Al día siguiente

Mi mente apenas emprendía un viaje al espacio, entregandome plenamente en los brazos de Morfeo que me sumergió en uno de los placeres de la vida como lo es el sueño.

Un sueño tan sobrecogedor del que no quería despertar, donde todo era perfecto y mi imaginación era la única capaz de poner un limite entre la fantasía y la realidad, pero como todo lo bueno, siempre llega a su fin.

- ¡Taylor! Levantate - propocina un ligero empujón en mi brazo derecho.

A lo cual yo reaccionó girando al lado izquierdo dándole la espalda y cubriendo mi rostro con la almohada .

- Vamos arriba, ya es hora de despertarse.

- Mmm - dije con pereza - Cinco minutitos más, mamá - No lo puedo ver pero se que eso le hizo soltar una pequeña sonrisa.

- No me hagas depertate por las malas - amenaza mientras colocaba algo pesado en la mesita de noche, no se que es, pero pude escuchar el ruido que provocó al colocarlo.

- ¡¿Qué tu quieres?! No te das cuenta de que estoy durmiendo. - dije muy enojado dándome la vuelta para verle y al mismo tiempo sentándome sobre la cama.

Pero de repente mi atención es captada por la bandeja inmaculada que contenía proporciones perfectas de todo aquello que me gustaba ingerir por las mañanas antes de ir al instituto, ese era el objeto colocando en la mesita de noche.

La boca se me hacía agua.

- ¿Y esto? - dije elevado la mirada para poder observar sus ojos debido a la considerable altura a la que se encontraba (de por sí era grande y yo sentado no ayudaba mucho) mientras le dirigía una sonrisa de medio lado, jugando con mi expresión juguetona.

- Puesss... aún estás débil, así que yo... decidí... traerte esto... No se exactamente lo que te gusta pero... es lo que siempre te-te veo desayunar - Es mi impresión o está nervioso.

- No, de hecho... diste en el blanco. Galletas de Avellaneda de un lado, un vaso de leche con chocolate del otro y un tazón de cereales justo en el centro, dándole el toque perfecto - dije mirando la bandeja y terminando en su rostro que estaba embobado observandome.

- Me alegro, yo-yo... te esperaré afuera - señala la salida caminado en reversa y casi choca con la puerta a lo cual suelto una carcajada contenida.

- Esta bien, Ahhh y Jacob - se asoma entre la puerta y marco.

- ¿Si?

- Te amo y... gracias.

- No hay de que y... yo también - responde antes de salir.

🐺

Más tarde en ese mismo día

Jacob y yo decidimos dar una caminata por el parque mientras conversamos de diferentes temas así como le haríamos a partir de ahora que estamos conviviendo con el enemigo en la misma casa.

Al principio pensamos en comprar una propia pero eso llevaría muchos cambios. Tendríamos que empezar a trabajar para sustentarnos y yo apenas estaba terminando de los estudios, no quisiera echarlo todo por la borda.

En cambio Jacob no tenía ningún problema de hacerlo, ya que no le gustaba para nada el Instituto, pero tampoco me gustaría que asuma todos los gastos que conlleva mantener un hogar y comenzar de cero desde el puesto más bajo que existe y sin ningún tipo de conocimiento, que es su caso, lo hace casi imposible.

Cuando llegamos a la esquina y doblamos, de repente se escucha unos gritos de auxilio provenientes de un callejón sin salida. La voz de la persona que pedía ayuda se me hacía ligeramente familiar.

- ¿Escuchas eso? - pregunta Jacob.

- ¡O por dios! ¡Es Cris! - sin esperar su respuesta heche a correr, adentrándome en el callejón y dejándolo atrás.

- ¡Taylor espera! - le oigo decir desde la distancia.

Una vez que llegue al lugar de donde creí que provenían los gritos me encuentro a Connor sujetando a Cristal del cabello con agresividad mientras está trataba de escapar, pero eso no es todo, Leonardo estaba con ellos parado justo ahi aunque lo mas interesante es que simplemente era un espectador.

Golpeó a Connor el cual del tiro la libera y ella se apresura a refugiarse por detrás de mi espalda.

- ¿Estas bien? - le pregunté mientras me aseguraba de que así fuera.

- Él-el es un-un mons-truo.

Al oírla decir eso es que me percató de que Connor había mudado su forma humana convirtiéndose en vampiro.

¿Por qué lo hizo? ¿Por qué delante de una humana?

- Yo tu, querida, no pensaría que estas a salvo con el. Podría ser el remedio peor que la enfermedad - se bufa enseñando sus colmillos.

- ¿De que hablas? - responde ella alejándose de mi.

- Cris no les hagas caso, no soy igual que ellos.

- ¿Ellos? - recalca.

Metí la pata.

- Así como lo escuchaste - se entromete Leo - ¿sabías que Taylor y yo somos hermanos?

- ¿hermanos? No sabía que tenías uno - Me observa con sospechas dando pasos hacia atrás.

- Cris, el no es mi hermano de verdad.

- Si lo somos hermanito, no lo niegues. Por tanto tenemos la misma sangre e incluso puedes hacer lo mismo que yo te lo mostraré Cristal - se transforma dejando ver su forma lobuna.

- ¡O por dios! - abre los ojos como platos mientras cubre su boca - dime que tu no eres así.

- Pero eso no es todo - interrumpe nuevamente Leonardo otra vez como un humano - ¿Por qué no le dices, hermanito, lo que hacen tu y tu mejor amigo?

- ¿Jacob? ¿Qué pasa con el?

La respiración se me entrecorta mientras el odio se apodera lentamente de todo mi cuerpo, estoy perdiendo el control con tan sólo ver el rostro de ese imbécil burlándose como si nada.

Gracias al cielo Jacob llega justo a tiempo para detener mi ataque de ira, pero aún así no fue suficiente. Cris pudo presenciar como mis ojos cambiaban de gris a un azul intenso mientras todas mis venas se habían hecho presentes alrededor de cada músculo de mi cuerpo.

Lo cual hizo que se asustará y retrocediera aún más.

Si te ha gustado la historia hasta ahora por favor ayúdame con tus votos y comentarios. No olvides que tú opinión cuenta.

Con cariño Katy 😘❤