¡ℕ𝕠 𝕥𝕖 𝕠𝕝𝕧𝕚𝕕𝕖𝕤 𝕕𝕖 𝕔𝕠𝕞𝕖𝕟𝕥𝕒𝕣 𝕪 𝕕𝕖𝕛𝕒𝕣 𝕥𝕦 𝕖𝕤𝕥𝕣𝕖𝕝𝕝𝕚𝕥𝕒❢
🌟🌟🌟🌟🌟
=========================================

Luego de que la familia Gremory llegará a su casa, Rías fue directamente a su habitación, una vez entrar su rostro paso de uno feliz a uno deprimido.

Se sentía herida en su corazón, cuando intento hablar con su amiga de la escuela, ella la rechazó cruelmente y la desprecio. No entendía porqué la trataba así, ¿no eran ellas buenas amigas?

Se sentía traicionada, abandonada, quería llorar, Latía no era solamente una amiga cualquiera, fue la primera amiga que hizo cuando inició sus clase en el inframundo.

Tal vez no era una mejor amiga cómo Sona, pero ella la apreciaba, cómo miembro de la familia Gremory, su corazón era mas sensible a dar afecto a los demás y se encariñaba fácilmente.

En ese momento Mío entró a su habitación de imprevisto logrando ver a Rías con los ojos llorosos, Rías inmediatamente quiso poner una rostro feliz y como que todo estaba bien.

Lamentablemente Mío se dio cuenta de su sonrisa forzada y que la admosfera alrededor de la niña era de tristeza.

—Rias, ¿sucede algo malo? —pregunto Mío preocupada mientras se acercaba a ella y se sentaba a su lado.

—n-no no sucede nada Onē-chan, estoy bien —Rias sonrió de mejor forma esta vez, su sonrisa ya no era forzada. Cómo demonio, tenía talento para la actuación.

Pero Mío proviene de un mundo real, no un mundo anime donde los sonrojos son fácilmente notables y las personas pueden tener nubes negras sobre sus cabezas cuando están tristes o líneas moradas en sus cienes cuando están vencidas o derrotadas en una conversación o lo que sea.

—Rias Gremory, dime lo que sucede en este mismo instante —a diferencia de los protagonistas que le darían su espacio a la heroína hasta que la otra parte estuviera lista para hablar, Mío no se andaba con mamadas y le ordenó con un tono autoritario que hablara.

Rias se estremeció de miedo y miro en otra dirección, no queriendo meter en sus problemas a su hermana favorita. Aunque sólo tenga una hermana.

Mío al ver a Rias qué por algún motivo era reacia a hablar, entendió que el tema era de verdad serio y se interesó más en obligarla a hablar

—¡Kyaaa! ¡¡Onē-chan!! —de un rápido movimiento Mío se subió encima de Rias y sujeto sus brazos para ponerlo por encima de la cabeza, mientras mantenía un rostro serio frente al rostro avergonzado y temeroso de Rias.

—o hablas ahora... O... —susurro Mío con suavidad y frialdad en su oído haciendo que Rias se estremezca—. O, esconderé todos tus mangas y animes donde nunca los puedas encontrar y te bloquearé de Netflix.

Netflix en este mundo es una página o app para ver animes gratis, y si te suscribes recibirás noticias de las próximas actualizaciones y publicaciones, a Mío realmente no le importaba cuanto dinero generaba esa app. Era algo secundario.

Rias al escuchar la amenaza de su gemela, sintió el verdadero terror mientras sus ojos se humedecían.

—¡esta bien, está bien! ¡hablaré! —exclamo Rias con Miedo mirando a su gemela con ojos de súplica.

Mío sonrió como una villana mientras saltaba a Rias y se sentaba al borde de la cama, Rias suspiro y se sentó a su lado, ella conocía el lado malvado de su hermana, y ya había pasado por momentos similares antes, su hermana era muy brusca y no era como esos protagonistas de los animes que ve donde ellos le dan tiempo para pensarlo.

—eres muy mala~ —murmuro Rias mientras se sobaba las muñecas.

—mi corazón tiene pura maldad —Mío sonrio maliciosamente mirándo a Rias quien chilló asustada, ¡su gemela era aterradora!—ahora, ¡habla!

Rias asintió obediente y le empezó a contar lo que sucedía mientras abrazaba una almohada rosa. Le contó acerca de su amiga Latía Astaroth, quién fue su primera amiga en la escuela, ambas se llevaban bien y Rias la quería mucho.

Mío no la conocía ya que ella iba a otra división (ya sabes, primero A, primero B) y Rias tampoco las había presentado, estaba esperando el momento idóneo, aunque ya hayan pasado meses.

Le contó sobre su comportamiento extraño, su aura maligna y su tono arrogante y orgulloso, también le contó acerca de qué parecía muy unida a su medio hermano cuando ella le había confesado que le disgustaba por algún motivo que no le quería decir por su propio bien, según Latia.

Una vez que terminó de contar el problema, Mío mentalmente se dio un facepalm, esto no era un problema tan grande como Rias lo hizo ver, Rias solo se hizo la interesante intentando no decirle el problema a su gemela.

Mío cerró los ojos e hizo memoria de su vida pasada, como solamente había visto el anime y no leyó la novela, no sabía nada de mas haya de la 4 temporada. Por eso no conocía a Azura y Latia. Pero estába segura que en algún FanFics de DxD que habría leído en su vida pasada tendria información sobre ellas.

Y tenía razón, sus recuerdos tenían momento donde solía ver la wiki de DxD por diversión, Latía Astaroth y su versión alternativa, ¿como había pasado esto?

Pareciera que la Latía Astaroth de aquí se comportaba como su versión alternativa, ella claramente noto la mirada que le daba a su medio hermano, una de deseó y obsesión.

Una mirada que contrarresta perfectamente con la Latía original, que es de disgusto y hasta odio.

Algo sucedió con ella, Mío mantuvo un rostro serio mientras tenía los ojos cerrados, Rias sabía que su hermana estaba pensando seriamente sobre este caso, ella la conocía y cuando hacía esa expresión, siempre obtenía la respuesta de lo que sucedía, por ese motivo, tenía un rostro muy expectante mientras observaba a su gemela.

Mío empezó a pensar, ¿Este DxD es diferente al original? Si ¿El canon sucedería igual? No, habían cambiado muchas cosas ¿Será que alguien externo haya hecho algo con Latía?

¿Otro Reencarnado/a?, era una posibilidad, quizás un transmigado a Latía que llego justo hoy o ante ayer. También cabía la posibilidad de que fuese algo más grande.

¿Quizás la diosa? Ella había dicho que habrían pequeños cambios en DxD, y pequeños nunca son pequeños para los dioses, siempre pasa en los fics. No se sorprendería si apareciera una chica pervertida de cabello castaño con una booster gear...

Pero ahora, era esa Latía Astaroth, ¿la versión alternativa? Su instinto le dice que no es una opción, hay algo mas que no puede ver.

Su rostro se crispó ante lo difícil que era descifrar este misterio.

De repente Mío abrió los ojos con comprensión, tenía una teoría, era loca, pero era la más probable para ella.

Rias la miró expectante y ansiosa, ¡quería recuperar a su amiga! Y su hermana parecía tener la respuesta a como hacerlo.

—Rias... —Mío la volteó a ver con una sonrisa y Rias se sintió más ansiosa—. Creo que Latía esta-

—¡hija! ¡Vamos a hablar! —Venelana entro de imprevisto a la habitación haciendo que Rias gimiera y se tirará de Espaldas, ¡odiaba la tensión! ¡Y seguían entrando a su habitación sin tocar primero!

Mío miro a su hermana con una sonrisa nerviosa, y se levantó de la cama para caminar hacia su madre —no te preocupes Rias, ya verás que todo saldrá bien —la consoló mientras salía de la habitación y cerraba la puerta.

Rias suspiró mientras ponía la almohada rosa en su rostro y soltaba un gritó frustrado, ¡De verdad, no le gustaba la tensión!

Frustrada, se levantó y se acercó a su computador, la encendió y puso su contraseña "amo el anime" y entró a Netflix.

Decidió ver un poco de anime para calmarse.

Vería uno de los animes nuevos que su hermana había subido, ella era fan de su hermana en secreto, siempre sacaba animés geniales y que te enganchaban, incluso ya no le interesan los animes que existían antes de por si en el mundo, al ver que no eran igual de buenos que los de su hermana.

Solo los de su hermana, esos son cine. 😎

Mío se sintió orgullosa por algun motivo, levantó una ceja y se preguntó quién estaría amando el anime de buena calidad.

—¿de que quieres hablar Okā-san? —pregunto Mío mirándo a los ojos de su madre con tranquilidad mientras caminaban lado a lado—. ¿Es importante?

—hmm, se podría ser que si —contesto Venelana algo nerviosa y sonrojada, nunca pensó que tendría que tener una conversación con su hija sobre "ese" tema.

Fue suficientemente vergonzosa tener la conversación normal con sus hijas por separado sobre el tema original, ahora tendría otra.

Venelana no preguntó nada sobre "qué estaría bien" con sus hijas o de lo que hablaban, estaba más concentrada en la conversación que estaba teniendo con ella misma para ver cómo llevarla con su hija.

Mío inclino la cabeza curiosa por lo que su madre querría hablar con ella.

Llegaron ambas a la habitación de los Lord, Mío se vio un poco dudosa sobre si entrar, además de que sus padres son adultos y los adultos son lujuriosos, ¡son demonios!, que eso es aún más lujurioso, no se sorprendería si encontrará algunos juguetes de su madre.

Venelana noto la duda de su hija y se sonrojo un poco al seducir que pensaba su pequeña.

—¿bien? ¿De que querías hablar? —Mío se sentó en la cama, e instintivamente olfateó el lugar no sintiendo nada raro, eso la calmo.

Venelana ignoró a su hija alerta de su habitación y se sentó a su lado, cerró los ojos no sabiendo cómo empezar a hablar.

Venelana respiró profundamente mientras buscaba las palabras adecuadas para iniciar la conversación. Quería transmitir a su hija Mío todo su amor y apoyo, pero también estaba consciente de la importancia de tratar el tema con delicadeza.

—Bueno, hija, hay algo importante que quiero hablar contigo —comenzó Venelana con cariño, mirando a Mío directamente a los ojos—. Quiero que sepas que te amo incondicionalmente, sin importar qué. Eres mi hija y siempre estaré aquí para ti.

Mío asintió, notando la seriedad en la expresión de su madre. A pesar de no entender aún de que hablaba su madre, se sintió cálida en su corazón al escuchar palabras bonitas de su madre, que venían seriamente, eso hizo que su confianza en si misma se fortaleciera un poco.

Venelana continuó —Recientemente me he dado cuenta de tu comportamiento y tus gustos diferentes de otras chicas, y quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte. No importa si eres lesbiana, bisexual o cualquier otra cosa, lo único que importa es que te sientas cómoda y feliz contigo misma.

Mío se sintió sumamente avergonzada, su rostro se volvió tan rojo que dejaría en ridículo a su cabello.

¡No puede ser! ¿¡Cómo se dio cuenta!? Esta bien que ella a veces le echa una que otra miradita a las mujeres que ve en la calle, en su escuela o incluso a las sirvientas de la mansión y en reuniones que aveces asiste con su madre y padre. ¡Pero!

¡Parece ser que una madre tiene una intuición muy poderosa! O ella fue muy descuidada...

—«¡que habilidad tan genial y aterradora!» —penso Mío con una sonrisa avergonzada.

A pesar de eso. Ella Estaba aliviada de saber que su madre la aceptaba tal como era, interiormente tenía miedo de que su madre no la aceptara y le dijera que dejara esas tonterías de lado, y tenía que tener un marido para aumentar la raza de los demonios, que ya de por si eran pocos, un solo demonio que se sienta atraído por el mismo sexo, ya es una gran perdida para su raza.

Mío pudo sentir un nudo en su garganta que no sabía que tenía, disolverse gradualmente mientras asimilaba las palabras de su madre.

—Si quieres hablar sobre tus sentimientos o experiencias, quiero que sepas que puedo escucharte sin juzgarte. Estoy aquí para entender mejor tu perspectiva y apoyarte en tu lo que decidas —expresó Venelana, en toda la conversación tenía un rubor de vergüenza en su rostro, pero sus palabras llevaban mucha sinceridad y seguridad, estiró su mano y la colocó suavemente sobre la de Mío.

Mío miró a su madre, sintiendo un gran alivio y agradecimiento por su apoyo. Finalmente, se atrevió a hablar —Gracias, Okā-san. Significa mucho para mí que me apoyes. Pensé que mantendría esto en secreto por mucho más tiempo.

—y tenía miedo de que no estuvieras satisfecha con mi forma de pensar, pensé que me obligarían a ir por un marido, despues de todo, entiendo cómo está la raza de los demonios, se que es poca la cantidad de sangres puras y es bueno saber que puedo contar contigo en ésto.

Mío expresó con timidez sus pensamientos, sintiendose segura de hablarlo con su madre, Venelana le dio una sonrisa compresiva y cariñosa, y Mío le dio una sonrisa agradable.

Madre e hija compartieron un abrazo cálido y reconfortante, cerrando la conversación con la certeza de que su amor y apoyo mutuo seguirían siendo el pilar fundamental de su relación.

Venelana enterró la cabeza de su hija en sus pechos, a pesar de que sabía que su hija se inclinaba para ese lado, pero eso no evitaría que le diera su merecido afecto a su querida hija, además es divertido hacer eso.

Madre hija piensan igual, sorprendente si sabes que una es un Reencarnado.

—dime hija, ¿te gusta alguna de tu salón de clases? —pregunto con una sonrisa levemente coqueta, su hija Mío se sonrojo, no porque si hubiera una que le guste, sino porqué era la primera vez en sus dos vidas que le hablaban sobre chicas o enamoradas.

—n-no realmente, aunque Serafall no está muy lejos —lo último fue susurrado, pero para los demoníacos sentidos de Venelana fueron escuchados con claridad.

Se sorprendió ya que su hija parecía apuntar a alguien muy imposible y muy mayor, recuerda cuando en la reunión con Diodora ella mencionó que no se casaría con alguien mayor.

—dime hija, lo que dijiste en la reunión en el joven Diodora... ¿Fue una excusa? —Venelana preguntó con una sonrisa divertida.

—no no no no no no no... Bueno si jejejeje —Mío sabía a lo que se refería su madre y se rió nerviosamente con Venelana acompañándola en su risa.

*Toc toc toc*

—¿oh? ¿Quién es? —pregunto Venelana con tranquilidad.

—soy yo, lady Venelana, Grayfia Lucifege —del otro lado una voz suave, pero respetuosa fue escuchada por ambas féminas.

Mío se puso sumamente nerviosa, aún recordaba que Grayfia ya no era la esposa de su hermano, eso significaba que Grayfia era soltera... ¿Verdad?

Venelana noto el nerviosismo de hija, y en su rostro se le formó una sonrisa maliciosa y una idea resplandeció en su mente —¡adelante Grayfia-chan!

Grayfia entró manteniendo un rostro impasible, aunque había una gota de sudor en su cabeza ante la forma en que la llamo su ama.

—lady Venelana, vengo a recordarle que el día de mañana tiene que ir al mundo humano a inscribir a las señoritas Mío-sama y Rías-sama a la escuela —hablo con respeto la reina del hielo mientras hacía una reverencia.

—Umu, gracias Grayfia, por cierto, me gustaría preguntarte algo —Venelana sonrió y se acercó a Grayfia para susurrarle al oído.

Mío tenía la posibilidad de escuchar lo que su madre susurraba, pero no tenía intenciones de ser una metiche con su propia familia. No tanta.

—¿de verdad no le importa? —pregunto Grayfia Lucifege con las cejas levemente levantadas en signo de impresión.

Venelana asintió con una sonrisa y luego miro a su hija con una sonrisa aún más grande.

Mío tuvo presentimiento raro, ahora se arrepentia de no haber escuchado lo que su madre le susurró a la reina de hielo.

Nunca había visto a alguien arrepentirse tan rápido de algo.

—dime hija... ¿Te gustaría hacer un intercambio de piezas? —dijo Venelana con una sonrisa poniendo su mano en el hombro de Grayfia.

—¿Q...? —Mío murmuró anonadada.

=========={𝕱𝖎𝖓}==========
Opiniones:

2,700 palabras.
====={𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓}=====