N. HYUNGWON

"¿Por qué me cuentas esto? Paso por alto muchas cosas pero no me interesa saber lo bien que folla ese gilipollas"

"No le llames así, Nini..."

Esperé varios días antes de hablar con Jongin sobre lo que hicimos aquel día y lo bien que reaccionó Wonho a mi regalo. Él era mi amigo, supuse que, como tal, se lo tomaría bien y se alegraría por mi pero fui un estúpido por darlo por hecho.

"Joder, Hyungwon. Me gustas, mucho y por eso prefiero ser tu amigo antes que alejarme de ti. Sabes que me es suficiente con eso pero no..." dio unos pasos en dirección a la puerta de su dormitorio. "No quiero que me hables de eso."

"¿Y por qué me ayudaste entonces?"

"Quiero verte feliz. Por eso te ayudé y te aconseje y me alegro muchísimo de que por fin esa tensión sexual que teníais se haya resuelto. Felicidades, en serio." Sus palabras eran sinceras pero su tono de voz y la tristeza que transmitían sus ojos daban una impresión diferente a lo que quería admitir.

"Está bien, lo siento..." Le tomé de la mano y le acerqué hasta el escritorio donde yo estaba apoyado. Jongin era alto, casi superaba mi altura. Es fácil encontrar su mirada. "Ey...¿estamos bien?"

"Si. Claro que si." Suspiró y me abrazó rodeando mis hombros. Olía bien, una mezcla a limón y cerezas. No pude resistirme y le abracé también, rodeando su cintura y dejando que él me sostuviera.

Era diferente. Jongin es un buen amigo, siento que puedo contarle hasta mi más horrible secreto y confiar en su silencio. Posiblemente huyera de mi, diría que no me conoce y haría lo que fuera para olvidarás de mi y pasar página. En cambio, Wonho. La conexión que tengo con él es fuerte, llena de un amor inquebrantable y poderoso capaz de superar cualquier dificultad. Me ha demostrado que merezco mucho más y que no soy tan malo como creía; pero, esos horribles secretos que sí le contaría a Jongin, no podría hacerselo saber a Wonho. Hacerlo cargar con el peso de una muerte sería demasiado doloroso y egoísta.

"Hyungwon."

"Ahá..."

"¿Me dejarías darte un beso?"

Sus palabras no me sorprendieron en absoluto. Se esfuerza en ocultar su amor por mi en una falsa amistad pura, pero en cuanto tiene la oportunidad y Wonho no está cerca, juega bien sus cartas para tomarme como quiera.

"Lo harás aunque diga que no, estúpido."

Sin embargo, me gustaba. Saber que soy el deseo de alguien más me atraía. No como aquellos hombres que pagaban a mamá para que yo cumpliera un rol, sino como un chico que, sino fuera porque todos mis sentidos apuntan hacia Wonho, podría perfectamente rendirme a sus pies.

Jongin fue aflojando los brazos hasta que dejó de abrazarme para pasar a sostener mi cabeza en sus manos. Ya había probado sus labios, carnosos como los míos y dulces cuando estaba sobrio. No es como Wonho. No es Wonho. No.

"¿No vas a detenerte nunca?" susurré evitando mirarle directamente con mis manos aún sobre su cintura.

"No hasta que sepa que estas en una relación formal."

"Si él se entera..."

Mis labios fueron sellados por sus besos. Jongin comenzó a besarme de manera pasional, su lengua adentrándose en mi cavidad sin temor a ser rechazado. Cerré los ojos por inercia y me dejé llevar. Era bueno, demasiado como para negarse a seguir el ritmo. Su manos no dejaron de sostener mi rostro, no quería que me alejara de él por la fuerza en la que me agarraba.

"N-nini, espera..." Alcancé a decir como pude. "Si Wonho descubre lo que me haces..."

"No me digas que ahora te da miedo ese chico. Qué divertido eres, cariño"

"Aléjate por favor..."

"Al final es como todos ellos, no importa lo mucho que intentes huir de tu pasado, siempre acabarás en el punto de partida. Ese es tu único destino, ser el juguete para satisfacer los deseos carnales de otros hombres."

"¡Suéltame, joder!"

Jongin se separó de mí sobresaltado. El calor recorría mi cuerpo y la cabeza comenzó a dolerme. Por qué, por qué, por qué. No quiero que se aleje de mi, necesito tenerle cerca...

Perdí la visión por un momento, tambaleándome hasta que Nini me recogió en sus brazos antes de estamparme contra el suelo.

"L-lo siento no quería..."

"La culpa es mía, tranquilo." Vi como sonreía. Actuaba como si no acabará de empujarlo como un jodido loco. "A partir de ahora me controlaré más..."

"Es Wonho quien debe temer las acciones que provoques, no al contrario. ¿Por qué iba a enterarse? Estáis solos, encerrados en su habitación. ¿Acaso no lo disfrutas?"

"¡No!"

"¿Perdón?" Me miró confuso.

Joder, debo de aprender a manejar mi cabeza cuando ella esté aquí.

"Quiero decir que no tienes porque cambiar nada. Si te gusto es normal que te comportes así... Estás celoso por lo que te he contado y estamos solos..."

"Hyungwon, estás raro. ¿Te ocurre algo?"

"Quieres besarlo."

"Y-yo estoy bien..."

"Adelante cariño, mira como te ve. Sigue pendiente de ti, no aparta su ojos de tus labios y continúa pegado a ti a pesar del golpe. Estás caliente. Díselo. No mientas."

"Bésame."

"¿Qué?"

"Hazlo antes de que me arrepienta y salga por esa puerta."

Solo fueron unos segundos en los que Jongin dudó pero después volvía a tener sus labios sobre los míos y su lengua acariciando la mia. Estaba mal, estaba engañando a Wonho con el chico que más detestaba y odiaba en el mundo pero ahora, mientras me tumbaba en la cama y me besaba, todo me parecía bien.

Estaba loco. Aceptaba que otro hombre que no era el mio me tocara a su antojo y me gustaba. Tal vez porque estaba cumpliendo con los deseos de mi amigo o porque ya estaba tan acostumbrado a esto, que no pude sentir asco.

Solo pedía a Dios o a quien oyera mis súplicas, que Wonho jamás se enterara de lo que estaba haciendo a sus espaldas. Que nunca se enfadara conmigo ni me rechazara. Porque para mi, era él quien tenía mi corazón por completo.

Todo es culpa de mamá.

Esto sólo pasará una vez.

Eres un error Jongin.

Me arrepiento, pero por qué continuo.

Wonho, no te mereces a alguien tan roto como yo.

Soy un juguete roto pero tú me amas, ¿verdad?

Pase lo que pase, me amarás.

Tienes que hacerlo.