Papelazo
Jacob y yo nos pusimos al día. Al parecer el siempre me estuvo siguiendo de cerca.
Cuando llegue a esta casa el hizo lo mismo unas horas más tarde, luego se apuntó en la lista de nuevos reclutas y para su suerte fue aceptado.
También le conté todo le que me había pasado, en cuanto a: mi padre, mi hermano y esa señora extraña sin olvidar que ahora soy el heredero de un título el cual no voy aceptar.
Como ahora me tiene que seguir a todas partes y ni sabe donde puede quedarse a dormir.
Lo invité a mi cabaña, de todas formas tengo un cuarto desocupado.
Día siguiente
- ¡Taylor te acuerdas del reloj que tenía puesto ayer!
- Si, lo vi. ¿Qué pasa con el?
- ¿Dónde está?
Hay por dios dame paciencia con este ser, nunca se acuerda donde pone las cosas y después con su cara bien dura viene y me pregunta - pienso por dentro tratando de no decirle un disparate.
- Te estoy escuchando ¿lo sabías?
Mierda se me olvida que puede leer mi mente. Ruedo los ojos.
- Busca lo en la cocina encima del estante - respondo ignorando su comentario.
- ¿Cómo tú...?
- Ayer cuando ibas a agarrar algo de comer te lo quitaste y lo pusiste ahí para no estropear el reloj.
Sin hacer más preguntas se dirigió al lugar donde le había indicado y estaba exactamente ahí.
- ¡Eres un genio!
Respiro profundo haciendo una cara de "Dame paciencia"😒
- Ya estás listo para empezar el primer día de clases en una escuela de verdad. - le digo.
- No tengo ganas de ir, pero ya no me falta nada, así que vamos.
- Estas seguro de que no se te queda nada, no sé... como por ejemplo: hacerte un peinado en el espejo o incluso pintarte los labios - Me burló de el poniendo boca como si fuera a dar un beso.
- Vete al diablo - Me empuja riéndose a carcajadas.
Por lo general el es quien siempre se demora arreglandose para salir. Decidiendo que va a ponerse, cual perfume se echa, dos horas en el baño peinado su cabello y por si fuera poco hasta los zapatos los cambia varias veces para ver cuál le combina mejor con su atuendo.
Es realmente estresante tener que esperar a que termine. Por ese simple hecho las chicas que el invita a salir al final se terminan yendo solas porque nunca llega a tiempo.
- Bien vámonos - digo.
🐺
Tomamos el auto que me regaló mi padre que modestia aparte es la ¡PUTA OSTIA!
La verdad es que no puedo quejarme de estos lujos, son un poco execibos, pero aún así me gustan.
El insiste en que si voy a ser su hijo tengo que lucir como tal. Para que a vista de los demás, piensen que somos la familia perfecta del año.
- ¡Wooow! ¡Mira que pedazo de coche tío! Tu padre se pasó con este regalo.
- No es para tanto.
- ¿Qué no es para tanto? ¿Estas bromeando verdad?
- Sólo lo hizo para quedar bien el.
- Eso sí es verdad, pero aún así. Recuerda que tienes que prestarme el auto de vez en cuando para salir con unas cuantas mamasitas.
- Lo que tu digas, viejo, pero por ahora vamos para la escuela - Jacob respira con pesadumbre.
- Si no arruinas el momento no eres tu.
No fuimos riéndonos y hablando boberías por todo el camino.
Una vez que llegamos todos fijaron sus miradas indiscretas en nosotros, bueno... más bien hacia el auto.
No era muy común que alguien se apareciera en un instituto con ese tipo máquinas.
- Así que esto es lo que llaman escuela para humanos - le doy un codazo - Auch ¿Por qué hiciste eso?
- Cierra la boca y disimula joder. Nadie puede saber lo que somos realmente - digo en voz baja.
- Vale, vale.
No me estaba prestando atención en lo más mínimo, más bien esta mirando a un grupo de adolescentes que a su vez también lo miraban a el de forma muy seductora.
- ¡Eyy! ¡Presta atención, ya sonó el timbre tenemos que entrar!
- Adelantate, yo te seguiré después - dice caminando hasta donde se encontraban las chicas.
El no tiene remedio, se que vino a la escuela sólo porque mi padre lo ordenó. Pero por lo menos podría disimular un poco.
En fin.
Seguí el recorrido hacia las aulas, pero no tenía ni idea de por dónde quedaba la mía en particular.
- ¿Estas perdido? - pregunta alguien al ver mi rostro de confusión.
- De hecho si...
Gira para observar a la chica que me había preguntado.
- Hola - saluda con la mano.
- Hola - le devuelvo la amabilidad.
- Si quieres te puedo ayudar.
- No me vendría nada mal, soy nuevo y creo que me he perdido.
- Ya se que eres nuevo, nunca te había visto por aquí. Tu solo dime que aula te dieron.
- Estoy en el tercer año de la secundaria. Si mal no me equivoco creo que es 5A.
- Qué coincidencia estamos en el mismo turno.
- ¿Enserio? Pues entonces te sigo - le digo haciendo una reverencia para que camine delante, ella hace una pequeña risilla y procede a caminar hasta el habitación correspondiente.
🐺
Ya que era la única persona que había conocido hasta el momento decidimos sentarnos juntos en la misma mesa.
- Sean todos los estudiantes bienvenido a su último año en esta prisión.
Todos ríen por lo bajo.
- ¡Silencio! - se para enfrente y dice - Yo seré su instructor de matemáticas y hay de aquel que pretenda hacerse el listillo conmigo ¿Quedó claro?
- Si, señor - respondieron al unísono.
Por el amor dios Jacob va a hacer un papelazo en: 3, 2, 1...
- Buenas profesor, llegó un tanto tarde, pero ya estoy aquí - dice y automáticamente trata de sentarse antes de que el mismo pueda responder.
- Un momento, estudiante. ¿A caso estas son horas de aparecer?
- Lo siento, señor. Pero tenía cosas más importantes que hacer.
- ¿Más importantes que estudiar?
- Exacto - responde burlándose y los demás le siguieron el coro.
- ¡Ya basta! ¡Señor Morales retirese de mi clase inmediatamente, eso es si no quiere que le avise al director de su indisciplina!
Si te ha gustado la historia hasta ahora por favor ayúdame con tus votos y comentarios. No olvides que tú opinión cuenta.
Con cariño Katy 😘❤
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