011🎭
N. HYUNGWON
¿Alguna vez habéis escuchado la frase «la copia barata del producto estrella? Pues exactamente eso era lo que estaba viendo medio campus. Era yo pero en mujer: mismos tonos suaves al vestir, nada de maquillaje, fuera aros plateados para adornar su horrible cara, mejillas rosas y dulce sonrisa. ¿Una noche te acuestas con tu amigo tras dejarlo con tu ex y a a los dos días eres una nueva persona? No me lo creo. ¿Por qué todos la miran? Sigue siendo la misma alimaña pero con flores silvestres cayendo del cielo.
"¿Esa es Umma?"
Wonho. ¿Tan rápido te dejabas impresionar? Me tienes agarrado de la mano, por el amor de Dios.
Mi copia barata se puso delante de nosotros. Minifalda rosa, un crop top blanco y chaqueta de lana, ¿adivináis? Rosa. Umma era más bien gótica de barrio, sus colores favoritos no eran los pasteles si no el negro o el gris. Una sonrisa se abrió camino en sus labios pintados con brillo. Jackson y Wonho no salían de su asombro.
"Hola, chicos" dijo con una voz tierna pero que no dejaba de sonar gruesa por el tabaco. "Wonho, quiero disculparme contigo..."
¿Pero qué diablos? Y tenias que hacerlo delante de toda esta gente. No juegas bien tus cartas.
"He sido muy injusta y no he sido una buena chica pata ti..." agachó la cabeza y se mordió el labio.
¿Qué es lo que intentas hacer?
"Umma, gracias por entenderlo. Me alegra verte tan...bien" la miró de arriba a bajo. Por supuesto, conocía su cuerpo. Ni siquiera pestañeó al mirarla.
"Wonho, vámonos" apreté su mano para hacerle salir del trance. "Adiós, Umma"
Ahí está. Esa mirada. Podías cambiar la imagen del exterior pero nunca el interior. No quieres que los demás te sigan viendo como la chica de las fiestas y el sexo, sino como una chica educada, agradable... De eso se trata. Quieres ganarte el afecto de todo el mundo. Conquistar el corazón de tu ex.
Pero todo está bien. Es normal que se hayan quedado de piedra. Muy a mi pesar, es un gran cambio y está muchísimo más guapa pero sigue siendo fea por dentro. Y lo pienso demostrar.
Nos sentamos en nuestros pupitres. Umma es el centro de atención. Sus amienemigas decían cosas como: «Estas preciosa, tía», «Haces que se les caiga la baba a todos», blah blah blah. Y los chicos no se quedaban atrás. Menos uno. Jongin, el chico que me besó a traición en la fiesta de Jackson y que gracias a él conseguí lo que más ansiaba. Pero esto no estaba funcionando. Wonho estaba distraído. ¿Quería saber el por qué?
"Ahora vuelvo, Hyungwonie" se levantó para acercarse al grupito que rodeaba a Umma.
Otra vez como el principio. Tal vez no idéntico como aquellos días pero volvía a estar solo, en una mesa que estaba coja y que todos los días tenía que poner una bola de papel para que dejará de moverse al apoyarme, y sin nadie con quien hablar. ¿Por qué ese interés, Wonho? ¿Acaso has olvidado el dolor que te causaba esa zorra?.
Todos volvieron a su lugar cuando la profesora entró en clase. Wonho me dijo algo pero no le presté atención. ¿Estaba enfadado? No. Bueno, un poco. Él dejó de hablarme cuando notó por fin que no me apetecía hablar con él. Perdóname, no quiero tratarte así, pero no me dejas alternativa.
"Hyungwonie, ¿te pasa algo?" me preguntó poniendo sus manos en mi pierna.
"Lo siento, estoy...estoy bien"
Mientes Hyungwon. Notas en la nuca la desafiante mirada de la chica mejorada. Quieres voltearte y escupir en su delicada cara. Acabar con los pensamientos de Wonho.
"Wonho, ¿de qué estábais hablando antes? Parecías muy entretenido" dije con una sonrisa y ladenado la cabeza.
"Nada importante" evitó mirarme a los ojos "¿vendrás a casa después?"
Joder, Wonho. ¿Por qué no me dices nada? Sé que la nueva y mejorada imagen de Umma te ha traído recuerdos de cuando salíais juntos. ¿No confías en mi?. Asentí a su pregunta tragando el mal sabor de boca que me provocaba está situación. Me estaba empezando a agobiar. Creía que todo había acabado entre ellos pero: donde hubo fuego, cenizas quedan. ¿Es ese tu caso? ¿Pretendes olvidar lo que me hiciste anoche y nuestros besos?
Después de las clases que se veían eternas, esperé fuera a que su extensa y divertida conversación con el grupo de clase terminara. Vi a lo lejos como Jongin se acercaba agarrando su mochila. Vacía, para aclarar.
"Ey, hoy pareces menos animado" me dijo torciendo el gesto en uno de preocupación.
"¿Tanto se me nota?"
El moreno sonrió guiñando un ojo por la claridad del sol. Si bien era cierto que nuestra relación nunca había pasado de un: «pasame los trabajos hechos y te recompensaré» y teniendo en cuenta que me besó estando borracho, Jongin no era un mal chico.
"Es esa chica" confesé. Él no me pilló y añadí el nombre a la conversación.
"¡Ah, sí! No me he fijado" alzó los hombros y sonrió de nuevo. Estaba mintiendo pero era gracioso. "Se le pasará. Ella no aguantará ser formal y educada más de dos días".
"¿Tú crees?"
"Lo único que quiere es que tu mejor amigo caiga a sus pies. Después, volverá a ser la de siempre" se apoyó en el muro para que la sombra relajara sus párpados cansados por el Sol.
"Vaya, ¿y tú como es que no te has dejado impresionar? ¿Quieres hacerte el fuerte mientras en tu casa te masturbas pensando en ella con minifalda?"
El moreno se mordió la lengua. Seguro que no esperaba escucharme hablar así. Pero Wonho tardaba y yo no tenía porque parecer inocente con alguien que ya me metió la lengua hasta la garganta en su día.
"Me gusta este Hyungwon" coqueteó. "Y no; a las dos preguntas. Umma no es mi tipo ideal. Le falta pene, a no ser que se ponga un arnés y se compre una de plástico".
Solté una amplia carcajada por su risa contagiosa. Era agradable hablar con alguien que no dejaba babas por el suelo que Umma pisaba. Dejamos nuestra charla cuando el chico que yo esperaba se acercó a nosotros. No tenía muy buena cara. ¿Has probado de tu propia medicina?
"¿Qué haces con Kai?" no se molestó en esperar a que él se marchara.
"Solo estábamos hablando" se defendió él. "Le vi aburrido de tanto esperar. Pero tranquilo, ya me voy" me guiñó un ojo y se marchó dándonos la espalda.
"Perdona por tardar tanto..." se disculpó.
Me miró a los ojos y entrelazó nuestras manos. ¿Cómo podía enfadarme contigo? No tienes la culpa de nada. Solo estas cegado por una versión mala de mi y con quien has pasado muchas noches. Nuestra relación seguía siendo la misma. Yo me ocuparía de ello.
Llegamos hasta su casa. Nos pusimos cómodos y terminamos los trabajos pendientes después de comer. Sabía que él seguía pensando en ella. ¿Cómo podía detenerlo sin asustarte?
"Hyungwonie, he hablado con Umma" soltó de pronto tumbándose en el sofá. "Quería saber si de verdad había superado lo nuestro..."
"Y.. ¿qué dice? ¿Te ha explicado por qué se acostó con uno para darte celos?"
"También se ha disculpado por eso. Esto es una mierda joder. Sabía que cuando la volviera a ver, se me amontonarían los recuerdos"
Wonho ocultó su rostro con el cojín más cercano y gritó frustrado. Yo también sabía que iba a pasar pero no de esta manera. Me puse de rodillas a su lado y le quité el cojín. Vamos, soy su mejor amigo. Debo estar para él cuando más me necesite.
"No te sientas mal por eso" se tumbó de lado y me miró con ternura. "Podéis tener una amistad si lo consideráis o simplemente, ignorar que alguna vez existió un lazo que os unía"
"Yo no quiero que haya mal rollo entre nosotros" eso está bien si es lo que piensas con sinceridad. "¿Y tú? Tu opinión me importa..."
Vale, no la cagues. Se sincero pero sin romperle el corazón. Lo que necesita es una buen amigo a su lado, no otra persona que juegue con sus sentimientos.
"Pienso que deberías dejar que las cosas fluyan, sin presiones. Ya no estás obligado a mantener contacto con ella..." por ahí voy bien, ¿no?. " Y sobre todo, no te dejes engañar por su cara bonita".
"¿Por qué lo dices?" Me acarició las manos y dejó un adorable beso en ellas.
"Por nada, solo que me ha dado tiempo a conocerla y tal vez quiera..." me interrumpió.
"Hyungwon, sé cuando Umma miente, cuando manipula o cuando quiere conseguir algo. Si por tu cabecita se te pasa la idea de que me ha mentido, olvidate".
¿Sigues cegado verdad?
"Muy bien, solo el tiempo lo dirá" me levanté y recogí mis cosas.
"¿Te vas ya?" se sentó siguiéndome con la mirada.
Me quedaría en tu casa pero mi límite de amigo comprensivo ha llevado a su límite. Oír como lamentas haber cortado con esa zorra embustera no es el mejor plan para pasar la tarde. Además, no me escuchas. ¿Debería ayudarte con eso? Le di un corto beso en los labios y no sentí nada por su parte. Salí de la casa y grité de rabia.
Dos días te doy. Si Jongin no tiene razón y se equivoca con tu cambio de personalidad arrolladora, te dejaré libre. Sin embargo, un solo roce cariñoso bastará para ponerle fin a tu mentira de chica sensible y simpática.
—
¿Un abrazo? Te estás abrazando con ella mientras sus ojos se ríen de mí a tus espaldas. Te separas de ella con una sonrisa y ya ni siquiera te acuerdas de que estoy detrás tuya. Te metes en clase y me dejas olvidado en el pasillo como esa bola arrugada que ayer mantenía recta nuestra mesa.
¿En qué piensas? ¿Por qué sigues sin contármelo? Jackson y su grupito me miran desde sus asientos y no hacen nada. Tú sigues sin darte cuenta de que no estoy sentado a tu lado.
Umma pasa por mi lado y me da un leve empujón con el codo. Ahora te das cuenta. Me sigues con la mirada pero no te levantas. Voy tras ella, hasta el baño que comparten los chicos y las chicas. Se mira en el espejo retocando su pelo mal alisado. Te echas más brillo de lado y suspiras. Yo me aseguro de que estamos solos.
"¿Qué pasa Hyungwon?" dice con falsa inocencia. "No pareces muy feliz"
Me acerco a ella sin apartar la mirada y parece divertirse. Te gusta provocarme. Me odias y me doy cuenta. La acorralo contra el lavamanos y mi cuerpo. Ella deja de sonreír para proceder a asustarse. Me da asco hasta tu perfume de marca.
"¿Por qué dejas de sonreír? ¿Te ha dado un calambre en la mandíbula?" ahora soy yo quien sonríe. "Sigues siendo la misma zorra aunque vistas como una muñequita de trapo".
"No soportas que Wonho me miré a mi, ¿verdad?"
"Al contrario que tú, yo no le digo con quien puede juntarse y con quien no. Pero sí, me jode que sigas queriendo su polla y no su corazón"
Ella abrió los ojos sorprendida. Sí, joder, sí. Puedo hablar mal también. Ya me lavaré después la boca con jabón.
"Wonho no se va a creer tu cuento. Me estoy ocupando de ello, en este preciso instante"
Nada más entrar al baño me di cuenta de que en el suelo había varios azulejos rotos de la pared. Una mala instalación y ¡plaf! Te encuentras con miles de trocitos de piedra en el suelo que para alguien ordinario pasarían desapercibidos pero que para mí, son de bastante utilidad si sabes como manejarlos. Por suerte, ya lo hice en el pasado.
Me agaché y cogí el trozo de piedra más pequeño. Me levanté y con la piedra afilada entre mis dedos, me hice un corte en la mejilla. Una línea fina por la que salía sangre. Me empezó a escocer la herida, no era profunda. Más bien se asemejaba bastante a un arañazo. Umma gritó. Guardé la piedra en la manga sin que se diera cuenta. Ahí, comenzaría mi actuación.
No era nada complicado llorar. De pequeño ya lo ponía en práctica para prevenir a mi padre de la clase de mujer que tenía como esposa. Esto sólo era el cebo.
"Mira lo que me has hecho" me toqué la herida manchando mis dedos de sangre. "Estás loca..."
"¿Q-qué estás haciendo?" Su voz temblaba como sus piernas morenas. Me apartó de un empujón y salió del baño llamando a todo la clase.
Empecé a llorar. La sal de las lágrimas me hacían daño en la herida. Era como si me salpicaras con limón. Me quejé de verdad. Esto no era algo agradable para mi. En fin, soy yo quien se ha rajado con una piedra.
Me levanté del suelo quitando los restos de azulejo que se me habían quedado pegados a las manos y salí del lugar. Seguí llorando y aparté a Umma para correr a los brazos de Wonho. Todos estaba asustados cuando me vieron sangrar. Wonho me abrazó con fuerza. Se sentía genial.
"Hyungwon, ¿por qué estás sangrando?" Me separó sin soltarme y miró el corte en mi mejilla. Vi el terror en sus ojos oscuros. Tenía miedo. Estaba preocupado por mi.
"Ha sido ella, Wonho... Me pidió que me alejara de ti y después me arañó..." La miré victorioso y con lágrimas incesantes.
"¡Yo no le he tocado! ¡Se ha cortado el solo!" me sañaló con el dedo asustada. Está dando muy mala imagen.
Los profesores salieron de las aulas y gritaron espantados al verme sangrar. El alumno nuevo e inocente de buenas notas había sido agredido por su compañera de clase. Se llevaron a Umma al despacho de dirección y a mí a la enfermería. Wonho no me soltó en todo el camino.
"Te pondré una gasa en la herida. No te la toques o podría infectarse" me informó la enfermera poniéndome la gasa con mucho mimo. "Listo. Os dejaré unos minutos. Firma este justificante e iros a casa"
La enfermera nos dejó solos. La obra no había acabado. Wonho se puso delante mia, me acarició la otra mejilla y agachó la cabeza.
"Cómo ha podido hacerte algo así..." susurró dando un golpe con el puño cerrado a la camilla.
"Wonho, y-yo te avisé. Umma nunca dejará de odiarme, ya lo has visto..." le cogí la mano que me acariciaba y le acerqué más a mi. Se colocó entre mis piernas y me abrazó por la cintura. "Siento si te ha decepcionado..."
"Ha ido demasiado lejos. No sabía que estaba tan afectada por nuestra ruptura. Y yo como un estúpido, dándole otra oportunidad". Su expresión se tensó.
"No te enfades. Es una herida superficial, no dejará cicatriz ni marca así que no te preocupes..."
Ya está. Lo había conseguido. Wonho me miraba a mi. Me abrazaba a mi. Era yo quien giraba al rededor de su mundo. Acerqué mis labios a los suyos y el me recibió de la misma manera. Besar sus tiernos labios era como darle azúcar a un hiperactivo. El dolor en mi mejilla desapareció, las lágrimas ahora corrían por mis mejillas por el alivio y la felicidad. Wonho me besaba con suavidad y lentitud, era adorable. Mi corazón latía desbocado.
"Me quedaré contigo esta noche" Me dijo en el último beso.
"¿Me cuidarás? Estos días no me has hecho mucho caso y te echo de menos" me atreví a sonar un poco celoso. Eso funcionó para que él me besara de nuevo. "¿Eso es un sí?"
"Yo cuidaré de ti y me encargaré de que Umma sea castigada. Perdoname por no hacerte caso, Hyungwonie" otro beso más y mirada de cachorrito.
Así era como debía ser siempre. Yo te besaba y tú continuabas con tus caricias discretas. Los dos juntos. Tú creyendo que Umma no ha cambiado y yo ocupándome de su popularidad.
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