Epílogo
12 años más tarde
¡Hoy es el día!
Ese maravilloso día que hemos estado esperando, después de haber pasado tanto. Sólo deseo que, verdaderamente, ya haya sido el final de los días malos y no volver a vivirlos nunca más. Desearía poder cerrar ese capítulo de mi vida para siempre, pero son tantas cosas malas que han pasado a lo largo de todos estos años que, ni siquiera sé si lograre sanar mi alma por completo. Pero de lo que si estoy seguro, es que lo voy a intentar, y esta vez no estaré solo.
Tengo a mi maravilloso compañero a mi lado. El me ayudara a olvidar todo eso, para así, poder cicatrizar cada una de nuestras heridas y maltratos que tuvimos que soportar en nuestro pasado…
Y la mejor forma de hacerlo es dejando todo eso atrás para poder empezar de cero. Desde este momento mi vida dará un giro de 180°. Comenzando con nuestro casamiento, si como lo oyen. Jacob y yo nos vamos a casar.
Al principio mi verdadero padre, Marcos, no estuvo muy de acuerdo que digamos, de hecho no tenía idea de cómo decírselo. Aunque supongo que el día que casi muero creo que llego a sospechar algo, pero sin embargo nunca menciono nada con respecto al tema.
Cuando le conté que teníamos una relación de pareja hacia ya un tiempo y que habíamos decidido casarnos reaccionó como una fiera, no se lo esperaba.
Con el tiempo lo fue aceptando e incluso llego a decirme “bueno… hijo. Si es lo que deseas para ser feliz tienes mi completo apoyo, conozco a Jacob y sé que… es un buen muchacho, y pues… te quiere, lo ha demostrado,… pero no pensaba que te quería de esa forma”
Por algún motivo, tanto su reacción como sus palabras me hicieron reírme hasta el cansancio, enserio aprecio que me comprenda. Dude por un momento de él, pensé que sería igual a su hermano Tomás, me sorprendió, y mucho.
Ya tengo casi sesenta años y sólo aparento veinte, pero aún así ha valido la espera.
Es increíble a la velocidad que pasa el tiempo cuando eres inmortal, ni siquiera lo notas. En cambio los humanos no tienen esa suerte.
Cris y Stella alcanzaron los veintitantos años, cada una se encuentra casada con unos esposos aplicados que se preocupan y las quieren como se merecen. Stella incluso llegó a tener un hijo al lado de su marido Octavio, por otra parte, tengo entendido que Cris lo ha intentado también, pero no hubo muy buenos resultados. Supongo que no es su momento para ser madre.
Al haber terminado la batalla entre las dos manadas rivales, estas se unificaron para convertirse en una sola. Bajo el mando de mi padre mientras que Tomás, mi tío, fue declarado enemigo de búsqueda y muerte debido a que escapó como la rata que es, en medio de toda esa conmoción. Al igual que su hijo Leonardo que ahora resulta ser mi primo y para sorpresa de todos Connor se entregó voluntariamente para pedir disculpas por todas las cosas horribles que me hizo.
Como era de esperarse, Jacob no se lo tomo bien. Actualmente sigue desconfiado de él, pero mi padre decidió darle una segunda oportunidad.
Y hablando de Jacob, que demonios lleva haciendo tanto tiempo en el baño.
Me acerco a la puerta y toco tres veces seguidas.
–¿Es qué no piensas salir de ahí? –le pregunté– ¿O te fuiste por la taza del baño?
–Ya voy, ya voy. No me presiones, tengo que estar perfecto –dice saliendo por la puerta– Este día no se repetirá dos veces, ¿y bien? –da un giro sobre el mismo eje con los brazos elevados presumiendo de su atuendo– ¿Cómo me veo?
Lo observo de arriba abajo deteniéndome en cada detalle mientras finjo una expresión pensativa.
–Mmm, te ves como un completo imbécil –respondo entre risas.
–¡¿Qué?! –Pone cara de espanto– No me digas eso, porque ahora mismo me cambio de ropa.
Sostiene otro conjunto que colgaba de una percha de vestir y me burlo de lo gracioso que suele ser cuando está indeciso de su imagen.
–¿Qué te parece este? –señala la percha.
Camino hasta su posición colocándome frente por frente a él, detengo mi mano sobre su corbata para acomodarla.
–Así te vez bien, bobo –le dije, sonriéndole con ternura.
–Pero tú dijiste... –rebate y lo detengo proporcionando un ligero beso en sus labios antes de que continúe con el drama.
–Sólo bromeaba –contesté poniendo un poco de distancia porque sé cómo va a reaccionar.
Frunce el ceño a la par que arruga los labios, tomando mi cuello con una mano aplicando una leve fuerza sobre el mismo.
–¡¿Una broma?! –dice y no puedo dejar de burlarme delante de sus narices - Por chistoso, te voy a exprimir esa apetitosa boca que tienes.
Me besa con lujuria pegando mi cuerpo a la pared, entonces nos interrumpe el sonido de alguien llamándonos por nuestros nombres desde afuera de la habitación.
–¡Es la hora! –grita una voz masculina y diría que es mi padre.
–¿Por qué siempre tiene que haber un entrometido? –maldice Jacob.
–Ya tendremos tiempo, venga. Tenemos que apurarnos. –dije agarrando su mano para que me siguiera el ritmo hasta llegar al final del pasillo.
Luego él siguió su recorrido mientras que me detengo para hablar un momento con Marcos.
–¿Nervioso? –dice de primero.
Respiro profundo y respondo.
–No te voy a negar que estoy un poco nervioso.
–Estarás bien –dice restándole importancia a mis palabras– Cuando termine la fiesta un jet se encargará de llevarlos a su destino.
–¿Un jet? ¿Qué destino? –le interrogo rebozando de curiosidad.
–Ya lo veras.
Esto de seguro son cosas de Jacob, como siempre.
Marcos procede a hacerme una señal para que lo siguiera por una alargada alfombra que concluía en el final del jardín justo donde se encontraba un hermoso altar con flores pintorescas, donde me esperaba un Jacob muy nervioso y emocionado como un crio, está igual o peor.
–Suerte –dice mi padre antes de dejarme al lado de mi compañero.
–¡Bien, estamos aquí reunidos para celebrar la unión de esta bella pareja! –Dice el padre mientras que yo no puedo dejar de sonreír como un tonto y Jacob me sigue la rima –Jacob Morales DelaSerrer, aceptas a Taylor Díaz Casteliny, como tu pareja para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe.
–Acepto –responde este.
–Taylor Díaz Casteliny, aceptas a Jacob… –prosigue el sacerdote.
–Padre, con todo respeto. Permítame decir esto por usted –interrumpe este ultimo y le dirijo una mirada fulminante para que no vaya a hacer una estupidez –Taylor, me aceptas con todos mis defectos, berrinches, mal carácter, celos compulsivos para ser Mío, solo mío, hasta la eternidad.
Agacho la cabeza para ocultar tanto mi vergüenza como una risita que se me escapa y luego subo la mirada hasta detenerla directa a sus ojos
–Pues… si acepto ser tuyo, solo tuyo. Aunque seas un completo imbécil, eres MI imbécil.
–Bueno… –el padre está en completo shock pero hace su mayor esfuerzo por continuar –Con todas las leyes que se me fueron otorgadas, yo los declaro recién casados. Ya pueden besarse.
Jacob me toma de la mano, acercándome delicadamente hacia él. Para luego agarrar mi cuello con un poco de violencia –como era normal en él– y proceder a colocar un dulce beso sobre mis labios, el cual respondí por supuesto mientras lo rodeaba con mis brazos alrededor de su espalda y sobre su cabello.
Seguido a eso, nuestros espectadores no dejan de gritar frenéticos y aplaudir al unisonó, cabe aclarar que la única loca que grita a todo pulmón es Stela.
–¡Atención a todos, Taylor va a tirar el ramo de flores. Están listas chicas! –anuncia Stela.
Me doy media vuelta preparándome para lanzar el ramo mientras inicio la cuenta regresiva.
–Tres, dos, uno… –Y lo arrojo al público eufórico.
Procedo a girar sobre mis talones y observar cual fue la afortunada. Para mi sorpresa, fue Alicia quien tenía el ramo entre las manos, su rostro es un libro abierto de emociones y confusión a la vez.
Le echo un vistazo rápido de complicidad a mi compañero, Jacob, el cual me corresponde con una sonrisa traviesa. Pues ambos sabíamos bien sobre la relación secreta que tenían la doctora Alicia, y mi padre, Marcos, después de aquel encuentro que tuvieron en el hospital.
–Taylor, mi vida –Jacob interrumpe mi ensimismamiento y así captar mi atención–. Me permites este baile.
Hace un ademan y a la par me tiende una mano esperando a que la acepte.
Dudo por unos segundos, pero con manos temblorosas tomo las suyas que se mantienen firmes. Cuando me pega contra su pecho es que me atrevo a hablar.
–No recuerdo como se baila, Jacob.
–¡¿Qué?! –reacciona de forma abrupta–. Me pase toda una noche en aquel bar de mala muerte enseñándote a bailar y ahora te atreves a decir que no te acuerdas de como bailar.
–Eso parece –me encojo de hombros y lo oigo respirar profundo en un acto de tranquilizar a su bestia.
–Bien –realiza una pausa para hacerle una señal al Dj, la cual no entiendo que significa en un principio, pero luego comprendo. Le indico al sonidista que pusiera aquella canción que bailamos por primera vez y, al mismo tiempo, se ha convertido en nuestra canción favorita– Empecemos desde el principio.
Ambos cuerpos bailan al compa de la música, de vez en cuando le pisoteo la punta de sus zapatos, pero este finge que no ha pasado nada y continúa moviéndose sin rechistar.
Casi al final del sonido es que le cogí el truco de cómo moverme, sin embargo, ya se está acabando.
–Tu padre arreglo un viaje, a petición mía, para irnos a Londres por un mes –rompe el silencio.
–Sin mi consentimiento, claro está –reprocho haciéndome el enojado.
–Es cierto, pero acaso me negaras que no te gusta la idea.
Con una sonrisa ladina se apodera de mi labio inferior proporcionando un leve mordisco en ellos y en compensación concluye con un apasionado beso.
(…)
Después de un largo y agotador viaje hasta Londres, dejo caer mis valijas sobre la cama y junto a ellas mi cuerpo exhausto dejando escapar un suspiro en modo de relajación mientras ojeaba la habitación bien decorada que nos habían ofrecido en la recepción.
Todas las paredes están inmaculadamente blancas que hace juego con los muebles que se encuentran en la habitación que son un armario para guardar nuestros accesorios, un retocador y frente a el una silla bastante cómoda y claro no puede faltar una cama lo suficiente espaciosa para Jacob y yo, e incluso me atrevería a decir que sobra espacio.
Pero eso es solo lo que contenía esta habitación, hay muchas otras más: dos baños, uno dentro del cuarto y otro al final del pacillo –que supongo que es para los invitados– luego está la sala y un mini bar. Fuera del alojamiento se encuentra una piscina que es para todos los huéspedes del hotel, tres restaurantes con comidas variadas y un bar nocturno que, según nos explicaron, realizan shows y espectáculos.
Mi tranquilidad se ve interrumpida por mastodonte que deja caer todo su peso sobre la cama haciendo que esta se estremeciera un poco.
–¿En qué piensas? –se coloca encima de mi sin ningún disimulo y arrastra mis manos hasta colocarlas por detrás de mi cabeza.
–Estoy cansado –justifico.
–No busques escusas, mocoso –una sonrisa ladina se hace presente en su perfecto rostro.
Esa simple palabra me trae numerosos recuerdos desde el día en que nos conocimos en adelante, solía llamarme así. En otras circunstancias no sería de mi total agrado que dijese ese apodo, pero en este momento ya no me molesta, por el contrario, más bien me provoca algo de gracia.
Los labios de Jacob se frotaron contra mi mejilla hasta alcanzar el borde de mis labios, se lo que pretende.
Me levanto con rapidez apartándolo a un lado en un mismo movimiento. Una vez de pie siento como mis mejillas se ruborizan y calor me invade.
Bien sé que él me desea, pero todavía no estoy seguro de poder complacerlo. Me horroriza la idea de volver a entregarme a alguien, después de todo lo que pase, tengo miedo.
Las imágenes de la primera vez que estuve con esos dos hombres en contra de mi voluntad, se repiten en mi mente como un disco rayado. Puede que eso haya sido hace mucho tiempo, pero esas son cosas de la vida que nunca se olvidan.
Jacob ha sido muy comprensivo por esa parte, jamás ha intentado forzarme. Si, dormimos juntos, pero nada más.
–Taylor.
En un acto de llamar la atención se detiene a pocos centímetros de mi rostro. Autoseguido retrocedo quedando atrapado entre la pared y su fornido pecho, no hay escapatoria.
–Tus latidos se aceleran con cada paso que doy, escucho tus pensamientos. Sabes que sería incapaz de lastimarte, así que, ¡ya deja de compárame con esos tipos! –recalca la última frase, enojado.
Uno de sus brazos rodea mi cintura, con el simple tacto puedo sentir la electricidad recorrer cada musculo de mi cuerpo. De solo pensarlo, la piel se me eriza cual pollito mojado. Mientras que su otra mano libre acaricia con dulzura una de mis mejillas, estas están que arden, juraría que mi rostro completo es de un tono rasado chillos en estos momentos.
–Te amo Taylor, y eso es más que suficiente –coloca sus labios muy cerca de mi oído –A parte, te aseguro que será la mejor noche de tu vida.
Una mirada coqueta y autosuficiente se apodera de su rostro y al mismo tiempo una línea remarca los hoyuelos a cada lado de aquellos endemoniados labios que tiene, producto a la sonrisa traviesa que me dedica.
Ambas manos proceden a bajar por mi cintura hasta llegar a mis piernas, las separó ligeramente frotando su rodilla contra una erección que –justo ahora– me doy cuenta que sobresale de mi pantalón. La respiración se me entrecorta y cierro los ojos para dejarme llevar por el placer de su contacto físico y este procede a abrir mi pestáñela, solo entonces le detengo agarrando sus manos.
–Espera –a duras penas logro mencionar una palabra, es demasiada la exaltación que estoy sintiendo– Tengo… miedo, Ja-jacob.
No quería confirmarle sus sospechas por puro orgullo, pero me veo obligado a hacerlo. El miedo se apodera de mí ser como un cáncer que me carcome por dentro. No puedo evitar recordar ese instante de mi vida siendo violado a las órdenes de Tomas, mi tío.
–Lo sé –besa despacio mis labios y sin separarse de ellos susurra–. Escucha, el pasado es pasado y tienes que dejarlo atrás.
–Si ya pero, yo nunca he estado con nadie. No tengo idea de cómo….
En un estado de pánico empiezo a balbucear cosas que lo más probable me arrepienta luego de haberlas dicho.
Por suerte Jacob me detiene en media frase.
–No tienes que saber nada, tampoco te estoy pidiendo que hagas nada. Mi único propósito esta noche es hacer que te sientas bien y que lo disfrutes, nada más, y de eso me encargo yo.
ꟷPero…
Ni siquiera dio tiempo a que siguiera con mi reproche debido a que, sin previo aviso, mis pies dejaron de tocar el suelo.
Sus brazos son fuertes y me sostienen con firmeza, caminado a toda prisa entre besos y caricias hasta el colchón que nos recibe hundiéndose un poco. Antes de que Jacob tomara su posición encima de mí se desviste quedando así solo con el bóxer puesto, luego retiro la ropa que le estorbaba para poder acariciar mi piel y robándose el calor de esta, enviando escalofríos por todas partes.
Fuera de mi mismo, apoyo los talones en la cama y alzo las caderas, que se frotan deliciosamente contra el ingle de aquel alfa que me vuelve loco y este desabrocha mi pantalón y procede a tirar de el hasta los muslos, arrastrando consigo también la ropa interior. Jacob emite un gruñido desde el pecho y se inclina para cepillar sus labios contra mi vientre, dejando un camino húmedo hasta la pelvis.
Aprieto las manos sobre los hombros ajenos, aruñando levemente sus músculos.
ꟷSoy tuyo, haz lo que quieras conmigo ꟷjadeo, deseando que las manos de Jacob estuvieran en cada rincón de mi cuerpo.
ꟷNo me digas eso, puede que te arrepientas ꟷresponde con una mirada traviesa, clavando sus dedos en mis muslos para luego subir hasta la cinturaꟷ Te estás mojando y tu olor hace que delire.
Sin paciencia me quita la camisa y atrapo entre sus labios uno de mis pezones, delineándolo con la punta de la lengua. Arqueo la espalda a modo de complacencia.
ꟷ¡Ja-cob! ꟷgrito, tembloroso.
Respondiendo a mi llamado beso mi boca, dándome un beso húmedo y profundo.
ꟷ¿Quieres que me detenga, cosita bien hecha? ꟷpregunto casi sin aliento, succionando mi labio inferior.
ꟷQue ni se te ocurra ꟷle amenazo.
ꟷEntonces date la vuelta. Te enseñare como te debería tratar un verdadero alfa.
Mi corazón latía a mil por segundo y la mezcla de emociones se fusionaban. Apartando todo recuerdo doloroso de aquella noche donde fui abusado, cedí a entregarme al amor de mi vida.
Confío plenamente en él y sé que no me lastimara.
Me muevo con cierta dificultad debido al poco espacio que hay entre los dos y por los pantalones que se enredan en mis muslos. Como si me leyera la mente Jacob se endereza y tira de los pantalones para sacarlos de una buena vez, la ropa interior también se fue con ese movimiento.
Estoy completamente expuesto y de espaldas puedo sentir como el calor invade mis mejillas, nunca había estado descubierto en frente de nadie. Se siente bien pero al mismo tiempo se me cae la cara de vergüenza.
¿Y si no le gusto? ¿Seré lo que él esperaba? Soy un desastre, de seguro se arrepentirá de haberse casado conmigo después de esto.
ꟷTe amo Taylor, no lo olvides ꟷcomo contestación a mis dudas, murmura por lo bajo cerca de mi oído.
La lengua de Jacob delineo los hoyuelos de mi espalda baja, besando cada uno hasta dejarlos húmedos. El colchón chirrió un poco, y un gemido se me escapa cuando el separa ambas piernas con su rodilla.
ꟷ¿Listo? ꟷpregunto y yo asiento con un rápido movimiento de cabeza mientras mi rostro está sumergido en la almohada.
Manos cálidas y ásperas acarician mis nalgas y hace espacio entre ellas, empapándose con un líquido que brotaba del mismo sitio producto a la excitación que sentía. Jacob beso el surco entre ellas, mojando sus labios del lubricante soltando un gimoteo que me pone a temblar.
ꟷ ¿Te gusta?
Es una injusticia que pretendiera que le contestara si esta besándome justo allí, respirando sobre mi entrada que se contrae como si necesitara algo más. Acalorado y con esa intensa presión en mi vientre, tomo aire para poder hablar.
ꟷSi ꟷgimoꟷ. No te detengas.
ꟷQuiero que te toques, eso te ayudara ꟷsu voz suena cada vez más ronca e impaciente ꟷHazlo.
Aun estando realmente avergonzado obedezco a mi alfa, alzo un poco mi cuerpo mientras meto la mano por debajo de este. Encuentro mi miembro duro y palpitante. Cierro los dedos a su alrededor y comienzo a bombear.
Los cosquilleos de placer hacen temblar mis piernas y arquear aun más la espalda. La necesidad de no estar vacio aumentaba.
ꟷJacob… Jacob
Atendiendo al llamado, sostuvo bien mis glúteos y se hundió dentro de mí. Abrí los ojos, mareado y sintiendo una leve incomodidad, que se desvaneció a medida que comienzo a ser penetrado con facilidad. Siento como me estiro mientras él se abre camino y presiona sitios dentro de mí que reacciono con gritos, sollozos, y quejidos, pero por puro placer.
Esa exposición en mi vientre me abatió el cuerpo completo, manchando su mano y la cama con esa sustancia blanquecina que se escurre por mis piernas. Boqueo en busca de oxigeno sintiendo como si bajara en picada de un acantilado.
Jacob me toma de las caderas para darme vuelta y cernirse sobre la cama a un lado de mi.
ꟷFue como tocar el cielo ¿o no? ꟷsu voz es carrasposa por todo el ruido que hizo.
Por otra parte yo no le atino a nada, lo más que pude hacer fue colocar la mano en su pecho descubierto y colocar la cabeza en sus hombros.
ꟷNunca me había sentido tan bien con alguien ꟷle digo y a duras penas logro escucharme a mismo.
Los ojos se me cierran solos, estoy agotado. El sueño me consumía cuando escucho el sonar de un teléfono. Jacob se gira para tomarlo de uno de los bolsillos de su pantalón.
ꟷ¿Si? ꟷcontesta.
El silencio invade la habitación, mi rostro espera impaciente una respuesta de Jacob o tan siquiera una reacción, pero el solo denota tranquilidad mientras oye con atención.
ꟷ¡¿Qué?! ꟷobjeta de repenteꟷ No, no. Debe de haber una confusión…. De acuerdo, veré que puedo hacer.
Parece preocupado por algo importante y cuando por fin termina la conversación empiezo a interrogarlo.
ꟷ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo?
ꟷEse… señor, informó que mi madre falleció ꟷanuncia Jacob.
Él ni siquiera se ve triste más bien creo que está enfado.
ꟷLo siento mucho, mi amor ꟷtrato de consolarlo, pero este se resiste.
ꟷEso no es todo… ꟷhace una corta pausa para tragar con fuerzaꟷ Al parecer tengo una hermana de un año de edad, la cual se quedo sola y soy su único familiar que puede cuidar de ella.
No puedo evitar sentir emoción, mis ojos se iluminaron tras sus palabras mientras que los de él se volvieron aun más oscuros, no sé porque. No obstante le ignoro y un impulso me coloca encima de su cintura sonriéndole como un niño chiquito.
ꟷSignifica eso que vamos a adoptar a la pequeña.
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Agradecimientos
Si llegaste hasta aquí es porque te gustó la historia (o tal sos muy persistentes) De todos modos te agradezco mucho el tiempo que le has dedicado y espero que haya valido la pena.
Mío sólo mio es mi primera novela y me ha dado el impulso para seguir escribiendo historias que te puedan hacer sentir muchas cosas, viajar a mundos diferentes y conocer muchos amores.
Si la has disfrutado te animo a que votes en los capítulos o me dejes un lindo comentario. Te agradezco enormemente si ya lo has hecho.
EditorialVersalles reto cumplido
Tengo en mente continuar la historia con otra temporada. Sobre la difícil tarea que llevarán a cabo estos dos protagonistas como padre de una chiquilla rebelde.
Les avisaré por aquí cuando salga la otra temporada. No dejen de seguirme para que no se pierdan lo que se avecina.
Con cariño Katy 😘😘😘😘😘
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