katy 😘❤
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