Voltea a verme con los dientes afuera y los ojos eran negros como el abismo. Es muy, muy grande.

Ese no es Jacob, pero si no es el, entonces ¿quién es?

No me iba a quedar ahí para averiguarlo. Trato de transformarme y así poder correr más rápido, pero sin éxito. Estaba paralizado.

Teniendo en cuenta de que en mi forma humana no tengo muchas posibilidades, aunque corriera me alcanzaría en unas milésimas de segundo y si lo enfrentó tampoco voy a poder derrotarlo así como estoy.

Sólo se me ocurre una cosa.

- Jacob - lo llamo.

Cómo si estuviera invocando al diablo, una sombra salta por encima de mi aterrizando sobre el extraño que estaba al frente de mi.

Se desencadenó una pelea muy violenta entre ambos.

Trate de hacer algo pero Jacob me lanzo una mirada intimidante, dejando bien claro que permaneciera donde estaba, sin mover un músculo.

Luego de mucha sangre y varias heridas el contrincante empuja a su oponente contra un árbol con mucha fuerza bruta, de tal modo que cuando intento levantarse las patas le fallaron y no podía hacer nada más que esperar su destino.

Jacob era aquel que habían derrotado, por otra parte el lobo que lo derribó se acercaba lentamente hacia él con ojos asesinos.

Tenía mucho miedo, mi respiración se entre cortaba cuando veía a Jacob tan indefenso en el suelo.

Así que actúe.

Me fui acercando con discreción y una vez que estaba detrás de su espalda lo hice.

Le enterre un tronco de madera que encontré en el suelo directo en su corazón.

Lo maté.

El openete cayó al suelo desangrado y yo junto con el estallado en llanto.

- ¿Por qué lo hice? Yo-yo lo-lo asesine.

Miraba mis manos con culpa por lo que había hecho, estaba temblando. Mientras mi respiración era cada vez más acelerada.

- Hiciste lo que tenías que hacer - dice Jacob arrecostandose al árbol con que lo habían derribado - Ven a aquí.

Voy hacia el gateando por el suelo sin apartar la vista del cadáver que yo mismo le arranqué la vida.

- Mirame... en este caso era él o yo - traga saliva con fuerza - hubiera preferido que fuera al revés... que yo estuviera en ese lugar.

- No-no.

- Entonces no te arrepientas porque el no lo hubiera hecho por mi ¿De acuerdo?

- Ok-ok.

- Bien, ahora dame tu mano.

Hago lo que dice y a continuación la muerde.

- Arg - gruñó de dolor - ¿Qué haces.

No hubo respuesta.

- Detente eso duele.

Esta absorbiendo mi sangre, sólo se detiene cuando tiene suficiente.

- Ya estoy mejor - me suelta.

- Eso dolió - dije apretando la herida con la otra mano.

- No seas dramático, no fue para tanto. A parte ya no tienes nada ahí - señala la supuesta mordida, pero no había nada.

Lo vuelvo a mirar y ya se encuentra de pie frente a mi.

- ¿Cómo lo has hecho? Y ¿Por qué?

- El por qué es bastante obvio: para recuperarme y sanar las heridas.

Es cierto está sanando mucho más rápido de lo normal.

- Y el como lo hice para que mi mordida desapareciera, fue debido a la saliva.

- No entiendo.

- La saliva de los hombres lobo es curativa pero en nuestro caso hace el doble de su función, haciendo que sea mucho más eficaz y dure menos el tiempo de recuperación.

- ¿Por qué?

- Cuando hicimos el pacto de sangre también se fusionaron nuestras sangres, ahora somos hermanos pero de diferentes padres. Por eso ahora estoy de pie gracias a tu sangre porque es la misma que la mía.

Ya estoy entendiendo. Después de todo no fue tan mala mi decisión cuando me uni a él.

- Y ¿Qué haremos ahora con..?

- Comer por supuesto.

- Espera... ¿Qué?

- Si no quieres puedes quedarte entonces con la cabra.

- ¿Tú vas a...?

- Si claro, no lo voy a dejar tirado ahí sería un desperdicio.

- Estas bromeando ¿verdad?

- Yo también tengo que comer y no encontré nada gracias a tu distracción.

- ¿Distracción? ¡Me iba a matar!

- Con más razón me lo voy a comer.

- Estas demente ¿lo sabías?

- Dice aquel que lo mato.

- Vete al diablo.

Los dos nos reímos aunque no puedo evitar sentir un poco de culpa por eso.

                                🐺

Volvíamos del bosque exhaustos, pero con la barriga llena.

- No puedo creer todavía que te hayas comido a una persona.

- El dejo de ser una persona hace mucho tiempo.

- ¿Por qué lo dices?

- ¿Viste sus marcas?

- Si pero que tiene que ver con eso.

- Simple, fue expulsado de la manada. Se convirtió en una bestia sin ningún propósito, así que perdió el rumbo, dejó que su lobo lo dominará por completo. Ya no podría convertirse en una persona aunque quisiese.

- Jacob... ¿tú tienes una manada?

- No, también me expulsaron.

- ¿Por qué?

No hubo respuesta.

- Pero tú no perdiste el rumbo como el.

- Eso es porque tengo un propósito.

- ¿Así? ¿Cuál es?

- Te lo contaré... un día de estos - dijo entrando por su puerta y cerrado la trás de el.

No entendí mucho, el es un tipo muy reservado y las pocas veces que se a abierto conmigo me ha sorprendido demás.

¿Qué es lo que ocultará detrás de esa máscara?

Algo si esta claro para mi. A sufrido igual o peor que yo, supongo que fue por eso que me ayudó por primera vez.

Cuando vio mis ojos de sufrimiento. Creo que le recordé a él, siendo maltratado por su propio padre.

La verdad me alegro mucho saber que ahora cuento con alguien en este mundo que estaría dispuesto a dar su vida por mi como lo hizo hoy y que no estoy solo.

Por eso no me arrepiento de haberlo defendido de ese lobo, aunque tuviera que matarlo.

Si te ha gustado la historia hasta ahora por favor ayúdame con tus votos y comentarios. No olvides que tú opinión cuenta.

Con cariño Katy 😘❤